En Colombia hay periodistas de primera, segunda y tercera categoría para el Gobierno

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Las amenazas que dice haber recibido el periodista Pascual Gaviria, de ser ciertas, son reprochables desde cualquier punto de vista; pero no deja de llamar la atención que casos como el del señor Gaviria sean tan mediáticos y sobre todo, a dos semanas de las elecciones, donde claramente él deja en su columna una sombra peligrosa y una duda aduciendo que,  es muy raro, que al hablar de la Universidad de Medellín y de Luis Pérez  de inmediato la amenacen, cosa que es irresponsable, oscura y desde todo punto de vista mal intencionada.

Pero dejando atrás el tema del señor Pascual Gaviria, nos encontramos que sale el Ministro de Defensa, el Personero de Medellín y diferentes autoridades políticas, a poner el grito en el cielo y pedir inmediata protección a Pascual, camionetas y esquemas de seguridad. Cosas que no reprochamos, pero que llama la atención poderosamente la reacción del Gobierno en este caso y ser claros en decir que no ha sido la misma cuando han amenazado a otros periodistas como el señor Luis Carlos Cervantes, quien fue asesinado en Tarazá, luego de denunciar cientos de amenazas, de que la UNP y su entonces director Andrés Villamizar se lo retirara arbitrariamente. Resultado: el señor Cervantes fue asesinado vilmente, ¿Y hoy? Bien, gracias. El Gobierno no tiene culpa y el señor Villamizar tampoco.

Como el caso del señor Cervantes, podríamos mencionar otros cinco, y lastimosamente uno confirma que el Gobierno Nacional, y no sabemos si el presidente, Juan Manuel Santos está enterado de esto, maneja unos rangos de periodistas. Los que están en Bogotá, en las grandes cadenas, cuentan con numerosos esquemas de seguridad, con Toyotas Prado último modelo, blindadas, policías y viáticos, por eso nunca les pasa nada, se sienten muy cómodos porque son tan, tan, tan aliados del Gobierno. Incluso algunos tienen esos esquemas de seguridad sin tener ni una sola amenaza, cosa que no se han atrevido a tocar por miedo de que obviamente el Gobierno sea atacado apenas retiren los esquemas de seguridad.

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Más allá de todo, es incomprensible cómo se juega con la vida de personas y sobre todo de periodistas por caprichos políticos; o sea que el que no tiene rosca en el Gobierno o con el Ministro del Interior o con el Director de la UNP o con el consejero de las comunicaciones, no tiene posibilidad de que el Gobierno lo proteja.

En tal virtud, 360 Radio puede confirmar que hay discriminación, hay categorías de periodistas para el Gobierno. Primero los que siempre van a contar con beneficios así no sean amenazados, los segundos, a los que les dan caramelos y caramelos y si mucho les ponen una vigilancia en la casa, y los terceros, a los que no les paran bolas, porque no hacen parte de los grandes medios y no toman whisky con los altos funcionarios en el Club El Nogal o el Gun Club o El Rancho.

Uno no entiende que si estamos hablando de paz, cómo el Gobierno evade estos temas, maneja estratos en el periodismo y para unos casos sí se mueven rápidamente y para otros no. Pero dejando a un lado el tema del periodismo, se puede ver en eventos, como conciertos, partidos, etc. Como los políticos, periodistas y empresarios, llegan en esquemas del Gobierno Nacional, muy protegidos abriendo paso entre sirenas entrando directamente a los eventos sin ningún riesgo de algún rasguño o algo, mientras que al parroquiano, incluso a las personas amenazadas, les toca exponerse, incluso ser víctimas de nuevas amenazas o ser asesinados, como le pasó al señor Cervantes.

El llamado al Gobierno es a que tenga cordura, al ministro de defensa Luis Carlos Villegas, al ministro del interior, Juan Fernando Cristo, al director de la UNP, Diego Mora, a la gente de comunicaciones del Palacio y a Juan Manuel Santos: No manejen a los periodistas por estratos. No gasten recursos en esquemas que no se necesitan y protejan sin distinción alguna al periodista, al empresario, al político, al líder sindical o al campesino que esté amenazado. No jueguen con la vida de las personas, no sean irresponsables.

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Y desde acá reiteramos que si son ciertas las amenazas en contra del señor Gaviria, le deseamos que salga pronto de esa incómoda situación y que la invitación está abierta para que siga aportando pruebas de la cantidad de denuncias y acusaciones que hace contra algunos candidatos en Antioquia, como al señor Luis Pérez, a quien le tiene declarada una guerra política.

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