Tomando la ley como base es menester aclarar que la prostitución es un ejercicio legal en Colombia.
Por: Redacción 360 Radio
El Parque Lleras está ubicado en el barrio El Poblado entre las carreras 37 y 39 y las calles 9 y 9a, lugar que fue considerado durante unos 10 años como la zona rosa de ese barrio en la ciudad de Medellín. Aproximadamente desde el año 2010, ese parque se extendió desde la calle 10a hasta la calle 8, y desde la carrera 43 hasta la carrera 36.
Ahora, con el pasar de los años y la degradación social que ha vivido esta zona de la ciudad, el Parque se ha expandido aún más en un modelo distinto al corriente y bien conocido. El mismo ha ido migrando a calles superiores y ha abandonado el nombre de Parque Lleras para pasar a ser más las calles de Provenza, Vía Primavera o áreas aledañas al hotel Park 10 y a Vizcaya.
Este es un fenómeno claro de desplazamiento, los negocios que siempre han optado por un público de estratos 4, 5 y 6 se vieron amenazados ante la inminente irrupción del fenómeno de la prostitución en el Parque Lleras; del aumento del sexo turismo o narco turismo, en donde diferentes personas vienen en busca de drogas a hospedarse en apartahoteles u hoteles piratas, quienes dentro de sus presupuestos de viaje guardan unos US$300 o US$400 para tener asegurada una «compañía» durante su estadía, y es que una prostituta hoy en Medellín puede estar cobrando a un ciudadano colombiano, en un nivel bajo entre $50.000 y $120.000; en un nivel medio entre $150.000 y $200.000; y en nivel alto entre $400.000 a $700.000.
Cuando hablamos de ciudadanos extranjeros la tarifa se cobra en dólares, siendo la más baja US$150, y la más alta US$1.500, todo esto hace parte de paquetes de sexo turismo y narco turismo, ante lo cual las autoridades tienen conocimiento, donde también pueden acceder a un mercado variado de drogas, en el cual muchas veces la misma chica que presta el servicio se encarga de ofrecer estos alucinógenos a los extranjeros, y de ahí a que la gran economía que se mueve en la ciudad sea abundante.
Un ejemplo claro es hacer el contraste visitando en primer lugar el Parque Lleras y pasar caminando hacia arriba en las carreras 34, 35, 36 y 37. También, si se visita la calle 10b o la calle 10a y la carrera 33 con calle 10 se puede encontrar uno con restaurantes de un nivel mucho más alto para un público de la élite de la ciudad y esto es lo que configura un fenómeno de desplazamiento.
Varios comerciantes del Parque Lleras que han hablado con 360 han expresado que en definitiva el fenómeno de la prostitución les ha apartado del público al que ellos querían llegar inicialmente debido a que este se ha ido alejando por todo lo que hemos venido compilando en este editorial y prefieren tomar otras opciones de la ciudad.
A esos restaurantes se les volvió paisaje ver cómo un señor llega a pedir una copa de whisky en solitario, permanece allí una media hora, y es abordado inmediatamente por una o dos mujeres que le ofrecen sus servicios sexuales.
También, todo este fenómeno es acompañado de videos pornográficos que se están grabando en Medellín en hoteles aledaños al Parque Lleras, en zonas de la Avenida el Poblado en la frontera entre Envigado y la comuna 14 en donde en balcones, de manera explícita, hay ciudadanos extranjeros con colombianas de muy corta edad teniendo relaciones sexuales al aire libre sin ningún control o escrúpulo, sino por el contrario propiciando y ambientando el negocio del sexo turismo en Medellín.
Las autoridades no tienen mayor posibilidad de controlar o hacer regulaciones, la Policía hace mucha más presencia en esta zona pero no pueden hacer nada. Y lo que está causando esto es un estrago social bastante grande porque del Parque Lleras han desplazado a los ciudadanos de Medellín y a las familias que ya no asisten a ese lugar por miedo.
A propósito de lo anterior, es importante recalcar lo que se vendría a debatir en próximos meses: un proyecto de ley para penalizar la prostitución en Colombia, o para quien pague los servicios sexuales sea multado o para que ambas partes sean multadas. Las enfermedades de transmisión sexual en Medellín están disparadas y sería un exabrupto intentar negar que el fenómeno que describimos no tiene relación con este aumento de enfermedades de ese tipo porque tenemos más personas visitando la ciudad y adquiriendo derechos sexuales de chicas. En ese sentido, son personas que no tienen controles de salud y evidentemente esto se va a propagar con más facilidad por toda la ciudad.
El desacierto es del Estado central porque es el que tiene que empezar a dar unas directrices para que los locales la regulen con el fin de recuperar esos espacios. Ahora, los trabajos sociales que se puedan hacer poco o nada servirán porque desde que esté el factor del dinero será difícil corregir esos comportamientos y la oferta social resulta escasa y mediocre al compararlo con un salario que se pueda ganar una mujer que desarrolla esta actividad, debido a que se calcula que puedan estar ganando entre $10 millones y $20 millones al mes sosteniendo relaciones sexuales con unas diez personas a la semana.
Ojalá la Administración Municipal trate de trabajar esto con el orden nacional, de recuperar el Parque Lleras concientizando a las trabajadoras sexuales para que por lo menos se garanticen condiciones mínimas de convivencia en esta zona y fuera de eso se controle otro problema que viene en aumento, y es que muchas venezolanas que están llegando a la ciudad cobran la mitad de las tarifas que cobran las mujeres colombianas, lo cual ha desatado peleas en lugares como el Centro de Medellín.