¿Quién está persiguiendo a Luis Alfredo Ramos?

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EDITORIAL

Es más que una mala coincidencia que Luis Alfredo Ramos se enfrente de nuevo a escenarios negativos para él en la misma época preelectoral.


Partiendo de un contexto necesario en toda situación que amerita importancia, detalle y profundidad, tenemos que remontarnos al año 2013 por esta misma época, exactamente el día 28 de agosto la Corte Suprema de Justicia ordenó la captura de Ramos por unas reuniones del excongresista con Ernesto Báez y otros jefes paramilitares.

Ese proceso con los paramilitares enmarcado en la desmovilización que propuso el entonces expresidente Uribe ameritaba ese encuentro, tal y como hoy y durante mucho tiempo se han reunido congresistas con guerrilleros de las Farc en el marco del proceso de paz. Álvaro Uribe Vélez autorizó a través del comisionado de paz para que el entonces presidente del Congreso, Luis Alfredo Ramos, se reuniera con ellos y les escuchara unas dudas que tenía.

Ramos pasó de ser el candidato de la derecha con más opciones para ser presidente de la República a ser encarcelado mientras se le investigaba, algo que no se debe pero que se volvió usual en Colombia. Esa jugada fue claramente salpicada por intereses políticos que querían que el único candidato que tenía una real opción no llegara a la primera magistratura. Hubo la notable intervención de congresistas de la izquierda colombiana que visitaban a presos en las cárceles para buscar que siguieran ensuciando a Luis Alfredo Ramos ante la Corte.

Luis Alfredo Ramos recobró su libertad luego de tres años y tres meses el día 23 de noviembre de 2016, una decisión que contrario a lo que han expresado algunos medios de comunicación y políticos no se dio por vencimiento de términos sino que se trató de una determinación autónoma y unilateral de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Consideraban que luego de haber comprobado la existencia de falsos testigos, de no contar con materiales probatorios que incriminaran a Ramos era insostenible tenerlo privado de su libertad.

Claramente, ya había pasado la época política. Luis Alfredo Ramos ya no representaba una amenaza, incluso problemas de salud lo estaban afectando considerablemente. Varios plantones se realizaron en el país exigiendo la libertad del político antioqueño, a lo que se sumaron líderes de opinión, políticos, empresarios y de la academia.

El punto clave del proceso contra Ramos es que estuvo basado en falsos testigos, y no falsos testigos que fabricó el entonces abogado defensor Gustavo Moreno que es como lo han querido hacer ver algunos políticos y medios que atacan a Ramos Botero.

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Uno de los falsos testigos es Carlos Enrique Areiza, quien está en prisión desde 2008 por extorsión y quien en la búsqueda de beneficios y siendo presionado por líderes políticos contrarios a Ramos lo ensució ante la Corte, pero luego pidió perdón a Ramos y a su familia, se retractó y se allanó a los cargos de falso testimonio.

El otro testigo es Mauricio Palacio Tejada, quien había afirmado en el 2013 que él mismo había llevado a Ramos Botero a la reunión del 2005 por la cual es investigado. Palacio fue imputado por falso testimonio convirtiéndose en el segundo testigo que es comprobado que estaba hablando falacias sobre Luis Alfredo Ramos Botero.

Dos de los tres testigos que quedan ante la Corte son Juan Carlos ‘El Tuso’ Sierra y Alberto Guerrero. ‘El Tuso’ Sierra ha cambiado en distintas ocasiones su testimonio sobre Ramos, el político ha desmentido toda relación con ‘El Tuso’, y no hay elementos que prueben lo que menciona Sierra.

Alberto Guerrero tenía como único propósito impedir que Ramos llegara a la Presidencia de la República. Ese mismo testigo expresó que no tenía nada que perder, que ya estaba condenado, y que necesitaba atravesarse en el camino del político antioqueño de la manera que fuera. Hoy un juzgado de Medellín ya le imputó cargos a Sierra por falso testimonio en el caso de Ramos.

Luego de dejar esto claro y de dar constancia de que no hay una sola prueba contra Ramos para que no digan que fue por orientaciones políticas o amiguismos, la Procuraduría General de la Nación en los dos periodos, tanto de Alejandro Ordóñez como de Fernando Carrillo, advirtió ante la Corte que el proceso contra Ramos estaba viciado de falsos testigos, tanto así que la Procuraduría le dio un espaldarazo a Ramos citando un testimonio de alias Don Berna, donde afirmaba que ‘El Tuso’ no tenía incidencia en los aspectos internos de las AUC, por lo cual esa entidad desestima el testimonio del último personaje implicado.

Y el último testigo que queda en el proceso es Andrés de Jesús Vélez, quien ya fue procesado por falso testimonio en el proceso contra la expresidenta del Senado Nancy Patricia Gutiérrez. Ahora en el año 2017 por la naturaleza, el contexto, y las intenciones buenas y malas que existen, algunos medios de comunicación, políticos, empezaron a mencionar a Ramos Botero como candidato presidencial cuando él ni siquiera ha expresado esa intención, y lo que se estaba provocando era que otra vez los políticos que tienen miedo de Luis Alfredo Ramos empezaran a mover piezas y a elaborar jugadas maquiavélicas para que en primer lugar demoraran el fallo en su caso; en segundo lugar para tratar que ese fallo sea condenatorio; y en tercer lugar aprovechando el caso del escándalo del abogado Gustavo Moreno para perjudicar al dirigente antioqueño.

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Como se diría en el coloquio popular, lograron el tercer escenario, y es relacionar lo que es imposible de relacionar, y con clara influencia política han logrado que la Fiscalía ordene investigarlo por su relación con el abogado Moreno.

Es bastante curioso que aun siendo una “nueva” Corte la que ordena la libertad de Ramos se le quiera hacer creer a la opinión pública y a la justicia que todo lo que ha salido favorable en el caso de Ramos Botero es por artimaña del abogado Gustavo Moreno, quien fue colocado por Néstor Humberto Martínez como fiscal anticorrupción y que así como Martínez confió en él, Ramos también lo hizo.

En enero de 2015 Dagoberto Charry Rivas asumió la defensa de Luis Alfredo Ramos y se ha logrado demostrar, como lo mencionamos en líneas anteriores, no con pruebas fabricadas sino con retractaciones y testimonios reales y permisos del gobierno, la inocencia de Luis Alfredo Ramos.

Foto redonda
Abogado Dagoberto Charry Rivas

“Ramos me llama a mí y me dice que el doctor Moreno ha renunciado, aquí está el certificado de pago de honorarios que se exige, yo quiero que asuma mi defensa. Pueden ser coincidencias, pero no hay manera de vincular una acción con la otra”, dijo refiriéndose a los presuntos vínculos con una red de corrupción que beneficiaba procesos de políticos ante la justicia.

(Lea también la entrevista a Dagoberto Charry aquí)

Por otro lado, Ramos había sido enfático en que hasta no tener un fallo de la Corte ni siquiera iba a hablar de política y los únicos recorridos que hizo fueron para dar a conocer su caso ante los sectores académicos del país.

360 ha podido establecer que de la misma manera que como hace cuatro años hay candidatos y precandidatos presidenciales celebrando este suceso contra Ramos, quienes vieron en el caso de Moreno la única posibilidad para atajar nuevamente y por segunda vez a Luis Alfredo Ramos Botero en un camino político que él ni siquiera había demarcado.

Acá lo que se está configurando es una nueva persecución contra Luis Alfredo Ramos y su familia. Se espera aun así que la Corte obre en derecho y emita un fallo pronto y en un sentido absolutorio en el caso de Ramos Botero.

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