“Lo que viene va a ser más fuerte, más intenso, contra los adoradores de la cruz y sus aliados”.
Por: Johan Sebastian Herrera Palacio
Varias explosiones sacudieron ayer el Manchester Arena, en un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande, dejando como resultado la muerte de 22 personas y cerca de 59 heridos.
Los hechos ya han sido calificados como atentado terrorista, y recientemente se conoció que el Estado Islámico se ha atribuido la autoría de dichos ataques, mediante un comunicado publicado en Telegram. El grupo yihadista afirmó que los actos son una «venganza de la religión de Dios» para «aterrorizar a los politeístas».
El texto finaliza con “lo que viene va a ser más fuerte, más intenso, contra los adoradores de la cruz y sus aliados”.
Mientras tanto, la autoridades de Reino Unido han capturado a un sospechoso de 23 años, del que se especula podría tener conexión con los ataques. La primera ministra británica, Theresa May, viajó inmediatamente a Manchester para supervisar la investigación. «Sabemos que un único terrorista hizo detonar un artefacto explosivo improvisado cerca de una de las salidas del lugar, eligiendo deliberadamente el momento y el lugar para provocar una matanza máxima y herir y matar indiscriminadamente», expresó la jefe de Gobierno.