Ya está más que anunciado que la prioridad del Gobierno de Gustavo Petro este año será sacar ante el Congreso reformas sociales, entre ellas la reforma pensional y la reforma laboral las cuales tienen mucha tela para cortar.
EDITORIAL
La reforma pensional, dice que Colpensiones administrará los aportes de hasta 3 salarios mínimos mensuales y los demás si pueden irse al fondo de pensiones privadas. Creemos que es una propuesta que afecta muchísimo al sector privado, que afecta principalmente al ahorro privado, la empleabilidad de los fondos privados, la estabilidad del poder adquisitivo, el stock de las personas que tendrían que pasar obligatoriamente a Colpensiones.
Las personas no deberían ser obligadas a cotizar en él en el sector público debería haber una libertad respecto a eso, porque es un dinero que las personas trabajan, es dinero que las personas ganan, es un dinero que las personas deberían disponer con libertad. Si quiere que lo maneje un político o si quieren que lo maneje una empresa privada, así de sencillo. No más hay que ver el rendimiento de las AFP en los últimos 5 años para que la gente se base en los números para tomar decisiones.
Bajo este concepto, Rodrigo Galarza; Ex Vice Presidente Ejecutivo Asofondos expresa “Primero pues no es el presidente de la república (Gustavo Petro), por fortuna, ni este, ni ningún otro, quien decide en qué se invierten los recursos de ahorro de los afiliados a los fondos de pensiones. Para eso el sistema que tenemos en vigencia, dispone que son unos agentes privados, profesionales con los equipos técnicos multidisciplinarios los que proyectan cuál debe ser la mejor manera de invertir los recursos.”
Creemos que si el gobierno lo que necesita es plata, porque el presidente es el que se quiere quedar con ese stock y desde campaña lo dijo, pues listo, que solamente obligue, si es que es negociable, a las personas que ganan hasta 2 salarios mínimos. Que sean ellos que obligatoriamente, quienes, tengan que ir a Colpensiones. Pero insistimos en que estamos en contra de que se le obligue a la gente a que tenga que cotizar allá por el hecho de ganar ese monto. No creemos que el Estado sea bueno administrando eso, además que esto afecta el abono, afecta el recurso privado de las personas que lo trabajan.
Rodrigo Galarza; Ex Vice Presidente Ejecutivo Asofondos fue enfático “De ocurrir esto, se estaría demostrando que no existe diversificación de los activos y que Colombia estaría sometida a la rentabilidad que el gobierno quiera ofrecer a los afiliados a los fondos. Es un error pensar que los recursos deben ser invertidos según el parecer del gobernante de turno”.
Ahora la reforma laboral no ataca, no propone nada; para mejorar la informalidad del país, que es lo más grave, que es lo más delicado.
Una informalidad que desde hace más de 15 años, nos acostumbramos a verla en más de 50% y es creciente. Petro se está basando en su ministra Gloria en un tema Popular, de masas, político, como el reconocimiento de los dominicales, del recargo nocturno, de reducir la jornada laboral; temas que insistimos no impactan a mejorar la formalidad del pais.
¿Qué es lo que el país tendría que estar persiguiendo? ¿Cómo generamos más empleo? porque hay mucho desempleo; Pero cómo hacemos que ese empleo sea de calidad y además sea formal.
Esta reforma laboral no ayuda a eso y la pensional insisto es una reforma que va a tener sus efectos en 20 o 30 años cuando ya Petro no este, aunque va a seguir aportando a la bomba de relojería que tiene Colombia, en cuanto a que no es un sistema sostenible, no es un sistema estructurado económicamente.
Esta no es la solución, pues en Colombia la gente no ahorra, el ahorro es forzado y esa reforma pensional, pues no toca la edad, que era necesaria tocarla Petro no lo va a hacer, se la deja también al otro presidente, dejando un problema grave. Son reformas para las principales ciudades, son reformas que desconocen la realidad de casi 12 departamentos, donde el desempleo es máximo, la informalidad es máxima, la gente solo quiere trabajar, tener dinero para poder vivir, comer, transportarse y vestirse y eso no está sobre la mesa.