Ya es hora de que la vicepresidente deje a un lado su papel de víctima y empiece a darse ella misma el lugar que le corresponde con dignidad, inteligencia y humildad. Y es que, las respuestas que le dio a Vicky Dávila en Semana fueron una muestra más del talante de este gobierno.
Dice la vicepresidente que “respeta la autonomía y soberanía de cada pueblo. Que cada pueblo decide como se organiza políticamente”, pero se niega a aceptar que los cubanos no deciden hace más de 60 años. Preocupa de sobremanera la desconexión de la realidad de la vicepresidente Francia Márquez cuando niega la dictadura en Cuba y dice que la dictadura la ha vivido es Colombia…. Y si Colombia es una dictadura, como asegura, ¿cómo es que hoy ella es vicepresidente de este país?
Preocupa también que la vicepresidente no solo admira el sistema de salud cubano, sino que además, quiere implantarlo en Colombia. Para Francia Márquez el que la dictadura cubana exporte médicos esclavos es un gran logro digno de admirar y replicar. Sin embargo, la realidad es que los médicos cubanos son esclavos del régimen castrista.
Y son esclavos porque, como lo expuso la congresista cubana del partido Republicano en Estados Unidos, María Elvira Salazar, los médicos de las misiones cubanas no reciben un salario, su salario lo recibe el régimen y al médico cubano la dictadura castrista le paga menos del 5% de lo que le cobra a los países cómplices que reciben estas “misiones médicas”.
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Adicionalmente, el régimen les deposita ese menos del 5% en una cuenta en Cuba para que solo a su regreso a la isla, pueda hacer uso de ese dinero. Es decir, el régimen le roba el dinero al médico y además le dice cuándo y donde puede gastarlo. Esto claramente no es de admirar como lo quiere hacer ver la vicepresidente colombiana, esto es esclavitud.
En conclusión, la vicepresidente debe tener claro que al ser funcionaria, debe responderle a todos los colombianos por sus actuaciones así no le guste. El “de malas, pueden llorar porque yo soy la vicepresidenta” es mejor que se lo reserve. Los colombianos estamos cansados del discurso de víctimas de los dirigentes de este país, lo que queremos es que empiecen a dar soluciones, incluso, a problemas que ellos mismos están generando. Ya basta con el: vengo de territorios olvidados, soy una mujer negra y empobrecida…más bien empiecen a dar resultados que realmente le funcionen al país.