La presidenta ejecutiva de (Acolgen) , Natalia Gutiérrez, enfatizó que el país está atravesando un momento decisivo para evitar una crisis energética, debido a un margen mínimo entre lo que se produce y lo que se consume. Esta situación ha sido agudizada por la prolongada sequía que se previó desde finales de 2023, afectando directamente a las plantas hidroeléctricas.
El fenómeno de El Niño, que ha impactado al país en los últimos meses, ha llevado a un aumento en la dependencia de las plantas térmicas, las cuales están funcionando a casi su máxima capacidad. «Acabamos de salir de un fenómeno de El Niño muy apretado entre oferta y demanda. El parque térmico ha cumplido con todas sus obligaciones, al igual que el hidráulico. Sin embargo, estamos en el punto más crítico de los últimos 30 años», señaló Gutiérrez.
Impacto por fenómenos climáticos, agravan la situación energética
A pesar de los esfuerzos realizados para almacenar agua desde octubre de 2023, los embalses no alcanzaron los niveles necesarios para afrontar el verano sin inconvenientes. Actualmente hay 4.500 megavatios de energía que aún no se han incorporado al sistema desde 2018, lo que agrava la crisis energética que enfrenta el país. Se descata que en medio de esta crisis, Colombia ha exportado energía a Ecuador, a pesar de que la generación térmica se ha incrementado para conservar agua en los embalses.
El contexto actual revela la necesidad urgente de diversificar las fuentes de energía, como los proyectos de energías renovables, especialmente los solares e hidroeléctricos. Sin embargo, advirtió que estas medidas son a largo plazo y no solucionarán la crisis inmediata.
Opciones para mitigar el riesgo
La presidenta de Acolgen hizo un llamado a las autoridades para que se actúe rápidamente. “La Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) nos ha dado señales claras de ahorro de agua que debemos cumplir, y el clima no ha estado a nuestro favor», indicó. En este sentido, la implementación de proyectos energéticos debe ser prioritaria para asegurar el abastecimiento en el corto plazo.
El panorama para el sector eléctrico en Colombia es preocupante. Con la llegada del verano, el riesgo de un apagón se intensifica; se deben estar conscientes de la gravedad de la situación. Las proyecciones no son optimistas si no se implementan medidas inmediatas y efectivas para diversificar las fuentes de energía y mejorar la gestión de los recursos disponibles.
El compromiso de los sectores público y privado es crucial para enfrentar este desafío. El tiempo apremia, y la capacidad de respuesta del país determinará si podrá evitar un apagón que podría tener repercusiones significativas en la economía y en la vida diaria de millones de colombianos.
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