Esta movilización, liderada por agricultores y respaldada por la Asociación de Campesinos Defensa Páramo de Berlín, busca defender sus derechos y la posibilidad de continuar trabajando en tierras que consideran fundamentales para su subsistencia.
Campesinos en Paro Indefinido por Ley que Prohíbe Actividades en Páramos
La protesta ha tomado fuerza en municipios estratégicos, particularmente en Mutiscua, así como en los corregimientos de La Laguna y El Cerrito, ubicados en la vía que conduce a Málaga. Además, los campesinos están bloqueando accesos en el sector de Higueras, en la carretera Bogotá-Sogamoso, así como en los corregimientos de Berlín, El Picacho y el corredor que conecta a la costa Caribe.
El desencadenante de este paro es el decreto 044, que limita significativamente la capacidad de trabajo en tierras ubicadas en los páramos, considerados ecosistemas de alta fragilidad. Los agricultores sostienen que estas restricciones ponen en riesgo no solo su sustento, sino también el modo de vida de comunidades enteras que dependen de estas actividades.
Los páramos de Colombia, vitales para la regulación del agua y la biodiversidad, han sido objeto de debate en los últimos años. Sin embargo, los agricultores argumentan que la implementación de políticas restrictivas sin alternativas viables afecta desproporcionadamente a quienes han cultivado estas tierras durante generaciones.
La movilización ha generado preocupación en el sector productivo del país, especialmente en las rutas afectadas que conectan ciudades como Bucaramanga, San Gil, Málaga, Cúcuta, Bogotá y la Costa Atlántica. Las autoridades locales están trabajando para minimizar el impacto en la movilidad y facilitar el diálogo entre los campesinos y el gobierno.
Las comunidades afectadas se organizan en asambleas para discutir la situación y formular propuestas que permitan la coexistencia de la conservación del medio ambiente con el desarrollo agrícola. «No estamos en contra de la protección del páramo, pero sí exigimos ser escuchados en nuestras necesidades como agricultores», declaró un representante de la Asociación de Campesinos Defensa Páramo de Berlín.
Los líderes de la movilización han hecho un llamado al gobierno para que se abra un espacio de diálogo y se reconsideren las políticas que han llevado a esta situación. «Es fundamental encontrar un equilibrio entre la conservación ambiental y la producción agrícola. La tierra es nuestra vida, y no podemos permitir que se nos despoje de ella sin escuchar nuestra voz», añadieron.
Con la llegada de las festividades de fin de año, los campesinos esperan que sus demandas sean tomadas en cuenta y que se puedan establecer acuerdos que les permitan continuar con sus actividades productivas sin temor a represalias legales.
La situación plantea una serie de interrogantes sobre la capacidad del Estado para gestionar los conflictos entre la conservación ambiental y las necesidades económicas de las comunidades rurales. Los campesinos, en pie de lucha, se mantienen firmes en su objetivo de defender su derecho al trabajo y su conexión ancestral con la tierra.