Con una inversión de aproximadamente 1.300 millones de dólares, la primera fase del Puerto de Chancay, en la costa central de Perú, ya es una realidad. Inaugurado en noviembre de 2024, el puerto se perfila como un centro logístico de primer nivel, no solo para el comercio nacional, sino como un punto clave para las relaciones comerciales entre Asia y Latinoamérica.
Puerto de Chancay: la Nueva infraestructura logística que impulsa el comercio internacional
La historia del puerto de Chancay comenzó en 2007, cuando el almirante en retiro Juan Ribaudo de la Torre, un destacado empresario pesquero peruano, ideó la construcción de un embarcadero para su flota industrial en la región.
Con la visión de desarrollar un puerto de gran escala, Ribaudo comenzó los estudios oceanográficos y geotécnicos en la zona. Sin embargo, antes de que pudiera ver su sueño cumplido, el empresario falleció, pero la iniciativa no se detuvo.
La familia Ribaudo y otros inversionistas peruanos continuaron con el proyecto, y en diciembre de 2015 comenzaron a buscar socios internacionales que pudieran aportar su experiencia y capital.
En 2017, recibieron la propuesta de la multinacional china Cosco Shipping, la cual no solo veía la oportunidad de construir infraestructura portuaria, sino también de crear un clúster logístico, industrial y tecnológico entre el puerto de Callao y Chancay. La propuesta incluía, además, la creación de zonas económicas especiales, inspiradas en modelos exitosos de otros países de la región, como Colombia.
La primera fase del puerto ha sido diseñada con tecnología de vanguardia. Según el almirante Carlos Tejada, presidente de la terminal portuaria, el Puerto de Chancay cuenta con 141 hectáreas de área portuaria y es completamente eléctrico. Los 1.500 metros de muelle, de los cuales 860 metros están destinados a contenedores, funcionan de manera autónoma.
Este sistema automatizado no requiere la intervención de operadores humanos en las grúas o en los camiones que transportan los contenedores. Estos últimos son eléctricos y se manejan mediante un software que optimiza tanto la productividad como el consumo energético, logrando un aumento de más del 25% en la eficiencia y reduciendo el gasto energético en un porcentaje similar.
Además, la infraestructura está pensada para recibir las naves más grandes del mundo. Con una profundidad superior a los 17,8 metros, el puerto podrá recibir buques de hasta 21.000 contenedores, lo que lo convierte en un puerto de escala global.
Esta capacidad es clave para fortalecer el comercio internacional, especialmente entre Asia y Latinoamérica, dos mercados que, según Tejada, aún dependen en gran medida de la exportación de materias primas.
El Puerto de Chancay no es solo un proyecto ambicioso, sino también una apuesta por el futuro del comercio internacional en la región. La infraestructura es solo la primera etapa de un plan que contempla cuatro fases de desarrollo. Si el mercado responde favorablemente y el volumen de contenedores alcanza el millón anual, la segunda etapa podría comenzar el próximo año.
Este proceso implicaría la realización de estudios de ingeniería y ambientales, así como la obtención de los permisos correspondientes, con un plazo estimado de cinco años para su finalización. En esta etapa, se agregarían cuatro nuevos muelles, lo que incrementaría significativamente la capacidad operativa del puerto.
El desarrollo de este puerto de última generación representa no solo un avance significativo para el comercio peruano, sino también una oportunidad para posicionar a Chancay como uno de los principales nodos logísticos del Pacífico suramericano. Con la combinación de inversión privada, tecnología de punta y visión a largo plazo, el Puerto de Chancay se perfila como un pilar clave para el crecimiento económico de Perú y la región.
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