La inclusión del impuesto al carbono en la Reforma Tributaria ha generado una fuerte polémica en Colombia, especialmente desde el sector transporte. La Federación de Transportadores de Carga (Fedetranscarga) ha advertido sobre el impacto negativo que esta medida podría tener no solo en el gremio, sino también en el bolsillo de los hogares colombianos.
Según el gremio, el aumento del impuesto al diésel (ACPM) sería «confiscatorio» y afectaría directamente la cadena de suministro, encareciendo productos de la canasta familiar.
El impacto que generaría el impuesto al carbono en la Reforma Tributaria
De acuerdo con Fedetranscarga, la propuesta del Gobierno Nacional contempla un aumento del 112 % en el impuesto al carbono aplicado al ACPM, pasando de $211 a $447 por galón a partir de 2025. Este incremento busca recaudar hasta $2.8 billones entre 2025 y 2027, pero el gremio señala que la medida no tiene un objetivo ambiental claro y carece de mecanismos efectivos para reducir las emisiones del transporte de carga.
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“El propósito de este aumento impositivo no es ambiental ni busca mejorar la calidad del aire en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali; solo grava con más fuerza el ACPM y, de paso, encarece los 234 millones de toneladas de mercancías que se transportan por carretera”, señala el comunicado emitido por la organización.
Impacto en la economía y los hogares
La Federación de Transportadores de Carga también subraya que el nuevo impuesto podría tener consecuencias graves para el sector transporte y la economía nacional. Argumentan que, con una economía ya estancada, los mayores costos del ACPM repercutirán en toda la cadena de suministro, encareciendo productos esenciales que consumen las familias colombianas. Esto, según el gremio, representa un golpe directo a la canasta familiar, ya que el transporte de carga es vital para la distribución de bienes básicos.
Así mismo, el gremio de transportadores destaca que los efectos sobre las emisiones de carbono serían nulos, ya que estas dependen más de factores como la modernización del parque automotor, la calidad de los combustibles y las mezclas con biodiésel, entre otros aspectos.
“La reforma tributaria no desincentiva las emisiones del transporte, sino que afecta el margen de los transportadores y las empresas, complicando aún más las condiciones económicas de operación en un sector ya golpeado por la inseguridad y los problemas operativos”, explica el comunicado de la agremiación.
Un panorama desalentador
En ese sentido, Fedetranscarga consideró que la medida del Gobierno del presidente Petro, lejos de promover un desarrollo sostenible, parece enfocada únicamente en aumentar los ingresos fiscales del Gobierno. Además, en el comunicado señalaron que este tipo de impuestos, si bien representan un alivio para las finanzas públicas, tienen un costo elevado en términos sociales y económicos.
“El crecimiento de la tarifa del impuesto al carbono dará mayores recaudos al Gobierno Nacional, pero a costo del margen de los transportadores y las empresas de transporte”, concluye el gremio.
El impuesto al carbono en la Reforma Tributaria plantea un reto significativo para la economía del país. Mientras el Gobierno defiende la medida como una estrategia fiscal, los gremios alertan sobre las repercusiones que podrían debilitar aún más la economía familiar y empresarial. Queda por ver el trámite que tendrá este proyecto que ha causado tanta polémica y si el Congreso ajustará esta propuesta debido a muchas críticas que ha recibido, o por el contrario logra ser aprobada tal y como la presentó el Gobierno.
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