Esta semana empezó con una noticia que ha generado muchas preguntas en los usuarios de redes sociales. Corea del Norte admite por primera vez que ha enviado soldados a luchar en la guerra de Ucrania.
En un hecho sin precedentes, el régimen de Kim Jong-un confirmó que unidades de su ejército han combatido junto a las fuerzas rusas en el frente de batalla de Ucrania. Tropas norcoreanas participaron codo con codo con el Ejército ruso en la región de Kursk, en el oeste de Rusia, marcando la primera intervención directa de Corea del Norte en un conflicto internacional en décadas.
La admisión, difundida este lunes a través de la agencia estatal KCNA, llegó tras meses de especulaciones sobre la presencia de militares norcoreanos en el terreno y supone una escalada significativa en la guerra de Ucrania, con implicaciones geopolíticas de gran alcance.
La revelación pública de Pyongyang desató reacciones inmediatas tanto en Moscú como en la propia Corea del Norte. El presidente ruso, Vladímir Putin, expresó su agradecimiento personal a Kim Jong-un por el apoyo militar norcoreano.
“Nuestros amigos coreanos actuaron basándose en un sentido de solidaridad, justicia y auténtica camaradería. Lo apreciamos mucho y estamos sinceramente agradecidos personalmente al presidente de Asuntos de Estado, camarada Kim Jong-un, a toda la dirección y al pueblo de la RPDC (República Popular Democrática de Corea)”, declaró Putin en un comunicado del Kremlin. Por su parte, Kim Jong-un justificó el despliegue de sus soldados como parte de la defensa de Rusia.
Según la Comisión Militar Central norcoreana, Kim tomó la decisión de enviar tropas para “aniquilar a los ocupantes neonazis ucranios y liberar” el territorio invadido en cooperación con el ejército ruso. Asimismo, Kim prometió erigir un monumento en Pyongyang para honrar las hazañas de estos “héroes” caídos y brindar apoyo a sus familias.
Contexto de la guerra en Ucrania e impacto de la participación de Corea del Norte

La guerra en Ucrania inició en febrero de 2022, cuando Rusia lanzó una invasión a gran escala sobre territorio ucraniano. Desde entonces, el conflicto se ha prolongado por más de tres años, convirtiéndose en la peor conflagración en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Ucrania, apoyada con armamento y ayuda financiera de países occidentales, logró frenar el avance inicial ruso y lanzó contraofensivas para recuperar territorio. Sin embargo, los combates continuos han llevado a un estancamiento sangriento, con graves pérdidas en ambos bandos y escasas perspectivas de una victoria rápida.
En este contexto, Rusia ha buscado aliados que le ayuden a sostener su esfuerzo bélico frente a la presión internacional y las sanciones económicas. Corea del Norte –un país aislado internacionalmente pero aliado histórico de Moscú– había expresado retóricamente su apoyo a Rusia desde el inicio de la guerra, incluso suministrando armas y municiones de artillería al ejército ruso.
No obstante, hasta ahora Pyongyang no había participado abiertamente con personal militar en el conflicto. La confirmación de que soldados norcoreanos han luchado en Ucrania implica que la guerra deja de ser un enfrentamiento limitado a Europa del Este para involucrar directamente a actores de otros continentes, ampliando el alcance internacional del conflicto.
Paralelamente, se han hecho esfuerzos diplomáticos para detener la violencia. A pesar de diversas iniciativas de paz y alto el fuego –incluida la reciente mediación del presidente estadounidense Donald Trump, quien se reunió con su homólogo ucraniano Volodímir Zelenski en el Vaticano sin grandes avances– las hostilidades persisten. La implicación de Corea del Norte añade complejidad adicional a estas negociaciones, al introducir un nuevo elemento de alineamientos internacionales en la guerra.
La alianza militar Pyongyang-Moscú

La participación norcoreana no fue espontánea, sino que se enmarca en un tratado de alianza estratégica firmado entre Pyongyang y Moscú. En junio de 2024, Kim Jong-un y Vladímir Putin suscribieron un Acuerdo de Asociación Estratégica Integral que contempla la asistencia militar mutua en caso de guerra.
El artículo 4 de dicho tratado obliga a defender al otro país si es atacado, proporcionando “todos los medios disponibles” para ayuda militar inmediata. Este pacto –el mayor acuerdo de defensa entre ambos países desde la Guerra Fría– sirvió de base legal para que Kim invocara la ayuda a Rusia una vez que parte de su territorio fue ocupado por fuerzas ucranianas.
No obstante, esta estrecha colaboración militar ha alarmado a la comunidad internacional. El acuerdo no solo significó apoyo de Corea del Norte a Rusia, sino que abrió la puerta a posibles transferencias de tecnología militar y nuclear en sentido contrario, algo que podría desestabilizar la región de Asia-Pacífico.
De hecho, funcionarios surcoreanos y estadounidenses temen que Moscú retribuya la ayuda norcoreana compartiendo conocimientos en armamento avanzado que fortalezcan el programa de misiles y armas nucleares de Kim.
Le puede interesar: Los principales usos que se le da al agua dulce en Colombia y América Latina
Además, Pyongyang podría recibir asistencia económica y recursos energéticos por parte de Rusia, aliviando en parte el peso de las sanciones internacionales que enfrenta. En suma, la guerra de Ucrania ha propiciado la consolidación de un nuevo eje militar entre Corea del Norte y Rusia, cuyos efectos podrían sentirse más allá del teatro europeo.
La intervención directa de Corea del Norte en la guerra de Ucrania ha provocado preocupación y condenas en la comunidad internacional. Estados Unidos exigió el fin inmediato del despliegue norcoreano en apoyo a Rusia. El Departamento de Estado, liderado por el secretario Marco Rubio, declaró este lunes su profunda inquietud por la implicación de Pyongyang y enfatizó que “el despliegue militar [norcoreano] para Rusia […] debe terminar”. Washington advirtió que los terceros países que respaldan la agresión rusa, como Corea del Norte, serán considerados responsables de la prolongación y escalada de la guerra.
En la vecina Corea del Sur las noticias encendieron las alarmas. El Ministerio de Unificación surcoreano instó con urgencia a Pyongyang a retirar inmediatamente sus tropas de Rusia, calificando el apoyo norcoreano a la “invasión ilegal” de Ucrania como “una grave provocación para la seguridad internacional”. Seúl denunció que sacrificar a jóvenes soldados norcoreanos en una guerra ajena constituye “un acto contra la humanidad” por parte del régimen de Kim Jong-un. Otros gobiernos occidentales también condenaron la extensión del conflicto, viendo la mano de Pyongyang como un factor desestabilizador adicional en una guerra ya de por sí peligrosa.
Por su parte, China –principal aliado y sostén económico de Corea del Norte– ha mantenido oficialmente una posición neutral en el conflicto de Ucrania. Beijing no ha participado directamente y ha llegado a desmentir rotundamente cualquier implicación de ciudadanos chinos combatiendo en Ucrania, calificando esas acusaciones de “irresponsables”.
Le puede interesar: En vivo: Revise aquí si su ciudad o municipio tiene riesgo de contagio de fiebre amarilla