El Banco de la República presentó su más reciente Reporte de Estabilidad Financiera correspondiente al primer semestre de 2025. En este documento, la entidad analiza las principales vulnerabilidades del sistema financiero colombiano y entrega un diagnóstico macroeconómico donde destaca que, pese a que la inflación mantiene una tendencia descendente, esta permanecería por encima del rango objetivo del 3%.
La inflación, según el reporte, se ubicó en 5,05% en mayo, en un contexto de recuperación económica y estabilidad relativa en el mercado laboral. No obstante, las expectativas a uno y dos años continúan por fuera del rango meta, debido a factores como la incertidumbre global, los conflictos geopolíticos y la reciente apreciación del dólar que encarece las importaciones.
Panorama general: Uno de los principales puntos de alerta es la fragilidad de la situación fiscal del país. El informe evidencia un incremento en el déficit fiscal y una caída en los ingresos tributarios, lo que limita el espacio de maniobra del Gobierno para implementar políticas contracíclicas. El gerente del Banco, Leonardo Villar, fue enfático en señalar que “la economía continuará enfrentando menores ingresos tributarios y presiones de gasto en el corto plazo”.
El posible abandono de la regla fiscal por parte del Gobierno ha generado especial preocupación. Analistas del sector, como Andrés Velasco, presidente de Asofondos, advierten que una percepción de deterioro fiscal podría elevar las tasas de interés de los TES, afectando directamente el mercado de deuda pública y las carteras de inversión de los principales tenedores, entre ellos, la banca.
Banco de la República advierte sobre riesgos fiscales y exposición bancaria a TES en 2025
Por qué es importante: Uno de los hallazgos más llamativos del reporte es que los bancos se han convertido en los segundos mayores tenedores de TES, una situación que no se observaba desde hace casi diez años. Esta acumulación de deuda soberana por parte del sistema financiero implica una mayor exposición al riesgo de mercado, especialmente si se producen choques de confianza en los inversionistas o una degradación adicional de la calificación soberana.
La entidad advierte que esta concentración de TES, sumada a la volatilidad global, puede amplificar los efectos negativos ante eventos adversos. En este sentido, el Banco recomienda mantener una estricta vigilancia regulatoria y prudencial sobre este tipo de exposiciones.
IB crecería 2,6% en 2025, pero persisten amenazas externas
El Banco mantiene su proyección de crecimiento económico del 2,6% para 2025, cifra ligeramente superior al 2,4% estimado por el FMI. La economía muestra señales de recuperación, con una mejora en la colocación de crédito y el aumento en las inversiones, principalmente en deuda pública.
Sin embargo, el reporte también advierte sobre riesgos externos significativos. Entre ellos se destacan:
La volatilidad de los mercados financieros globales.
El posible debilitamiento de la posición fiscal.
Y las repercusiones de una eventual recesión en los principales socios comerciales del país
Detalles:
En términos de salud financiera, los establecimientos de crédito (EC) muestran niveles adecuados de solvencia y liquidez, con una rentabilidad que continúa su recuperación desde mediados de 2024. Los activos del sistema financiero alcanzaron los $3.285,6 billones a marzo de 2025, con una recomposición de portafolio que favorece los TES y una recuperación paulatina de la cartera, especialmente en las modalidades de vivienda y microcrédito.
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El análisis presentado en esta edición del Reporte permite concluir que el sistema financiero colombiano ha mostrado resiliencia ante la volatilidad del mercado global y los riesgos locales, manteniendo niveles de capital y liquidez adecuados.Si… pic.twitter.com/OSY1E4a3HJ
— Banco República 🇨🇴 (@BancoRepublica) June 11, 2025
Finalmente, el Banco de la República reiteró que las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) continuarán recibiendo recursos del Pilar Contributivo, como parte del proceso de delegación de la administración de fondos pensionales. Esta medida busca evitar alteraciones drásticas en el valor de los activos administrados, en un entorno ya de por sí desafiante.
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