Así le fue al sistema financiero colombiano en abril: activos superan los $3.330 billones

El sistema financiero colombiano creció en activos y utilidades en abril, mostrando solidez pese a desafíos en la cartera.

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El sistema financiero colombiano registró un desempeño positivo en abril de 2025, con un crecimiento sostenido en activos, utilidades y estabilidad en los principales indicadores de cartera, inversión y solvencia.

Según el informe mensual de la Superintendencia Financiera, los activos del sistema ascendieron a $3.330,6 billones, con una variación anual nominal del 11,5% y real del 6,0%.

Del total de activos, $1.623,7 billones correspondieron a recursos propios de las entidades vigiladas, mientras que los $1.706,8 billones restantes fueron recursos de terceros bajo administración. Este comportamiento refleja una relación de activos totales a PIB de 190,5%, lo que demuestra el alto grado de profundización del sistema financiero en la economía nacional.

Sistema financiero colombiano

Las utilidades acumuladas del sistema financiero alcanzaron los $31,5 billones en abril, superando los $24,8 billones registrados en el mismo mes de 2024. Los establecimientos de crédito lideraron este resultado con $4,6 billones en ganancias, seguidos por aseguradoras ($1,9 billones), instituciones oficiales especiales ($1,5 billones) y fiduciarias ($286.900 millones).

Crédito en el sistema financiero colombiano

En materia de crédito, la cartera total ascendió a $719,5 billones, representando el 41,1% del PIB. A pesar de que la variación real anual fue de -0,3%, se evidencian signos de recuperación, especialmente en la cartera comercial, que encadenó su quinto mes consecutivo de crecimiento real positivo. Los desembolsos en este segmento sumaron $26,8 billones.

El comportamiento de la cartera de consumo sigue mostrando rezagos, con una contracción real del 5,6% anual. Esta caída fue impulsada principalmente por la disminución en los créditos de libre inversión y tarjetas de crédito. En contraste, el crédito de consumo para empleados presentó un crecimiento del 5,8%.

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La cartera hipotecaria mantuvo una senda positiva, con un aumento real anual del 4,7%, siendo la vivienda de interés social (VIS) la más dinámica, con una variación de 14,9%. También se destacó el microcrédito, que completó 50 meses de crecimiento sostenido, alcanzando un saldo de $20,8 billones y desembolsos mensuales por $1,4 billones.

En términos de calidad de cartera, el saldo vencido mayor a 30 días disminuyó 12,5% real frente a abril de 2024, con especial mejoría en la cartera de consumo (-27,7%). El indicador general de mora se ubicó en 4,6%, mientras que la cobertura por provisiones fue del 126,5%, es decir, las entidades tienen más de $1,2 disponibles por cada peso en mora.

Las inversiones del sistema financiero totalizaron $1.511,4 billones, equivalentes al 86,4% del PIB, impulsadas por mayores saldos en títulos de tesorería y derivados de negociación. El 57% de estas inversiones corresponden a recursos de terceros administrados, especialmente por sociedades fiduciarias y fondos de pensiones.

En cuanto a liquidez, los establecimientos de crédito mantuvieron una posición sólida. Los activos líquidos ajustados fueron el 14,3% del total de activos, y el indicador de riesgo de liquidez (IRL) se situó en 184,1%, lo que representa una mejora frente al mes anterior. El Coeficiente de Fondeo Estable Neto (CFEN) también se ubicó por encima del mínimo regulatorio: 117,9% para todo el sistema.

Por último, la solvencia total de los bancos alcanzó el 16,6%, superando el mínimo requerido. Las corporaciones financieras presentaron una solvencia del 48,7%, mientras que las cooperativas financieras registraron 38,4%. Estos datos reflejan un sistema financiero bien capitalizado y resistente a posibles choques.

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En resumen, abril dejó un balance favorable para el sector financiero colombiano, con crecimiento en activos, estabilidad en la cartera y utilidades al alza. Aunque algunos segmentos, como el consumo, siguen mostrando debilidad, los indicadores generales permiten prever una recuperación progresiva, en línea con el mejor entorno macroeconómico del país.

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