La tos aguda o tos paroxística, un patrón de tos seca, violenta y repetitiva, puede prolongarse por hasta ocho semanas y, en muchos casos, es tan intensa que interrumpe la respiración, provoca dolor e incluso incapacita temporalmente. Especialistas advierten que su agresividad lleva a menudo a confundirla con enfermedades respiratorias como COVID-19 o influenza.
Tos aguda: síntomas, causas y cuándo buscar atención médica
Este tipo de tos se manifiesta en episodios conocidos como quintas de tos: ataques repentinos y prolongados que pueden desencadenar vómitos, enrojecimiento facial y, en situaciones graves, cianosis, una tonalidad azulada en la piel causada por la falta de oxígeno. En algunos casos, tras la crisis de tos, la inhalación de aire produce un sonido agudo característico denominado “canto de gallo”, un signo típico de la tos ferina.
Aunque muchas personas intentan sobrellevar la tos paroxística con remedios caseros, los médicos advierten que no debe subestimarse. Si los episodios se acompañan de fiebre alta, dolor en el pecho, vómitos persistentes o expectoración con sangre, es fundamental buscar atención médica para descartar infecciones graves o complicaciones respiratorias.
Para quienes la padecen, los expertos recomiendan:
Descanso adecuado, para permitir que el cuerpo se recupere.
Hidratación constante, que ayuda a calmar la irritación de la garganta.
Evitar irritantes, como el humo de tabaco o la contaminación.
Consumir miel, por sus propiedades calmantes y suavizantes para la garganta.
La automedicación, especialmente con antibióticos o jarabes sin prescripción, no es aconsejable, ya que podría enmascarar síntomas y retrasar un diagnóstico preciso.
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