El Índice de Confianza del Consumidor (ICC), presentado por Fedesarrollo, registró en julio de 2025 un balance positivo de 5,3%, lo que supone un aumento de 3,1 puntos porcentuales respecto a junio (2,2%) y un repunte de 14,3 puntos frente al mismo mes de 2024, cuando estaba en terreno negativo (-9,0%), según la más reciente Encuesta de Opinión del Consumidor (EOC) de Fedesarrollo.
El resultado, que ubica la confianza en su mejor nivel del último año, se explica por un incremento en el Índice de Condiciones Económicas (ICE) de 5,6 puntos y una mejora de 1,4 puntos en el Índice de Expectativas del Consumidor (IEC). En términos simples, los hogares colombianos ven con mejores ojos tanto su situación actual como el futuro económico del país.
De hecho, si se compara el promedio de lo corrido del tercer trimestre con el segundo, el avance es claro: el ICC subió 8,7 puntos, la disposición a comprar bienes durables mejoró 9,6 puntos y la valoración sobre la situación del hogar y del país aumentó 8,1 y 7,1 puntos, respectivamente.
Cuatro de cinco ciudades reportaron mayor confianza del consumidor
El repunte de julio no fue homogéneo, pero sí generalizado en las principales ciudades. Barranquilla (+17,4 puntos), Bucaramanga (+16,2 puntos), Medellín (+13,0 puntos) y Cali (+1,5 puntos) mostraron avances, mientras que Bogotá tuvo una ligera caída (-1,5 puntos). Pese a este descenso, la capital mantiene un balance positivo de 6,3%.
En el desglose por estratos, el estrato medio fue el único que registró un incremento significativo (+8,4 puntos). El estrato bajo retrocedió 1,7 puntos y el alto cayó 8,5 puntos.
Vivienda y bienes durables, dos caras del consumo
El informe muestra que en julio la disposición a comprar vivienda aumentó 4,5 puntos porcentuales frente a junio, alcanzando un balance de -14,3%. Aunque sigue en terreno negativo, es una mejora respecto a julio de 2024 (-26,6%). Bogotá lideró el incremento (+11,5 puntos), seguida por Medellín (+2,9) y Bucaramanga (+0,3). Cali y Barranquilla, en cambio, retrocedieron.
En cuanto a bienes durables —muebles, electrodomésticos y similares—, el balance se mantuvo en 8,2%, igual que en junio, pero con un salto notable frente a julio del año pasado (+20,2 puntos). Barranquilla (+42,0), Bucaramanga (+34,9) y Medellín (+15,2) fueron las ciudades que más impulsaron este indicador, mientras Bogotá y Cali bajaron.
El panorama cambia al hablar de vehículos. La disposición a comprar carro cayó a -36,5%, es decir, 7 puntos menos que en junio. Pese a la caída mensual, el indicador sigue por encima de julio de 2024, cuando marcaba -54,1%.
El Índice de Expectativas del Consumidor pasó de 3,8% en junio a 5,2% en julio, lo que sugiere que, aunque hay optimismo, este avanza a un ritmo más moderado que la mejora en las condiciones actuales. Dentro de este indicador, las respuestas sobre si el hogar estará mejor en un año siguen siendo positivas (25,9%), pero la visión sobre el país en general es más prudente (-9,5%).
El Índice de Condiciones Económicas, por su parte, logró un salto de -0,2% a 5,4%, gracias a que más hogares perciben que les está yendo mejor que hace un año y consideran que es un buen momento para adquirir bienes de mayor valor.
¿Qué significa para la economía?
El aumento de la confianza del consumidor es una señal favorable para el comercio y la inversión, especialmente en un contexto de desaceleración económica global. Un consumidor más optimista tiende a gastar más, lo que dinamiza sectores como vivienda, electrodomésticos y servicios.
Sin embargo, los analistas advierten que la mejora no necesariamente implica una recuperación sólida y sostenida. Factores como la inflación, el empleo y la estabilidad política seguirán influyendo en las decisiones de gasto de los hogares colombianos en lo que resta del año.
En conclusión, el mes de julio dejó un mensaje claro: el consumidor colombiano, aunque cauteloso, empieza a ver la economía con más optimismo. Queda por ver si esta tendencia se mantiene y logra traducirse en un impulso real para la actividad económica del país.