El tiempo suele borrar señales, pero algunas logran resistir a la memoria colectiva. Ese es el caso del icónico letrero del Aeropuerto El Dorado, instalado en octubre de 1959 bajo la torre de control, que por más de cinco décadas dio la bienvenida a millones de viajeros y se convirtió en un punto de referencia para Bogotá.
Hoy, en el aniversario 65 de la terminal aérea, el aviso regresa restaurado para ser exhibido en la Terminal 2, el antiguo Puente Aéreo, como un homenaje que conecta el pasado con el presente.
La iniciativa, liderada por la Aeronáutica Civil y OPAIN, busca recordar que el Aeropuerto El Dorado no solo es la principal puerta de entrada a Colombia, sino también un escenario cargado de historia, identidad y emociones. En 2012, cuando la terminal vivía una de sus mayores transformaciones, las letras originales fueron retiradas. Ahora, tras un trabajo de restauración conservativa, volverán a recibir a viajeros y visitantes como un símbolo patrimonial de la ciudad.
Un legado que trasciende generaciones en el Aeropuerto El Dorado
Inaugurado en 1959 en reemplazo del Aeródromo de Techo, el Aeropuerto El Dorado fue bautizado con el nombre de la legendaria ciudad de oro que inspiró a conquistadores y que aún evoca riqueza cultural y natural en la memoria de los colombianos. Desde entonces, la terminal se consolidó como motor de desarrollo económico y social para Bogotá y el país.
Hoy, seis décadas después, el aeropuerto conecta a Colombia con 102 destinos —45 nacionales y 57 internacionales— y es reconocido como el principal hub aéreo de Latinoamérica en transporte de pasajeros y carga. Esa dimensión no impide que gestos como la restauración del letrero recuperen la esencia emocional de un espacio que ha acompañado despedidas, encuentros y transformaciones urbanas.
Natalí Leal, gerente general de OPAIN, lo resumió de manera clara: “El antiguo letrero de El Dorado representa un hito en la historia de la infraestructura de Colombia y es un puente emocional que conecta generaciones de viajeros con el pasado de Bogotá. Este símbolo nos recuerda de dónde venimos y nos impulsa a seguir proyectando el aeropuerto y el país hacia un futuro más conectado, sostenible y competitivo”.
El valor de la memoria en el Aeropuerto El Dorado
El acto no es solo una restauración física: es también una invitación a redescubrir la importancia del patrimonio urbano. Para el brigadier general (r) José Henry Pinto Rodríguez, director de la Aeronáutica Civil, el regreso del aviso histórico reafirma que el Aeropuerto El Dorado no pertenece únicamente a Bogotá, sino a toda Colombia. “Honramos esa memoria consolidando a El Dorado como uno de los más importantes aeropuertos del continente. Queremos que propios y visitantes conozcan la grandeza de nuestro país”, afirmó.
El gesto conecta con un momento particular de la capital: mientras Bogotá cumple 487 años de fundación, el aeropuerto celebra 65 años de servicio. La coincidencia refuerza la idea de que la ciudad y su terminal aérea han crecido de la mano, acompañándose en sus retos y transformaciones.
La pieza restaurada no será un objeto aislado. Estará disponible para el público, lista para ser fotografiada, compartida en redes sociales y reinterpretada por nuevas generaciones que, aunque no vivieron su instalación original, podrán reconocer en ella un fragmento de la historia de la ciudad.
El Aeropuerto El Dorado es mucho más que una infraestructura. Es un escenario donde la memoria se mezcla con las historias personales de millones de pasajeros. Desde su apertura, ha sido testigo de despedidas dolorosas, reencuentros felices, ilusiones de viaje y retornos esperados. Ese componente humano es lo que convierte a la restauración del letrero en un acto emotivo: no se trata únicamente de hierro forjado, sino de un recuerdo compartido por generaciones.
Además, el aeropuerto se ha esforzado por mantener un rol activo en el desarrollo sostenible. Sus estándares de servicio, reconocidos internacionalmente, lo han convertido en ejemplo de eficiencia, conectividad y compromiso ambiental. Sin embargo, en este aniversario, la apuesta no estuvo en una nueva ampliación o un récord de pasajeros, sino en rescatar un símbolo cargado de historia.
La restauración del letrero de 1959 recuerda que, a pesar de las innovaciones y modernizaciones, el Aeropuerto El Dorado sigue teniendo un corazón que late al ritmo de la memoria de Bogotá. Un lugar donde tradición y futuro se encuentran, y donde cada viajero, al entrar o salir, lleva consigo un pedazo de esa historia.