El más reciente informe de la Superintendencia de Sociedades, presentado el 27 de agosto de 2025, ofrece un panorama revelador sobre el comportamiento financiero del fútbol colombiano FPC. Con corte a diciembre de 2024, el estudio confirma que los clubes profesionales no solo sobreviven a los retos del entorno económico, sino que avanzan hacia un modelo más sólido y sostenible.
El análisis, elaborado con información de 34 clubes constituidos como sociedades anónimas y de dos asociaciones tradicionales (Deportivo Cali y Deportivo Pasto), clasifica los resultados en variables como taquilla y abonos, venta de artículos deportivos, participación en torneos internacionales, publicidad y patrocinio, así como derechos de televisión y auxilios.
Uno de los hallazgos más relevantes es el crecimiento de los activos totales de los clubes, que pasaron de $847 mil millones en 2023 a $908 mil millones en 2024, lo que representa un incremento del 7,15%. En paralelo, el patrimonio alcanzó los $350 mil millones, un aumento del 6,27% respecto al año anterior. Este comportamiento refleja mayor capacidad de acumulación de recursos y mayor confianza en las operaciones de los equipos del FPC
¿Millonarios o Nacional?
En el primer lugar se encuentra Millonarios con ingresos que alcanzan los $106.470 millones, seguido por Atlético Nacional, con ingresos por $87.300 millones.
- Millonarios: $106.470 millones
- Atlético Nacional: $87.394 millones
- Junior $66.233 millones
- América: $49.912 millones
- Independiente Santa Fe: $48.201 millones
El FPC en cifras: ingresos, patrimonio y taquilla
Los ingresos ordinarios de los clubes crecieron un 2,7%, un resultado que, aunque moderado, confirma la resiliencia del sector para mantener sus fuentes de financiamiento. A su vez, los ingresos derivados de derechos deportivos y rendimientos financieros tuvieron un incremento notable del 11,48%, lo que muestra una gestión más estratégica de los activos intangibles.
En el caso de la asistencia a los estadios, el FPC evidenció una recuperación importante. Los ingresos por taquilla y abonos aumentaron un 17,2%, cifra que refleja tanto el regreso masivo de los hinchas como el fortalecimiento del vínculo entre los clubes y sus aficionados. Este repunte en los estadios no solo impulsa la sostenibilidad financiera de los equipos, sino que reafirma al fútbol como un fenómeno cultural y social que mueve multitudes.
Además de la mirada a las cifras, el informe incorpora una perspectiva novedosa: la equidad de género. El documento analiza la participación de las mujeres en juntas directivas, cargos de representación legal y roles de revisoría fiscal, así como el estado financiero del fútbol femenino, un componente cada vez más relevante en el ecosistema deportivo.
Más que un deporte: un motor económico
El impacto del fútbol colombiano trasciende las canchas. Según el reporte, el sector contribuye al fortalecimiento del tejido empresarial, genera empleo y dinamiza industrias complementarias como el turismo, el comercio y los servicios. En otras palabras, cada partido no solo mueve emociones, sino también millones en diferentes sectores económicos.
La diversificación de ingresos y el crecimiento patrimonial alcanzados por los clubes en 2024 muestran que el fútbol colombiano tiene capacidad para atraer inversión, generar confianza y posicionar la marca país en escenarios internacionales. A esto se suma el papel estratégico que cumplen los patrocinadores, los inversionistas y las autoridades públicas, quienes ven en el deporte una plataforma de desarrollo.
Billy Escobar, superintendente de Sociedades, subrayó la importancia de contar con información clara y confiable para fortalecer la rendición de cuentas y la toma de decisiones. La herramienta presentada este año no es solo un balance financiero: se convierte en un insumo estratégico para analistas, inversionistas y ciudadanía interesada en comprender a fondo cómo evoluciona la industria del fútbol colombiano.
Un sector con retos y oportunidades
Aunque las cifras muestran un avance sostenido, el fútbol colombiano no está exento de desafíos. La dependencia de ciertos ingresos, como los derechos de televisión, y las diferencias entre regiones evidencian que aún hay brechas por cerrar. No obstante, la tendencia positiva en activos, patrimonio y taquilla abre la puerta a un futuro con mayor solidez.
El 2024 dejó en claro que el fútbol colombiano no solo es pasión en las tribunas, sino también un actor económico con peso propio. Su capacidad para adaptarse, diversificar ingresos y atraer público consolida a este deporte como un motor de desarrollo nacional, con impacto directo en la economía, la cultura y la proyección internacional del país.