Durante el Congreso Nacional de Minería en Cartagena, Lina Franco, presidenta de la Agencia Nacional de Minería (ANM), lanzó un mensaje claro: Colombia tiene un papel clave en la producción de minerales estratégicos y no puede desperdiciar la oportunidad de convertirlos en motor de desarrollo económico y social.
Franco, la primera mujer geóloga en liderar esta entidad, aseguró que el país enfrenta una coyuntura decisiva. “El reto es claro: transformar los minerales estratégicos en empleo digno, innovación, industria nacional y bienestar regional”, afirmó en su intervención.
La funcionaria subrayó que solo el 2,59% del territorio colombiano está titulado para minería, mientras que el 28,6% está bajo protección ambiental, donde no se permite ningún tipo de explotación. “Colombia es un país con potencial minero, pero nuestra responsabilidad es equilibrar el desarrollo con la conservación de los ecosistemas estratégicos”, explicó.
Un sector minero dominado por la pequeña y mediana escala
El discurso también dejó cifras reveladoras sobre la estructura del sector: el 98% de la minería en Colombia corresponde a pequeña y mediana escala. Para Franco, esa realidad exige mayor formalización y acompañamiento estatal.
“Cada título, cada hectárea, debe traducirse en empleo formal, encadenamientos productivos y confianza comunitaria”, dijo. En esa línea, resaltó la creación del Estándar Colombiano para la Categorización de Recursos y Reservas Minerales, desarrollado en conjunto con la academia y el sector privado.
Este estándar, añadió, busca garantizar que el país reporte con transparencia la información geológica y gane credibilidad internacional. “La minería responsable ocupa poco, pero aporta mucho”, enfatizó.
Los minerales estratégicos como motor económico
Uno de los ejes más potentes del discurso giró en torno al papel de los minerales estratégicos en la transición energética. “El mundo avanza hacia la descarbonización y la demanda de minerales crecerá. Colombia tiene un rol estratégico como productor de níquel, cobre, zinc, sílice y platino”, aseguró Franco.
La presidenta de la ANM recordó que más del 30% del territorio nacional tiene potencial para proyectos de energías renovables, lo que convierte al país en un jugador clave en el mercado regional. “Nuestro reto es atraer tecnología e industria para transformar nuestros minerales estratégicos dentro de Colombia y reducir la dependencia de importaciones”, añadió.
La apuesta no se limita al sector energético. Franco hizo énfasis en la importancia de los minerales para la agricultura: “Fosfatos, magnesio, azufre, yeso y caliza son esenciales para la seguridad alimentaria. Aunque importamos fertilizantes por más de 300 millones de dólares, tenemos roca fosfórica en Norte de Santander, Boyacá y Huila que puede impulsar una industria nacional”.
También resaltó el impacto en infraestructura. “Hierro, níquel, caliza y carbón metalúrgico son fundamentales para producir acero, cemento y asfalto. Cada carretera, cada puente y cada obra pública en este país está soportada en la minería responsable”, dijo con firmeza.
Nuevas rondas y atracción de inversión
En su discurso, Franco anunció que la ANM avanza en la Ronda de Fosfatos y que pronto se lanzarán rondas adicionales para oro, cobre y polimetálicos. “Estos procesos son una oportunidad para atraer inversión, fortalecer la industria y consolidar una minería transparente y responsable”, afirmó.
Explicó además que dichas rondas se están diseñando bajo criterios de sostenibilidad y diálogo con las comunidades. “No se trata de entregar títulos sin control. Se trata de estructurar procesos serios que generen confianza, protejan el ambiente y traigan desarrollo para las regiones”, dijo.
El concepto de “minería con propósito” fue el hilo conductor de su intervención. Para Lina Franco, el país debe superar la visión extractiva y enfocarse en cadenas de valor que beneficien a los territorios.
“Hacer minería con propósito significa mirar más allá: explorar, generar encadenamientos industriales, impulsar investigación aplicada, abrir oportunidades para las regiones y convertir nuestros minerales estratégicos en bienestar y futuro sostenible”, señaló.
La presidenta de la ANM insistió en que el futuro de Colombia depende de la capacidad de construir confianza entre el sector minero, el Estado y las comunidades. “Necesitamos pasar de los datos técnicos a la confianza en el territorio”, expresó.
Un llamado a la reindustrialización
Franco cerró su discurso con un llamado a planificar de manera responsable el futuro minero del país. “Colombia tiene una gran oportunidad: ordenar el territorio y aprovechar el potencial de sus minerales estratégicos como motor de reindustrialización, transición energética y seguridad alimentaria”, aseguró.
El mensaje final fue contundente: “El futuro de Colombia se construye con una minería con propósito: una minería que dinamice la economía regional y local, que fomente buenas prácticas, y que genere confianza, empleo digno y desarrollo para la gente”.