Las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos alcanzaron un nuevo nivel la semana pasada, cuando ambos países desplegaron activos militares en el Caribe. Washington justificó la operación como parte de su estrategia para combatir el narcotráfico, pero en Caracas fue interpretada como una acción directa de presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro. En respuesta, el régimen chavista activó maniobras militares y denunció una amenaza de intervención extranjera.
Aunque hasta ahora no se ha producido un choque armado, el escenario plantea una pregunta clave ¿qué países respaldarían a Venezuela en caso de una confrontación con la potencia norteamericana?
Rusia, China e Irán aparecen como los principales aliados de Venezuela
En el plano internacional, los principales socios de Maduro son Rusia, China e Irán. Estos tres países han expresado respaldo político al gobierno venezolano y, en distintos momentos, han fortalecido su cooperación en materia económica y militar.
Rusia se ha consolidado como uno de los proveedores estratégicos de armamento para Caracas. Moscú ha ofrecido en el pasado asesoría militar y ha defendido al régimen chavista en foros internacionales, como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
China, por su parte, mantiene un rol más cauteloso. Aunque es uno de los principales socios comerciales y financieros de Venezuela, Pekín rara vez se involucra directamente en conflictos militares fuera de Asia. No obstante, podría prestar apoyo indirecto en transferencia tecnológica, mantenimiento de armamento o respaldo diplomático.
Irán ha sido otro aliado clave en los últimos años, especialmente en momentos de sanciones internacionales. La cooperación ha incluido el suministro de combustible y acuerdos bilaterales de defensa.
Los aliados de Washington
Mientras tanto, Estados Unidos ha buscado consolidar una coalición regional y europea que respalde sus movimientos en el Caribe. Países como Canadá, Reino Unido, Francia e Italia han apoyado las acciones contra el narcotráfico en el hemisferio, y naciones cercanas como Guyana y Trinidad y Tobago han expresado respaldo político a las operaciones.
Además, el gobierno estadounidense ha reforzado su alianza estratégica con México y Canadá, sus principales socios comerciales en el marco del tratado T-MEC. Esta relación fortalece su capacidad de presión, no solo en lo militar, sino también en lo económico.
En América Latina, varios gobiernos han tomado distancia del chavismo y han manifestado su apoyo a la oposición venezolana liderada por Edmundo González Urrutia. Entre ellos se cuentan Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, Perú, Uruguay y República Dominicana, además de la Unión Europea, que ha mantenido una posición crítica frente a Maduro.
Escalada militar en el Caribe
La tensión ha aumentado tras el despliegue de tres destructores estadounidenses USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson a 12 millas de las costas venezolanas. Estas embarcaciones cuentan con misiles Tomahawk de largo alcance, armamento para combate naval y capacidad de transportar tropas. Para los analistas militares, su sola presencia representa una clara demostración de poder frente a la armada venezolana.
Caracas, en respuesta, ha movilizado efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y ha reforzado su retórica contra Washington, apelando a la solidaridad de sus socios estratégicos. Sin embargo, expertos advierten que la capacidad de Venezuela para sostener un conflicto abierto con Estados Unidos es limitada y dependería en gran medida del apoyo externo.
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