La relación entre Washington y Bogotá atraviesa uno de sus momentos más tensos en décadas. Pocas horas después de que Estados Unidos incluyera a Colombia en la lista de países que no cooperan en la lucha contra las drogas, algo que no ocurría desde hace casi 30 años, el secretario de Estado Marco Rubio señaló directamente al presidente Gustavo Petro como responsable de la descertificación.
Marco Rubio acusa a Petro por descertificación de Colombia en lucha contra las drogas
Antes de iniciar una gira oficial desde Israel hacia Catar, Rubio aseguró que Petro “además de ser errático, no ha sido un buen socio en la lucha contra los cárteles de la droga con Estados Unidos”. Según el funcionario, bajo el liderazgo del mandatario colombiano “simplemente no se cumplen los estándares”.
El alto funcionario estadounidense matizó, sin embargo, que aún existe un camino para revertir la medida si el gobierno colombiano fortalece la cooperación. “En Colombia tenemos socios dispuestos; con el ejército y la policía hemos trabajado durante décadas. Pero actualmente tienen un liderazgo deficiente, especialmente en este tema de las drogas. Pueden cambiar, ser más cooperativos y cumplir con los criterios para salir de la lista”, declaró.
De acuerdo con la administración estadounidense, la descertificación obedece al aumento en la producción de cocaína, la baja en las cifras de erradicación y el deterioro de la relación entre la Casa Blanca y la Casa de Nariño. Washington exige medidas más contundentes en la erradicación de cultivos ilícitos, reducción del tráfico de cocaína y cooperación judicial para procesar a capos en tribunales norteamericanos.
Aunque la medida implica un golpe a la imagen internacional de Colombia, el gobierno de Donald Trump optó por emitir una exención de sanciones inmediatas, alegando “intereses nacionales vitales”. Sin embargo, la inclusión del país en la lista coloca a Bogotá en la misma categoría que Venezuela, Bolivia, Afganistán y Birmania, lo que incrementa la presión internacional y condiciona la ayuda económica a resultados verificables.
Reacciones cruzadas
La Embajada de Colombia en Washington rechazó las acusaciones, asegurando que el país no ha incumplido sus compromisos internacionales. El embajador Daniel García-Peña enfatizó que “el éxito en esta lucha depende de una corresponsabilidad real, que incluya la reducción de la demanda en los países consumidores y el combate al tráfico de armas que alimenta a las organizaciones criminales”.
Desde el Congreso estadounidense también hubo voces críticas. La representante republicana María Elvira Salazar sostuvo que la descertificación es “un llamado urgente a Petro para cooperar y dejar de sabotear la lucha contra las drogas”, y advirtió que el mandatario debe mostrar “resultados reales, no excusas”.
Un golpe político y económico
Analistas advierten que la decisión podría tener consecuencias negativas para la economía colombiana y dificultar aún más los esfuerzos por estabilizar la seguridad en las zonas rurales. La descertificación, subrayan, no solo representa un revés diplomático para el presidente Petro, sino que también compromete la relación histórica de cooperación entre ambos países en materia antidrogas.
Se prevé que el gobierno de Gustavo Petro inicie un diálogo con las autoridades de Estados Unidos para alcanzar acuerdos que permitan a Colombia recuperar la certificación en la lucha antidrogas y fortalecer los lazos bilaterales. En materia de cooperación, Washington destinó en 2023 alrededor de US$743,1 millones en asistencia exterior para Colombia. Para 2024, esa cifra se redujo a unos US$505,7 millones, aunque las estadísticas aún no estaban completamente consolidadas, lo que refleja una disminución significativa en los recursos otorgados, además de ayuda directa a programas de desarrollo, paz, derechos humanos y fortalecimiento institucional.