El peso colombiano enfrenta el último trimestre del 2025 con señales mixtas. Mientras el debilitamiento del dólar a nivel global, y la expectativa de nuevos recortes de tasas en Estados Unidos fortalecen a las monedas emergentes, los riesgos internos como la incertidumbre fiscal y la volatilidad de los precios del petróleo mantienen la cautela entre analistas e inversionistas.
En las últimas semanas, la divisa local ha operado en un rango entre los $3.800 y $3.900, mostrando una relativa estabilidad frente a la moneda estadounidense. Sin embargo, los expertos coinciden que el cierre del año estará marcado por una alta volatilidad cambiaria, en un contexto donde los factores tanto externos como internos jugarán un papel determinante.
“Esperamos una ligera corrección alcista, con un cierre cercano a $3.920. Anticipamos una volatilidad elevada asociada a la sensibilidad del mercado frente a los datos de Estados Unidos”, explicó Gabriela Bautista, analista de mercado cambiario de Corficolombiana, en declaraciones para Bloomberg en Línea.
Proyecciones del peso colombiano para finales de 2025: factores externos, tasas de interés y riesgo fiscal definirán su rumbo
El tercer trimestre del año dejó un panorama favorable para las monedas de mercados emergentes. El enfriamiento de la economía estadounidense y el inicio del ciclo de recortes de tasas de la Reserva Federal han debilitado el dólar a nivel global. Este fenómeno ha impulsado monedas como el peso colombiano y el real brasileño que se han beneficiado de un mayor flujo de inversión hacia activos de mayor rentabilidad.
En Colombia, el peso se apreció más de 5 % en el mes de julio, apoyado también en las monetizaciones del Ministerio de Hacienda y una diferencia de tasas que sigue atrayendo inversión extranjera en títulos de deuda pública (TES).

Factores que respaldan la fortaleza del peso
El principal soporte de la moneda Colombia sigue siendo el diferencial en las tasas de interés frente a Estados Unidos. Aunque el Banco de la República ha reducido gradualmente su tasa de referencia, esta se mantiene en 9,25 % una de las más altas de la región.
“El atractivo diferencial mantiene al peso como uno de los principales receptores de flujos de carry trade en Latinoamérica”, señaló Wilson Tovar, director de Investigaciones Económicas de Acciones y Valores, al referirse a las inversiones que buscan aprovechar los altos rendimientos en moneda local.
Además de la estabilidad del petróleo, uno de los principales productos que exporta el país, ha contribuido a mantener un flujo de divisas y a equilibrar la balanza de pagos.
Por su parte, Carolina Monzón, gerente de Investigaciones Económicas de Itaú, destacó el papel de las remesas, las cuales siguen creciendo a buen ritmo y aportan un soporte adicional a la moneda local en medio de un entorno internacional volátil.
Riesgos que podrían impulsar al dólar
Aunque el escenario base de los analistas es de estabilidad, con un dólar moviéndose entre $3.740 y $4.070, los riesgos de repunte hacia los $4.000 siguen siendo latentes.
“Un aumento hacia la barrera psicológica de los $4.000 se explicaría por un deterioro del apetito global por riesgo o choques externos”, advirtió Tovar, quien mencionó las tensiones geopolíticas y los incrementos en los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense como posibles detonantes.
Monzón añadió que la demanda importadora de divisas podría aumentar para finales de año. “Con un tipo de cambio más bajo que en 2024, es factible que crezca la demanda de dólares, sobre todo por parte del sector importador. Ahí podríamos ver un retorno hacia los $4.000”.

Un dólar global más débil y una Fed en pausa
El debilitamiento del dólar ha sido una de las tendencias más claras en la presente anualidad, La FED inició su ciclo de recortes de tasas en respuesta al enfriamiento del mercado laboral y a una inflación que converge hacia un rango objetivo.
“La debilidad del dólar, apoyada en señales de desaceleración económica y expectativas de nuevos recortes, seguirá respaldando al peso”, afirmó Bautista. Sin embargo, advirtió que la volatilidad persistirá, ya que cualquier cambio en las expectativas de política monetaria puede alterar el comportamiento del mercado cambiario.
Monzón complementó que las presiones bajistas del dólar responden a un entorno “benévolo”, en el que el euro, las divisas latinoamericanas e incluso el oro han ganado terreno. Esta tendencia ha mantenido la tasa de cambio por debajo de los $4.000 en las últimas semanas.
Con este panorama, los expertos prevén que el peso colombiano cierre 2025 cerca de los $3.920, reflejando un equilibrio entre fuerzas alcistas y bajistas. La tendencia de los últimos meses sugieren que, la volatilidad seguirá presente, sin embargo el peso colombiano mantendrá una posición resiliente frente a la mayoría de monedas de la región.
También puede leer: Las polémicas cuentas de instagram que José Jerí dejó de seguir hoy
