La minería colombiana atraviesa un momento de contracción. De acuerdo con el más reciente Boletín Estadístico Minería en Cifras, elaborado por la Agencia Nacional de Minería (ANM) y la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), la inversión extranjera directa en minas y canteras cayó 31% durante el primer trimestre del año, una cifra que refleja el menor dinamismo del sector y una creciente sensación de incertidumbre entre los inversionistas.
“El comportamiento actual evidencia un punto de ajuste para la industria, en el que confluyen factores tanto globales como locales: los cambios en la matriz energética, la evolución de los estándares de sostenibilidad y las nuevas expectativas en materia de gobernanza”, explicó Camilo Tovar, docente del Departamento de Derecho Minero-Energético de la Universidad Externado de Colombia y consultor jurídico de Team Consultor.
Panorama general: El difícil panorama no se limita a la llegada de capital extranjero. Entre 2022 y 2025, la demanda nacional de materiales de construcción también ha disminuido cerca de 18%, según cifras de la Asociación Colombiana de Productores de Agregados Pétreos (Asogravas).
Esta tendencia, advierten desde el gremio, limita la actividad constructora y resalta la urgencia de impulsar proyectos de infraestructura 5G que dinamicen el consumo interno, fortalezcan la conectividad y ayuden a reactivar la economía minera y constructora del país.
“Más que una alerta, es un recordatorio de la necesidad de fortalecer la planificación, la estabilidad y la confianza para que la minería continúe siendo un motor de desarrollo en Colombia”, añadió Tovar.
Inversión extranjera en minería colombiana cayó 31% en el primer trimestre del año

Por qué es importante: Entre los factores que explican la actual desaceleración se encuentran la ralentización de la ejecución de obras públicas, la falta de claridad regulatoria y los desafíos ambientales y sociales en las zonas con presencia minera. Todos estos elementos han incidido en la pérdida de ritmo de los proyectos y en la prudencia con la que los inversionistas internacionales están abordando nuevas oportunidades en el país.
Frente a este contexto, el Plan Nacional de Desarrollo Minero a 2035 se perfila como la principal hoja de ruta para recuperar el crecimiento de la industria. El documento propone un nuevo enfoque de política pública que busca equilibrar la productividad con la responsabilidad social y ambiental, fomentar la formalización de pequeños y medianos productores, diversificar la matriz minera y generar mayor valor agregado en los territorios.
El reto, según los expertos, será convertir estas metas en acciones concretas que devuelvan la confianza a los inversionistas y posicionen a Colombia como un destino estable y competitivo dentro del panorama minero global.
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