Factores que incidieron la crisis del emprendimiento en Colombia durante el 2025

La crisis del emprendimiento en Colombia se agudiza: la creación de empresas cayó 31,89% en 2025, reflejando falta de crédito, altos costos financieros e incertidumbre económica.

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La crisis del emprendimiento en Colombia encendió las alarmas en el sector económico y empresarial. Un reciente informe sobre la Dinámica Financiera–Empresarial en Colombia reveló que durante el primer semestre de 2025 la creación de nuevas empresas cayó 31,89% frente al mismo periodo del año anterior, una cifra que deja en evidencia el freno que sufre el motor económico del país.


Creación de empresas cayó casi 32% y refleja una crisis del emprendimiento en Colombia

De acuerdo con el estudio, en junio de 2025 apenas se registraron 4.038 nuevas empresas, mientras que en el mismo mes de 2024 la cifra fue de 17.750. El desplome impactó incluso a los departamentos más productivos: Bogotá retrocedió un 17%, Antioquia cayó un 30% y el Valle del Cauca sufrió una contracción del 38%.

Creación de empresas cayó casi 32% y refleja una crisis del emprendimiento en Colombia

Los sectores más afectados fueron el comercio, la construcción, la manufactura y el alojamiento, todos con descensos superiores al 30%. “Cuando las empresas dejan de nacer, la economía pierde su pulso vital”, señaló uno de los investigadores del informe, al explicar que detrás de las cifras hay historias de emprendedores que no logran acceder a créditos o que se rinden ante el peso de las deudas y la falta de oportunidades.

El documento identifica como principal causa de esta caída el alto nivel de endeudamiento empresarial. “Muchas compañías están atrapadas entre tasas de interés elevadas y márgenes de rentabilidad cada vez más bajos. Cada peso que se destina al pago de intereses es un peso menos para invertir o crecer”, detalla el informe.

A esto se suma la dificultad que enfrentan las micro y pequeñas empresas para acceder al sistema financiero. “En Colombia, el crédito sigue siendo un privilegio y no un derecho. Sin liquidez, los pequeños negocios no pueden sostenerse, mucho menos expandirse”, explicó un analista consultado.

La incertidumbre macroeconómica, marcada por la inflación, los riesgos fiscales y los cambios de rumbo político, también ha contribuido al debilitamiento del emprendimiento. Según el estudio, el inversionista colombiano prefiere mantener su capital quieto ante la volatilidad del entorno económico.

El impacto de esta desaceleración empresarial ya se refleja en los indicadores laborales y financieros del país. Con menos empresas surgen menos empleos formales, lo que alimenta la informalidad y reduce los ingresos de los hogares.

“Cuando no se crean empresas, no se crean oportunidades. Las personas terminan recurriendo al rebusque para sobrevivir”, advirtió un economista consultado.

Algunos departamentos presentan cifras críticas: en Huila, Tolima y Cauca, la creación de empresas cayó hasta un 100%, un dato que revela el fuerte deterioro de las economías regionales.

El informe también advierte sobre un deterioro en la salud financiera de las compañías existentes. En varios sectores, los pasivos ya superan los activos, una señal de vulnerabilidad que, de no corregirse, podría derivar en más cierres empresariales en los próximos meses.

Pese al panorama sombrío, el estudio resalta un dato positivo: las renovaciones del registro mercantil aumentaron 4% en el primer semestre de 2025. Esto indica que, aunque hay menos emprendimientos nuevos, quienes ya operan están apostándole a la formalidad y a la resistencia.

“Los empresarios que sobreviven hoy lo hacen con disciplina, optimismo y estrategias más sostenibles. Muchos están reinventándose para sostener su negocio”, asegura uno de los autores del documento.

El informe propone una hoja de ruta para reactivar el emprendimiento colombiano, centrada en tres ejes:

  1. Reformas financieras que reduzcan las tasas de interés y faciliten el acceso al crédito.

  2. Capacitación empresarial, para que los emprendedores aprendan a gestionar sus finanzas y anticipen riesgos.

  3. Políticas de apoyo a sectores emergentes, como la tecnología, las energías limpias y la economía creativa.

El llamado final es claro: “La caída en la creación de empresas no es una coyuntura, es una advertencia. Si no se actúa pronto, el deterioro se reflejará en los balances nacionales, en el empleo y en la competitividad del país”.

En medio de la incertidumbre, el mensaje que deja el estudio es contundente: Colombia debe recuperar la confianza empresarial. Cuando las ideas no se convierten en proyectos y los proyectos no se transforman en empresas, la economía se detiene.

El país enfrenta el reto de reactivar su espíritu emprendedor, crear condiciones más justas para los pequeños empresarios y devolverle la vitalidad a un sector que históricamente ha sido motor de progreso y generación de empleo.

Porque, como concluye el informe, “cuando los emprendedores se detienen, también se detiene la economía”.

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