El banco estadounidense JP Morgan alertó que el proceso de desinflación en Colombia muestra signos de fatiga, lo que podría mantener altas las presiones sobre los precios y frenar la posibilidad de que el Banco de la República reduzca su tasa de interés antes de mediados de 2026.
En su más reciente informe sobre la economía nacional, la entidad explicó que los datos recientes confirman una inflación más persistente de lo previsto. En octubre, el índice de precios al consumidor se ubicó en 5,51%, frente al 5,17% de septiembre, impulsado principalmente por incrementos en bienes regulados y servicios. A nivel mensual, el aumento fue del 0,18%.
JP Morgan proyecta que el salario mínimo de 2026 subiría cerca de un 6%
De acuerdo con el análisis, las cifras desestacionalizadas tanto de la inflación total como de la subyacente permanecen en niveles altos, lo que indica que el proceso de estabilización de precios se encuentra prácticamente estancado. Por ese motivo, JP Morgan elevó sus proyecciones y ahora estima que la inflación cerrará 2025 en 5,2% y 2026 en 4,6%, un punto porcentual por encima del escenario base del Banco de la República.
Ante ese panorama, el informe plantea que la autoridad monetaria mantendrá una postura restrictiva por más tiempo. “Nuestro escenario central prevé que el banco central conserve sin cambios la tasa de política al menos hasta mediados de 2026”, señala el documento.
En medio de este contexto de precios altos, el ajuste del salario mínimo para 2026 será un tema clave en las próximas semanas. JP Morgan recuerda que el Gobierno ha mencionado la posibilidad de un aumento nominal de alrededor del 10,8%. No obstante, el banco proyecta que el incremento real, es decir, descontando la inflación, sería cercano al 6%.
El cálculo tiene en cuenta la persistencia de la inflación en servicios, que continúa por encima del 7%, y el dinamismo del consumo interno, dos factores que dificultan una reducción rápida de los precios. Según la firma, la rigidez de este componente refleja las presiones salariales y el comportamiento del mercado laboral, donde los ingresos reales han crecido pese al contexto económico.

En cuanto a los bienes básicos, JP Morgan advierte que los precios siguen en niveles elevados pese al fortalecimiento reciente del peso colombiano. La inflación en este grupo de productos llegó al 4,1%, cifra superior en 184 puntos básicos a los niveles previos a la pandemia, impulsada por la demanda de bienes durables.
El informe concluye que la inflación subyacente se mantiene firme y que las presiones internas podrían extenderse durante los próximos trimestres. Esto, dice el banco, reduce las probabilidades de una política monetaria más flexible y condiciona el margen de maniobra para incrementos salariales más amplios.
Así, mientras el país se prepara para la negociación del salario mínimo, JP Morgan anticipa un aumento controlado que busca equilibrar la pérdida del poder adquisitivo de los hogares con la necesidad de mantener la estabilidad macroeconómica.
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