A la alta incertidumbre por la cifra del nuevo salario mínimo para 2026 en Colombia, se suma un nuevo interrogante sobre qué es el salario mínimo vital del que habló el Presidente Gustavo Petro y el cuál tendrá en cuenta para el decreto presidencial que están preparando.
En la noche del 23 de diciembre, Petro dedicó una parte de su alocución presidencial a asegurar que podría haber sorpresas con la cifra del salario mínimo en Colombia.
¿Qué es salario mínimo vital?
El salario mínimo vital, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es un concepto que va más allá del salario mínimo legal. Se refiere al ingreso que debe recibir una persona trabajadora para vivir con dignidad, junto con su familia, y no únicamente para cubrir lo básico de la supervivencia. Para la OIT, un salario solo cumple su función social cuando garantiza condiciones reales de bienestar y desarrollo humano.

Este salario mínimo vital debe permitir cubrir de manera adecuada gastos como alimentación suficiente y nutritiva, vivienda digna, servicios públicos, salud, educación, transporte, vestuario y un margen razonable para imprevistos y ahorro básico. La OIT no fija una cifra única ni obligatoria para cada país, sino que propone metodologías técnicas que tienen en cuenta el costo de vida, la canasta básica y la composición de los hogares.
Por esa razón, el salario mínimo vital suele ser significativamente más alto que el salario mínimo legal que decretan los gobiernos. Mientras el salario legal responde a equilibrios económicos y políticos, el salario vital funciona como una referencia ética y social, utilizada para medir si los ingresos laborales realmente permiten salir de la pobreza y garantizar una vida digna.
En el caso de Colombia, distintos análisis basados en criterios de la OIT muestran que el salario mínimo legal sigue estando por debajo de un ingreso vital, especialmente en los principales centros urbanos. El alto costo de la vivienda, el transporte, los alimentos y los servicios públicos hace que una parte importante de los trabajadores, aun teniendo empleo formal, enfrenten dificultades para cubrir todas sus necesidades básicas.
Si Colombia quisiera acercarse al estándar de salario mínimo vital promovido por la OIT, el debate debería ir más allá del porcentaje anual de aumento. Sería necesario articular política salarial, control del costo de vida, productividad y protección social, de modo que el trabajo garantice realmente condiciones de vida dignas y no solo ingresos que alcanzan para sobrevivir.