Es normal que en todo gremio existan rivalidades, lo que no es sano es que se llegue al chisme, a la mentira, al ataque personal y sobretodo a crear campañas de desprestigio en contra de una persona o empresa, con el absurdo argumento de «es el que se está llevando todo» como ha ocurrido en los últimos meses y lo hemos informado.
Que sintonicen un periodista a otro, unos con buenos propósitos pero otros solo con el animo de hacer un ‘check list’ de clientes e invitados, para ver como roban esos anunciantes y en otras ocasiones los invitados.
Cuando lo anterior no les funciona, recurren a emprender campañas de desprestigio inventando chismes para tratar de torpedear relaciones amigables y que son de vieja data entre aliados comerciales, cosa que últimamente tampoco le funciono a un sector pequeño del periodismo antioqueño, que decidieron conforman un bloque para tratar de quedarse con la mayor porción de la torta y atacar al que no esta con ellos, de tal manera que quieren meterse en la mayoría de campañas politicas, entidades estatales, cobrar por hacer ‘boletines de prensa’ y brindar supuestas asesorías, lo que solo tiene una traducción y ex extorsionar a políticos para poder hablar bien de ellos.
Por algo en muchas empresas privadas y entidades publicas les han cerrado las puertas, por que no comulgan con esa clase de trabajo, que parece mas un estanque de pirañas.