Luego de que en 1979 se introdujera en China la medida de un solo hijo, hoy el gobierno asiático se ve obligado a derogarla. En sus inicios, la medida fue implementada para controlar la tasa de natalidad de las familias debido a que la población de ese país había alcanzado los 1.000 millones de habitantes.
Al comienzo se brindaron incentivos como subsidios económicos y trabajo para quienes la cumplieran, sin embargo, luego de varias décadas y de que se impidieran unos 400 millones de nacimientos, el gobierno de China la finalizará debido a que los expertos advierten que este país podría llegar a ser la primera economía que envejezca antes de volverse rica pues se estima que para el 2050 más de un cuarto de la población tendrá más de 65 años y esto reduciría el porcentaje de trabajadores jóvenes además, del aporte de los contribuyentes y pensionados.
Las minorías étnicas no estuvieron sujetas a la medida que sí debía cumplirse con rigor en la población urbana y desde el 2013 se ha venido volviendo más flexible permitiéndole a las familias tener hasta 2 hijos sí, y sólo si alguno de los padres era hijo único.