Ya es abril y aún el territorio no ha logrado salir de la coyuntura ambiental que se ha tornado más compleja este año. Acá se plantean acciones puntuales y concretas que son determinantes.
Por: Redacción 360 Radio
Medellín y los municipios vecinos están aún tratando de somatizar todos los efectos de la contingencia ambiental que se vive desde los últimos siete años pero que en los últimos cuatro se ha tratado de combatir y que siempre será por estas épocas del año.
Autoridades han hecho esfuerzos loables para avanzar en este sentido y lastimosamente los ciudadanos aún no ven una mejora concreta que por lo menos no afecte sectores como el comercio, la calidad de vida, entre otros. Eso ha concentrado la atención en este año electoral de los precandidatos a la Alcaldía y ha generado que centros de pensamiento político y empresarial estén formulando propuestas para mejorar la calidad del aire.
360 ha recopilado varias de ellas y presenta a continuación siete puntos muy concretos que mejorarían la calidad del aire y que aunque sean impopulares o difíciles de aplicar es lo que se debe seguir para lograr los resultados esperados y no presentar soluciones de agua tibia.
1. Las visitas a las empresas de buses, volquetas y camiones que están asentados a lo largo y ancho del territorio donde actúa el Área Metropolitana tienen que ser mensuales y durante todo el año, pero también de manera sorpresiva. No pueden ser solamente durante un año y no se puede seguir esperando que sean las personas que reporten las placas de las fuentes móviles contaminantes, sino que sea directamente la autoridad en conjunto con las secretarías de tránsito de cada municipio las que vayan y ejecuten estos controles; que cada uno de estos vehículos pasen por las máquinas que miden la cantidad de emisiones y de esta manera se regule directamente la fuente.
2. Medellín tiene que establecer un horario que se cumpla de circulación de tráfico pesado en las principales vías arterias, pues hoy esto no sucede y lo que ha generado es no solamente más congestiones sino más contaminación, esto acompañado de que se establezcan, de una vez por todas, sanciones para ese tráfico pesado que no circula por el carril derecho.
3. El sector con la empresa privada y contratistas. Las administraciones que conforman el Área Metropolitana en sus obras contratan centenares de volquetas y ha sido irónico que se han encontrado volquetas trabajando para la administración de Medellín, Itagüí, La Estrella, entre otros, que son altamente contaminantes. En tal virtud, uno de los requisitos que se deberían incluir para las contrataciones sería que las volquetas o camiones que se utilicen cumplan con unos estándares de emisiones para poder acceder a esta contratación.
4. Aunque impopular, Medellín tiene que suscitar el debate de inmediato de un número tope de motos y vehículos, y la no más circulación de vehículos con diésel. Esto no es un invento, pues se lleva a cabo en las principales ciudades del mundo: en París, Madrid, Barcelona, Londres, entre otros, pues el diésel es el combustible más contaminante, es un combustible fósil, por lo cual tendría que tener fecha de expiración. En tal virtud, que la ciudad establezca un año, como 2023 o 2024, para que no circulen más vehículos diésel es una decisión responsable y necesaria que va a salvar vidas. Por consiguiente, viendo el número de motos que va incrementando y que se aproxima al millón, es hora de establecer un número tope de motocicletas circulando registradas en el Área Metropolitana, el cual debe estar cercano a las 500.000, cuando hoy son 900.000 motos en la capital de antioqueña. Se tiene que trabajar en desincentivar el uso de este medio de transporte.
Para vehículos, es claro que también se tiene que establecer un número tope; no se puede permitir que las personas sigan como si nada comprando dos, tres y cuatro vehículos, y que esto pueda permitir el fin del pico y placa, que es una medida que ha resultado poco eficiente y que no ha traído mayores resultados sino mayores congestiones. Se trata de fijar que sea por número de cédula, por núcleo familiar y que las personas tengan acceso a máximo dos carros.
5. Los buses de algunas empresas como Santra, Sotrames y Coonatra deben sacar de circulación de manera inmediata un número importante de buses que hoy cumplen más de 35 años en las calles de Medellín, y que evidentemente están más bien como un deshecho tóxico circulando por la ciudad a punto de reventarse, que parece una lata de sardinas.
6. Fortalecer la red de denuncia ciudadana para que todas las personas denuncien a través de una aplicación o ante cualquier otro mecanismo, cómo vehículos particulares, motos, volquetas, camiones, buses contaminan y que estas puedan ser de utilidad para que las autoridades intercepten estos vehículos.
7. Establecer un periodo de tiempo de vida al parque automotor de Medellín y es plantear una fecha de 20 años en donde este sea el tiempo máximo en el que un vehículo pueda circular por el Área Metropolitana. Cumplidos los 20 años este tiene que salir de circulación.