León Mario Bedoya estaría moviendo toda su maquinaria política para lograr quedarse con la gerencia de este importante hospital en la capital antioqueña. Cabe precisar que anteriormente Bedoya tuvo incidencia en el nombramiento de la actual secretaria de Infraestructura de Medellín, Natalia Urrego Arias.
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Uno de los nombres que más suena en La Alpujarra para quedarse con la gerencia del Hospital General de Medellín es Omar Ramiro Ochoa Romero, una persona que está siendo impulsada concretamente por el exalcalde de Itagüí, León Mario Bedoya.
Ochoa Romero es oriundo del municipio de La Estrella y en su formación académica solo se destaca una especialización en Gerencia de la Calidad y Auditoría en Salud, además de un pregrado en Medicina.
Ha tenido como experiencia laboral ser secretario de Despacho de Itagüí, cargo que ocupó cuando su actual ‘mánager de campaña’ para la gerencia del Hospital General, León Mario Bedoya, fue alcalde de este municipio al sur del área metropolitana.
Asimismo, Ochoa fue médico secretario de ese mismo despacho de León Mario, además de docente en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), contratista en el Hospital del Sur y médico en la Clínica Antioquia.
Si se analiza con objetividad, realmente su hoja de vida es bastante ligera en cuanto a experiencia y responsabilidad para afrontar la gerencia de uno de los centros de salud más importantes de Medellín.
De hecho, este medio pudo conocer que hay preocupación en los entornos cercanos al alcalde Daniel Quintero, pues el exmandatario itagüicense ha logrado injerencia en algunos nombramientos de la actual administración.
Uno de estos casos ha sido el de la secretaría de Infraestructura Física del municipio, Natalia Urrego Arias, por lo que para muchos no es nada descabellado pensar que Bedoya termine por convencer a Quintero para dicho nombramiento en este hospital.
La experiencia nos ha demostrado que con el paso de los años algunos nombramientos que hace determinado mandatario de turno terminan por incomodarlo.
Lo curioso es que cuando esos funcionarios afrontan cuestionamientos, la persona que lo recomendó y lo puso allá sale campante y pocas veces es conocido por la opinión pública.
En el caso del exsecretario de Salud de Itagüí, Omar Ochoa, existen algunos cuestionamientos que si bien hoy no lo han sindicado o condenado, sí han generado malestar y temor en varios concejales de Medellín, así como en varios miembros del entorno cercano al alcalde Daniel Quintero.
Para muchos sectores políticos ha sido sorpresivo que León Mario Bedoya tenga tanta participación en la administración de Daniel Quintero y no se entiende la complacencia del alcalde con este personaje, en especial si se tiene en cuenta que Itagüí no logró poner concejal en Medellín.
Cabe recordar que el equipo de Bedoya en las pasadas elecciones se la jugó por el candidato del Partido Conservador, Lucas Cañas, pero este terminó quemándose y no alcanzó la tan anhelada curul.
Lastimosamente las gerencias de los hospitales se han convertido en uno de los botines políticos que más se persiguen luego de las campañas electorales.
Aunque en teoría en estos cargos deberían llegar personas con las más altas capacidades por lo que representan las demandas de estos cargos, desafortunadamente en Antioquia ha sucedido un fenómeno que solo ocurría en otras regiones del país.
Hoy las gerencias de los hospitales públicos se las entregan a equipos políticos para que desde allí usufructen distintos beneficios.
Ahora está y se debe hacer gran aclaración, no todo en términos de corrupción, simplemente son cargos que los grupos políticos quieren alcanzar para colocar allí a sus líderes barriales o regionales.
Esta es la forma en la que se van fortaleciendo dichos grupos políticos con el fin de ir a buscar posiciones más superiores, como por ejemplo, el Congreso de la República.
Lo cierto es que el alcalde de Medellín tendrá una gran responsabilidad en los próximos días al designar a la persona que gerencie este hospital, una entidad que está en la lupa de muchos entes de control y que sin lugar a duda es una de las más importantes de la ciudad.
Si Daniel Quintero no quiere exponerse a que problemas futuros, tendrá que poner allí a personas con altos estándares académicos y con amplia experiencia, además de nombres alejados de las polémicas.
El mandatario sabe que no puede darse el lujo de errar en otro nombramiento que más tarde termine regresándosele en contra y se le convierta en otra mina en el camino, tal y como ha sucedido en otros nombramientos.