Hoy 8 de marzo el mundo entero tiene la costumbre de “celebrar” el Día de la Mujer, pero… ¿es realmente una fecha para festejar? La historia y la realidad actual de las mujeres insinúan lo contrario.
Por: Redacción 360 Radio
El Día de la Mujer no se trata de una fecha comercial, como lo puede ser San Valentín o el Día del Amor y la Amistad en Latinoamérica, y como han tratado de vender este día histórico a las recientes generaciones, encantadas por el materialismo, el consumismo y la superficialidad.
Por el contrario, el Día de la Mujer se instauró gracias a la valentía de miles de cientos de mujeres que arriesgaron sus vidas manifestándose en contra de la explotación laboral, la desigualdad social y económica, la violencia, el menosprecio y la exclusión, con el fin de que las millones de personas que hoy se identifican con el género femenino pudieran gozar de sus actuales libertades.
Sin duda hoy no es solamente un día para regalar rosas, peluches y chocolates, es un día para aplaudir las conquistas de las líderes que alzaron su voz para defender su potencial y su valor. Es un día para recordar a aquellas mujeres a las que les arrebataron su vida y a quienes la entregaron por creer firmemente en la justicia de sus luchas.
El 8 de marzo es una fecha para recordar todas las victorias que ha alcanzado la mujer, superando inmensos obstáculos, tales como: el sufragio, el trabajo, la educación, la libertad de expresión y de decisión… pero también es un día para pensar en todos los retos que aún restan.
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Hoy, las mujeres solo ocupan el 28 % de los puestos gerenciales en todo el mundo, casi la misma cifra que en 1995 (veinte años después de que la ONU declarara el 8 de marzo como Día de la Mujer). Además, en cargos públicos como parlamentos y ministerios las mujeres alcanzan el 25 % de representación y en el campo de la ciencia, la tecnología y la ingeniera siguen siendo infrarrepresentadas.
Sin duda, otro asunto grave es que está comprobado que las mujeres trabajan más que los hombres y reciben un salario menor, sumándole a esto el trabajo doméstico que no es remunerado. Sin embargo, estas cifras no son lo más alarmante.
Día a día aumentan los casos de abuso sexual, los feminicidios y la violencia contra la mujer, sea por el solo hecho de pertenecer a este género o incluso por motivos culturales, pues 200 millones de niñas y mujeres son sometidas a mutilación genital en el mundo y un tercio de las mujeres ha sido violentada física o sexualmente por su pareja. ¿Qué está pasando?
En un escenario como este resulta comprensible que los movimientos feministas, que luchan por el respeto y la dignidad de la mujer sean cada vez más numerosos y firmes en sus exigencias y, aunque las cifras hablan por sí solas, quienes pueden influir en los cambios trascendentales, que son necesarios, les han dado la espalda.
Sorprendió que este fin de semana, que el presidente de México, Manuel López Obrador, decidiera blindar el Palacio Nacional días antes de las marchas del 8 de marzo. ¿Precaución o indiferencia? Su silencio da lugar a todo tipo de lecturas sobre la polémica decisión.
Algo similar ocurrió en España, donde el gobierno de Madrid prohibió que se realizaran las manifestaciones del día de hoy y no solo a causa de la pandemia. El principal vocero del partido español Vox, Santiago Abascal, propuso que hoy se conmemorara el Día Nacional de las Víctimas del Coronavirus.
Esto por solo mencionar algunas situaciones. Es cierto que los movimientos feministas debe hacer de su discurso uno menos violento y más centrado en los objetivos por los que pelean, pero es más cierto aún que sus peticiones deben ser escuchadas y atendidas.
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Para nadie es un secreto que cuando se es mujer las oportunidades laborales son reducidas, los salarios, inferiores; salir a la calle es un desafío, elegir el vestuario ya no depende solo de sus gustos, expresarse con libertad ya no es seguro, salir de fiesta puede ser la última salida de su vida y es imposible confiar plenamente en sus amigos o pareja.
Es la misma realidad la que indica que el 8 de marzo en definitiva no es una fecha para celebrar, es un día para conmemorar los logros que muchas mujeres en el mundo han alcanzado y para motivarse a seguir insistiendo en que la igualdad y la dignidad del género femenino es asunto que necesita materializarse con urgencia.