Expertos aseguran que la estratificación socioeconómica en el país ya no refleja la realidad de las capacidades, o incapacidades, económicas de muchas familias colombianas.
Por: Redacción 360 Radio
La estratificación socioeconómica en Colombia nació en 1995, con el fin de clasificar las viviendas en función de los servicios públicos para ayudar mediante subsidios a las familias vulnerables que no tenían la capacidad económica suficiente para pagarlos. Sin embargo, hoy, casi dos décadas después, el país ha cambiado y se puede decir que para bien.
En ese entonces la Colombia rural era más grande, la pobreza, quizá más profunda, y las decenas de barrios que se iban formando en los cascos urbanos se consideraban todos como marginales.
Ahora, muchos más colombianos se concentran en las ciudades y, algunos de esos barrios actualmente son habitados por más personas que pueden contar con un salario fijo y una mejor calidad de vida; por lo que el error del sistema de estratificación, que aun sigue vigente, radica en estar pensado desde el tipo de vivienda y no desde los ingresos de quienes viven en ella, como lo han señalado decenas de economistas en los últimos años.
Uno de ellos es César Tamayo, decano de la Escuela de Economía y Finanzas de la Universidad Eafit, quien señala que «la estratificación como la conocemos hoy ya no es una buena forma de entender la realidad del país. No es un buen mecanismo para medir cuáles son los hogares que necesitan apoyo».
Lo que sucede con este sistema es que los subsidios se siguen otorgando a miles de personas según la vivienda o zona en la que viven, sin considerar su capacidad económica, por lo que muchas de estas estarían recibiendo ayudas sin necesitarlas realmente.
Por esto en marzo de 2020, en el Congreso se empezó a discutir este asunto en el marco del Plan Nacional de Desarrollo, que dio como fruto el Sisbén 4.0, un nuevo sistema para clasificar social y económicamente a la población colombiana, que sí pone en primer plano los ingresos por hogar, «reconoce diferencias de pobrezas» y no se limita a la exclusión social, al considerar también personas sin residencia como habitantes de calle y demás, según se explica en el sitio web del programa.
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Según Tamayo, el Sisbén 4.0 se trata de «un mejor instrumento de clasificación y focalización de ayudas. Con ese sistema de información se están focalizando los beneficios a hogares de bajos ingresos como compensación de IVA, ingreso solidario, etc.».
Y es que la promesa del Gobierno Nacional es que este programa se active en el segundo semestre del presente año, pues por motivo de la pandemia y la crisis económica que esta trajo como consecuencia, se volvió prioridad estudiar cuáles colombianos realmente necesitan ayudas del estado y quienes están apropiándose de las oportunidades de otros.
El momento coyuntural que vive Colombia hoy exige que este tipo de cambios se materialicen con urgencia. Existen personas que han sido excluidas durante décadas no solo por un estado tambaleante, sino porque otros les arrebatan las oportunidades de salir adelante y los beneficios que el estado ofrece a los más vulnerables.
Lo cierto es que la pandemia a causa del Covid-19 ha acentuado la pobreza, la desigualdad, el desempleo, la discriminación y demás problemáticas sociales, por lo que rediseñar el sistema de estratificación socioeconómica hoy es un desafío aún más grande de asumir de lo que suponía hacerlo hace unos cuantos años.