La variante Ómicron del coronavirus puso en alerta al mundo, después de haber sido hallada en diferentes países, lo que está volcando a cerrar fronteras e imponer nuevas restricciones que, incluso, habían dado por superado el COVID.
Por: Redacción 360 Radio
El Gobierno de Reino Unido convocó para el lunes una reunión urgente de ministros de Sanidad del Grupo de los Siete (G7), las economías más desarrolladas. La variante del COVID presenta “un riego muy elevado” para el mundo, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La OMS publicó un documento donde entregó consejos a las autoridades para frenar el avance y explicó que hay muchas incógnitas sobre esta variante, especialmente sobre el peligro real que representa. “Hasta el momento, no se ha registrado ninguna muerte asociada a la variante Ómicron”.
“Dada las mutaciones que podrían conferirle la capacidad de escapar a una respuesta inmunitaria, y darle una ventaja en términos de transmisibilidad, la probabilidad de que Ómicron se extienda a nivel mundial es elevada”, dijo la OMS.
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Desde el pasado viernes, la OMS calificó la variante como “preocupante” y “en función de estas características podría haber futuros picos de COVID-19, que podrían tener consecuencias severas”.
Los ministros de Salud del G7, después de la reunión, advirtieron que la variante es “altamente transmisible” y el mundo requiere una “acción urgente” y agregaron que los ministros elogiaron el trabajo ejemplar que ha hecho Sudáfrica para detectar esta variante y alertar a los demás países.
Los países miembros del G7 se comprometieron a donar dosis de vacunas, ofrecer asistencia operativa, apoyar la investigación y el desarrollo, y colaborar con la Organización Mundial de la Salud y los socios internacionales para compartir información y vigilar la variante.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden anunció nuevas restricciones de viajes hacia Sudáfrica y otros siete países, mientras el Gobierno trata de asegurarle a los ciudadanos que están intentando contener la amenaza.
Sin embargo, se desconoce la transmisibilidad de la nueva variante y la eficacia de las vacunas para proteger a los estadounidenses contra ella, pero el Gobierno adoptó una postura este verano, cuando pareció que la variante Delata los tomó desprevenidos.