El ministerio del Interior, Daniel Palacios afirmó que no existe el denominado paro armado del ELN, pese a que 16 municipios han tenido afectaciones por los recientes ataques terroristas de esta guerrilla.
Por: Redacción 360 Radio
“Lo que tiene que quedar claro es que e país no está en un paro, el ELN pretende sembrar miedo para que los ciudadanos sientan que no pueden desarrollar sus actividades”, señaló el ministro.
Palacio explicó que el Gobierno Nacional se encuentra trabajando “para garantizarle a los empresarios acompañamiento y esa tranquilidad a los transportadores”.
El ministro sostuvo que los ataques de la guerrilla del ELN “son claramente acciones terroristas” en las cuales “se ve la real naturaleza del ELN”, teniendo en cuenta que “son acciones indiscriminadas que a los únicos a los que afecta es a los ciudadanos”.
“Lo que hemos visto son acciones en Norte de Santander, Nariño, Cesar, Cauca y lo que corresponde a Arauca, los sitios de incidencia, ahí hay presencia del Ejército Nacional y se están desarrollando operaciones militares, como en diferentes partes del territorio”, dijo.
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De acuerdo con el ministro, en medio de esos trabajos por parte del Gobierno y las operaciones, “constantemente se están dando golpes y capturas, pero la inteligencia solo se ve cuando falla y no cuando se ve el éxito”.
“Esas acciones terroristas del ELN claro que generan temor y requieren contundencia de parte del Estado, en ningún momento se minimizan, lo que se hace es atenderlas, pero el paro nacional no existe”, reiteró.
Los ataques del ELN son perpetrados para generar “una interferencia en el proceso electoral”, según el ministro, ya que el grupo ilegal “pretende incidir en el proceso electoral, en política, generando miedo”.
Este jueves continuó la ofensiva por parte del ELN después de los ataques que dejaron ocho personas heridas el miércoles. El foco de las acciones se dieron en Curumaní, Cesar, donde guerrilleros derribaron un puente en la Ruta del Sol, además, en Norte de Santander hubo hostigamientos a dos patrullas militares, una en Tibú y otra en Hacarí.