Si hay un político que Hernández no rechaza, lo reconoce y lo respeta es Sergio Fajardo, quien fue, quizá, el mayor damnificado de esta contienda política cuando vio cómo pasaba de ser una opción presidencial a ser un colero. Ahora, de ser Hernández presidente, tiene una gran posibilidad de volver al escenario nacional.
Por: Redacción 360
Al candidato de la Coalición Centro Esperanza le han ofrecido en el pasado ser ministro, por ejemplo para dirigir el sector de la educación, pero Fajardo siempre fue reticente. Además, por una u otra razón ha sido claro en que no busca puestos en los que no aspira para ver en dónde cae o buscar componendas y estrategias, sino porque sus aspiraciones son genuinas.
A pesar del presente que hoy pueda tener en el ámbito político, Fajardo fue un hombre muy exitoso en esta materia, siendo alcalde de Medellín y gobernador de Antioquia, ya que en ese entonces pudo conocer a Rodolfo Hernández y a otra serie de dirigentes en todo el país.
Hernández y Fajardo han tenido buenas relaciones, un respeto mutuo, incluso una admiración, pese a las distintas maneras que usan cada uno de ellos. Rodolfo es una persona más expresiva, más libre, más auténtica, quizás para algunos pueda ser más cruda y más cómo lo han querido hacer ver; mientras que Fajardo, ha sido un hombre en unos marcos de expresión y de acción que lo terminaron perjudicando en la campaña presidencial, pues a veces las campañas demandan cierto tipo de emociones que Fajardo no representaba, no manifestaba y mucho menos transmitía.
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Si el candidato de la Liga Anticorrupción llega a ser presidente, lo hará tal vez como el único en las últimas décadas que llega libre, sin ataduras, sin componendas, sin compromisos previos con expresidentes o con partidos políticos. Asimismo, llega a un campo gigante donde tiene la posibilidad de ubicar a miles de personas, pero sin lugar a dudas, el primer círculo, su gabinete que es el más importante.
Ahora bien, Hernández, ha propuesto eventualmente algunos nombres para que hagan parte de su Gobierno, como William Ospina en cultura y Félix Jaimes en infraestructura. Además, este medio de comunicación, ha podido establecer que a Hernández le gustaría que Fajardo hiciera parte de su gabinete, y sin lugar a dudas sería nuevamente otro ofrecimiento que le hacen a Fajardo para que sea ministro de educación; y podría llegar de la mano de personas clave que le pueden ayudar al ingeniero durante su mandato, como Ingrid Betancourt o María Ángela Holguín.
Por otro lado, la acción de Fajardo puede pasar de costar cero a cotizarse, pero no para grandes papeles en el futuro político porque ya descarta otra aspiración presidencial o regional; sino para hacer un cierre que le apueste a poner en marcha la construcción de una política de educación en el marco de Hernández, como garantizar el acceso a la educación de todos los niños y jóvenes de Colombia, reforma al Icetex, entre otras instancias. Fajardo sería fiel al ideal que Hernández ha dicho de poner a los mejores en las carteras que sepan, porque son personas que lo saben todo, han contado con experiencia previa, y a su vez tiene que confiar en su gabinete.
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