Por: Luis Fernando Suárez
Aún teníamos el pecho hinchado de orgullo por la entrega del Metrocable de El Picacho y recordábamos los esfuerzos de Aníbal Gaviria para asegurar la financiación de ese y otros proyectos estratégicos para la región, mediante la creación del Fondo Medellín: ciudad para la vida; cuando supimos de la decisión de una sala de la Corte Suprema de Justicia de negarle la libertad. Entonces la alegría se transformó en incertidumbre, tristeza y desazón; no entendemos los argumentos con que el tribunal insiste en apartar a un hombre justo de su responsabilidad, pero como siempre acatamos la decisión y seguimos adelante.
No tenemos tiempo que perder. Unas horas después seguimos nuestra Caravana por la Vida y la Equidad en el Suroeste y nos llenamos de energía con los pueblos indígenas en Cristianía, a donde llegamos a cumplir la palabra y a recibir enseñanzas; en Andes, Jardín y Jericó, fuimos voceros de la esperanza e insistimos en la acción de un gobierno que cotidianamente hace realidad los compromisos que su líder plasmó en el mejor Plan de Desarrollo de la historia del departamento, como lo han reconocido líderes de todos los sectores, e incluso de la oposición.
Nuestra confianza en la inocencia de Aníbal Gaviria sigue intacta, lo mismo que la esperanza de que pronto se corrijan las injusticias y retorne a su cargo. Mientras tanto, el equipo de gobierno sigue trabajando con la frente en alto, con alegría, sin dejarse distraer por nada ni por nadie del compromiso supremo que asumimos con los antioqueños, gracias a la invitación que nos hizo el gobernador para hacer parte de esta historia, para servir con alegría a pesar de las vicisitudes.
Con esa convicción, avanzamos en la estructuración de un ambicioso plan de choque que dé respuesta a las necesidades de reactivación económica y social, sin descuidar la atención de la pandemia. Trabajamos con los alcaldes del Área Metropolitana y con los empresarios en un plan de empleo que nos permita revertir las tendencias y generar oportunidades especialmente para los jóvenes y las mujeres, que son quienes más se han afectado con la pérdida de trabajo.
En las demás regiones, por fuera del Valle de Aburrá, implementaremos con los alcaldes y alcaldesas, en unidad con todos los sectores económicos y la academia, una batería de acciones tendientes a la generación de oportunidades y el cierre de brechas de inequidad. Un ejemplo de esas acciones se refleja en la implementación de diferentes modalidades de crédito, programas de asistencia y estrategias como el Plan Cosecha, que nos ayudarán a reactivar la economía sin descuidar la protección de la vida en todo el departamento.
Ese es nuestro ADN: el trabajo en unidad, la búsqueda de la equidad y la defensa de la vida. Por eso, seguimos empeñados en reforzar la vacunación como mecanismo comprobado para la reducción de los efectos del Covid en la población. El momento que vivimos sigue siendo de alto número de contagios y ocupación de camas UCI, pero empezamos a revertir los efectos adversos y la letalidad. No podemos bajar la guardia, cada esfuerzo que hagamos en reapertura y reactivación debe ser cuidadosamente correspondido con medidas de bioseguridad, comportamientos responsables y autocuidado.
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Le he insistido al Gobierno Nacional en la necesidad urgente de ampliar el número de vacunas con la esperanza de aplicar cien mil diarias en el departamento y aumentar nuestro nivel de protección. A los ciudadanos debo instarlos una vez más a cuidarse y vacunarse, a comportarse con cautela sin necesidad de que medie una orden o un decreto, cada uno es responsable de sí mismo y de su entorno. Cada uno debe ser motor de reactivación y cuidado, para él y para los suyos.
Nosotros, en la Gobernación, queremos ser ejemplo de ello, por eso hemos ido reabriendo servicios presenciales y mejorando capacidades de respuesta a las necesidades de atención de los ciudadanos, siempre con los protocolos para proteger la vida de los servidores y de los usuarios. De allí que el proceso de reactivación del Centro Administrativo Departamental se haga de manera lenta, pero segura; sin prisa, pero sin pausa, como dice el refrán. Semana tras semana, iremos anunciando seguramente mejoras en esa dirección.
Nuestro compromiso con la democracia es indeclinable, por eso seguimos transitando la ruta de la institucionalidad. Esperamos el retorno del líder de los antioqueños para seguir avanzando bajo su guía e inspiración, entre tanto, nos apegamos a la hoja de ruta que nos marcó en el Plan de Desarrollo, fieles a nuestros principios y viviendo intensamente, la alegría de servir que él nos inculcó.