La Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) expresó su preocupación ante la propuesta de incrementar la sobretasa al impuesto de renta del petróleo. Según el gremio, esta medida podría poner en peligro el futuro energético y económico de Colombia, afectando no solo a la industria de hidrocarburos, sino también a la estabilidad económica del país.
En 2022, el Gobierno Nacional introdujo una reforma tributaria que aumentó la sobretasa al petróleo hasta en 15 puntos adicionales al impuesto de renta, calculando en los altos precios internacionales del crudo.
Sin embargo, la realidad actual muestra una caída en los precios, que han descendido de un promedio de USD 100 por barril en 2022 a cerca de USD 70. A pesar de esto, la nueva propuesta de la ‘Ley de Financiamiento’ busca elevar aún más más la sobretasa, llevando la carga impositiva total del sector a un 55%, una cifra que supera ampliamente la de otros sectores económicos.
El aumento en la sobretasa al Petróleo: ¿Qué está en juego para Colombia?
Detalles del impacto tributario: Frank Pearl, presidente ejecutivo de la ACP, subrayó que la industria del petróleo y gas ya enfrenta una presión fiscal significativa, con una tasa efectiva de renta del 50%. Este nuevo aumento no solo afecta la competitividad del sector, sino que también amenaza la sostenibilidad de proyectos actuales y futuros. Según Pearl, las inversiones exploratorias ya han caído un 57% desde la reforma de 2022, una tendencia que podría llevar al fin de la actividad exploratoria para 2030 si no se corrige el rumbo.
Además, el presidente de la ACP advirtió que esta medida afectaría la producción de hidrocarburos, principalmente en campos marginales y de crudo pesado, que representan el 64% de la producción nacional. La imposición de mayores gravámenes podría hacer inviables estos proyectos, lo que impactaría directamente en las metas de producción del país, que prevén un promedio de 750 mil barriles diarios hasta 2035.
Contexto energético nacional: El petróleo y el gas natural representan el 66% de la matriz energética colombiana. La falta de inversiones en exploración y producción debido a estas medidas fiscales podría comprometer la autosuficiencia energética del país en el mediano plazo.
Esto, a su vez, afectaría la generación de regalías, empleos y el desarrollo regional. Cabe destacar que en 2023, el sector petrolero aportó el 20% de los ingresos corrientes de la Nación y el 16% de la inversión extranjera directa, contribuyendo significativamente al Producto Interno Bruto (PIB) con un 4,6%.
Panorama general: El aumento de la sobretasa no solo tendría consecuencias para la industria, sino también para las regiones que dependen de los recursos provenientes de las regalías. El presupuesto bienal de regalías aprobado recientemente por el Congreso para 2025-2026, de $30,9 billones, podría reducirse considerable, afectando proyectos esenciales en educación, salud y servicios públicos.
La ACP hizo un llamado al Congreso de la República para evitar la aprobación de esta medida y solicitó al Gobierno mantener un equilibrio fiscal que permita incentivar la inversión en el sector. Según el gremio, preservar la capacidad de generación de recursos del sector es fundamental para la seguridad energética y la calidad de vida de los colombianos.
Este debate sobre la tributación al sector hidrocarburos pone en evidencia la necesidad de políticas públicas fundamentadas en análisis técnico-económicos que promuevan la sostenibilidad. La industria del petróleo y gas ha sido históricamente un motor clave de la economía colombiana, y decisiones fiscales desproporcionadas podrían desestabilizarla, afectando a todo el país.
La ACP reafirma su compromiso de trabajar en conjunto con las autoridades para encontrar soluciones que garanticen un desarrollo energético sostenible, sin comprometer los ingresos y la estabilidad económica que tanto necesita Colombia.
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