La discusión sobre el salario mínimo para 2026 ya está en marcha. Este lunes comenzó formalmente la mesa de concertación entre el Gobierno, las centrales obreras y los empresarios, un espacio en el que se definirán las condiciones del incremento que regirá el próximo año. Como es habitual, uno de los puntos críticos del debate es la lista de bienes y servicios indexados al salario mínimo, aquellos cuyo precio varía exactamente en la misma proporción en que aumenta este indicador.
Desde el primer día, el Gobierno dio señales de las posibles modificaciones que buscará introducir. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, explicó que, en conjunto con el Ministerio de Hacienda, estudian la posibilidad de desindexar del salario mínimo el sector vivienda. “La Vivienda de Interés Social y la Vivienda de Interés Prioritario se cuantifican en salarios mínimos, y consideramos que el aumento del salario no debería impactar un asunto tan vital para los colombianos”, señaló.
Bienes y servicios que subirán en 2026 con el ajuste del salario mínimo en Colombia
Aunque todavía no se conoce el listado definitivo para 2026, ya existe un grupo de bienes y servicios que permanecen indexados desde diciembre de 2024 y que, por norma o por práctica administrativa, ajustan su valor en función del incremento del mínimo.
No hay un listado único y oficial, pero las estimaciones permiten dimensionar el alcance de esta indexación. Desde el Banco de Occidente calculan que entre 60 y 70 bienes, servicios y tarifas están total o parcialmente atados al salario mínimo. Entre los principales se encuentran algunas matrículas educativas y cursos de formación, los aportes de trabajadores independientes, ciertos costos laborales, las tarifas de aprendices del Sena y las pensiones mínimas. Sin embargo, el economista jefe de la entidad, David Cubides, aclara que no existe un inventario detallado “uno a uno”.
Por su parte, la Universidad de América estima que alrededor de 50 tarifas públicas presentan una indexación explícita al salario mínimo mensual legal vigente. Sobre este punto, el docente Germán Eduardo Rodríguez advierte que no todos los aumentos están reglamentados: algunos precios se ajustan de manera espejo, es decir, replican la variación del salario mínimo bajo la premisa de que este ya refleja el comportamiento de la inflación.
Entre los bienes y servicios que estuvieron indexados para 2025 se encuentran actividades cotidianas como lavado y planchado de ropa, consultas médicas particulares, reparaciones en talleres, servicios de peluquería, cuidado infantil y trabajos de latonería.
Henry Amorocho, profesor de Hacienda y Presupuesto de la Universidad del Rosario, destaca que la determinación de estos bienes no se establece mediante una ley específica. La indexación se define mediante decretos presidenciales y, en el marco de la concertación, se decide qué rubros se mantienen y cuáles se desindexan. En esa lista suele haber elementos como multas de tránsito, aportes a salud y pensión, matrículas educativas, cuotas de medicina prepagada, costo del Soat y pasajes intermunicipales.
En años anteriores, el Ministerio de Hacienda ha entregado a la mesa de concertación un análisis detallado sobre los productos indexados al salario mínimo y su incidencia en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), un insumo clave para las decisiones.
Los que suben con la inflación
Paralelamente, existe otro grupo de bienes y servicios que no se ajustan según el salario mínimo, sino con base en el IPC. En esta categoría se encuentran el arriendo, las bebidas calientes, las entradas a cines y teatros, las comidas en restaurantes, los cambios de aceite, el consumo de refrescos, los gastos de vivienda ocupada por sus propietarios, los paquetes turísticos, el servicio doméstico y las telecomunicaciones, entre muchos otros.
En el caso del arriendo, la Ley 820 de 2003 establece que el incremento anual no puede superar el 100% de la variación del IPC del año inmediatamente anterior. Aunque el arrendador puede optar por no subir el canon, si decide hacerlo debe notificar al arrendatario de manera formal, según el mecanismo definido en el contrato.
Camilo Pérez, director de investigaciones del Banco de Bogotá, señala que este aumento puede ser objeto de negociación, pero el IPC funciona como techo. Con una demanda alta, la indexación suele ubicarse cerca del 100%.
Panorama de las propuestas
Por ahora, la discusión sobre el salario mínimo de 2026 no parece cercana a un consenso. El ministro del Interior, Armando Benedetti, ha mencionado que la intención del Gobierno sería buscar un incremento cercano al 11%. La CUT, en cabeza de Fabio Arias, anunció que propondrá un aumento de doble dígito. En el sector empresarial, Bruce Mac Master, presidente de la Andi, ha insistido en que la negociación debe tener en cuenta la inflación causada, la inflación esperada y la productividad, aunque aún no se ha hecho una propuesta formal.
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