La alcaldesa Virginia Raggi, considera que es un evento “irresponsable” para una ciudad que está en la cima de las más endeudadas e ingobernables del país.
Las ciudades que han ido preparando sus candidaturas para los Juegos Olímpicos que se desarrollen luego del 2020, están afinando detalles, sobretodo en lo concerniente a lo fiscal ya que no quieren caer en trampas económicas que luego comprometan la estabilidad de sus gobiernos. Lo que sucedió en Río de Janeiro dejó una mancha sin lugar a duda en temas de demoras, sobrecostos, inseguridad y corrupción.
La nueva alcaldesa de Roma Virginia Raggi, retiró este miércoles la candidatura de la ciudad para ser la sede oficial de los Juegos Olímpicos de 2024, en virtud de lo que considera que es un proyecto “irresponsable” para una de las ciudades más endeudadas e ingobernables de Italia. “Es irresponsable decir sí a esta candidatura”, puntualizó Raggi, quién anunció sin titubeos durante una conferencia de prensa celebrada en la sede de la alcaldía de la ciudad.
La mandataria explicó que ejecutar los Juegos Olímpicos representaría una especie de “hipoteca al futuro” de Roma, una ciudad que ya tiene una gran deuda de más de 13.000 millones de euros, y que según Reggi, “aún está pagando las deudas adquiridas para los juegos realizados en 1960”.
La alcaldesa también enfatizó que su decisión fue tomada según cifras económicas y es coherente con lo anunciado durante la campaña electoral que finalizó hace algunos meses. Aclaró también que en ningún momento se está atacando el deporte, sino que prefiere ser responsable con la ciudad y su estabilidad, además de no cometer los mismos errores que han cometido otras sedes.
También aprovechó para recordar que al momento de la elección en junio pasado, el 70% de los romanos se pronunció en contra de la organización de los juegos.