La crisis en la industria lechera en Colombia ha puesto en jaque a miles de productores en todo el país. En un contexto marcado por la caída del precio pagado al productor y la constante alza en el costo al consumidor, la Federación Colombiana de Ganaderos (FEDEGÁN) ha lanzado un nuevo llamado de alerta al Gobierno Nacional, solicitando acciones urgentes para mitigar la situación y evitar un colapso aún mayor del sector.
Panorama de la crisis: Desde hace 17 meses, el precio que los productores reciben por su leche ha disminuido en más de un 16%, mientras que el precio al consumidor sigue en ascenso, según datos proporcionados por FEDEGÁN. En lo que va de 2024, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la leche líquida ha subido un 0,52%, lo que ha ampliado la brecha entre lo que se paga a los ganaderos y lo que finalmente pagan los consumidores en las tiendas. Esta situación ha generado un desbalance económico que afecta a pequeños y medianos productores, quienes ven cómo sus ingresos se desploman mientras los costos de producción continúan subiendo.
Además, el consumo per cápita de leche ha caído drásticamente, con una reducción de aproximadamente 18 litros por persona entre 2021 y mediados de 2024, lo que equivale a una disminución del 11%. Esta caída en el consumo ha sido atribuida en parte al elevado costo de la leche, lo que ha llevado a los consumidores a buscar alternativas más económicas, como productos fraudulentos que se comercializan como leche, pero que en realidad son mezclas de lactosuero y otros componentes.
FEDEGÁN pide intervención del Gobierno para solucionar la crisis en la industria lechera en Colombia
Las peticiones al Gobierno: FEDEGÁN ha solicitado al Gobierno, en particular a los ministerios de Agricultura y Comercio, una serie de medidas urgentes para proteger al sector lechero. Entre las principales peticiones se destaca la implementación de una medida compensatoria para las importaciones de leche en polvo provenientes de los Estados Unidos. Esta medida busca contrarrestar los efectos negativos que los subsidios otorgados por el gobierno estadounidense a sus productores han tenido sobre el mercado colombiano.
En 2021, FEDEGÁN ya había solicitado al Ministerio de Comercio la adopción de una salvaguardia para las importaciones de leche en polvo, sin embargo, esta medida no fue aprobada por el Comité de Asuntos Aduaneros, Arancelarios y de Comercio Exterior. A pesar de ello, el gremio insiste en la necesidad de implementar una compensación que, según argumentan, no encontraría obstáculos en el Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos, ya que este no prevé tal situación.
Otra de las preocupaciones expresadas por FEDEGÁN es la práctica desleal de algunas empresas transformadoras colombianas, que han reducido la compra de leche nacional y han optado por establecer alianzas con productores extranjeros. Esta decisión ha exacerbado la crisis al reducir aún más la demanda de leche local, afectando principalmente a los pequeños productores.
Contexto y situación actual: El impacto de la crisis no solo se refleja en el ámbito económico, sino también en la estabilidad social de las zonas rurales del país, donde la producción lechera es una de las principales fuentes de ingresos. Según cifras de FEDEGÁN, cerca de 350.000 familias dependen directamente de la producción de leche para su sustento. La caída en los precios y la disminución de la demanda han puesto en riesgo la supervivencia de muchas de estas familias, quienes enfrentan dificultades para cubrir los costos básicos de producción.
La acumulación de inventarios de leche en polvo, que actualmente superan las 17.000 toneladas, y de leche líquida, con 27 millones de litros almacenados, es un claro indicador de la crisis. A esto se suman las importaciones, que en el primer semestre de 2024 ya alcanzan las 34.000 toneladas de leche equivalente, desplazando a la producción nacional y agravando la situación de los productores locales.
Por qué es importante: La crisis en la industria lechera en Colombia no solo afecta a los productores, sino que tiene repercusiones a nivel nacional. La disminución de la producción lechera puede llevar a una mayor dependencia de las importaciones, lo que a largo plazo podría encarecer aún más los productos lácteos en el mercado. Además, la situación pone en riesgo la seguridad alimentaria del país, ya que la leche es un alimento básico en la dieta de los colombianos.
La crisis lechera en Colombia no es un fenómeno reciente. Desde hace varios años, los productores han venido enfrentando desafíos como la competencia desleal de las importaciones, la volatilidad en los precios internacionales y la falta de políticas de apoyo por parte del Gobierno. La situación se ha agravado con la pandemia de COVID-19, que ha afectado la demanda y ha generado un aumento en los costos de producción.
FEDEGÁN ha dejado claro que es necesario adoptar medidas urgentes para evitar que la crisis se profundice aún más. La organización ha propuesto diversas estrategias, incluyendo la promoción del consumo de productos lácteos nacionales, la implementación de programas de fomento a la producción y la apertura de nuevos mercados para la exportación de productos lácteos colombianos.
El Gobierno Nacional, por su parte, enfrenta el desafío de equilibrar las necesidades de los productores nacionales con los compromisos adquiridos en los tratados de libre comercio, especialmente con Estados Unidos. La decisión que tome en los próximos meses será crucial para el futuro de la industria lechera en Colombia.
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