La semana pasada el alcalde de Medellín Federico Gutiérrez viajó a Singapur para estar presente en el acto de entrega de un premio al cual lo califican como “El nobel de las ciudades”, quizá algo rimbombante pero que de una u otra manera ayuda para alimentar el ego de la ciudad y sirve como revulsivo para acelerar y mejorar procesos en urbanismo e infraestructura.
La postulación para este premio la hizo el exalcalde Aníbal Gaviria, quien demostró ser un apasionado por concursos, premios y toda clase de figuras que permitieran resaltar la imagen de Medellín y convertirla en referente internacional. Gutiérrez señaló en una publicación que el estaba invitado para recoger el premio, pues había qué reconocer méritos en cada ocasión, algo bien visto y que demuestra que es posible ser responsable y objetivo en situaciones donde debe estar por encima la ciudad.
Así como en este caso, en la inauguración del tranvía también Gutiérrez invitó a los exalcaldes involucrados en el proceso, de manera que tuvieran el crédito merecido. Seguramente así será con Parques del Río, si es que algún día lo terminan y una que otra obra que anda pendiente de la administración pasada. Ni modo que lo inviten a la inauguración de las obras de valorización del Poblado, porque muchas de las que terminaron quedaron mal hechas, unas que faltan que parecen no tener solución, y las restantes que están tratando de ejecutar en los mejores tiempos.