El ministro del Interior, Armando Benedetti, se pronunció en las últimas horas sobre lo que ha ocurrido con la reforma a la salud en Colombia.
El jefe de Cartera expresó que da “por muerta” la reforma a la salud, que inició su trámite en la Comisión Séptima del Senado. Entre los principales argumentos de Benedetti se encuentra una culpa a la senadora Nadia Blel (Partido Conservador), de dirigir una supuesta estrategia para “dilatar” la discusión.
“Llegué el 1 de marzo. 4, 5 y 6 aprobamos la reforma a la salud en la Cámara, que ahora la están torpedeando, echando para atrás (la discusión) para que empiece el 27 de mayo. Yo ya doy por muerta la reforma a la salud”, dijo.

Además agregó que: “La están torpedeando como hundieron la laboral, haciendo mesas técnicas hasta el 20 de mayo para que el debate empiece el 27 de mayo, así que yo ya doy por muerta la salud».
¿Cuál es el objetivo de la reforma a la salud?
El centro de la reforma a la salud reside en la transición hacia un “Aseguramiento Social en Salud”, un sistema público, universal y solidario que busca superar las limitaciones del modelo actual.
Según el Gobierno, este nuevo sistema pondría un mayor énfasis en la Atención Primaria en Salud (APS), vista como la puerta de entrada al sistema y el eje central para la promoción, prevención y atención de enfermedades.
No obstante, existen puntos polémicos de esta reforma. Uno de ellos está en el poder que podrían adquirir gobernaciones y alcaldías dentro del sistema de salud, con un importante temor sobre la politización dentro del mismo. Otro punto polémico tiene un enfoque en la economía en el sector, pues inicialmente se asegura que hay una escasez de recursos, evidenciado en los problemas que se denuncian por la falta de giros y la deuda de las EPS con diversas entidades hospitalarias, y que ahora fragmentaría aún más la economía para el cumplimiento del servicio.
Además, existen varias críticas sobre el hecho de que habría un mayor peso en las entidades de atención primaria, y que estas, debido al flujo de pacientes en el país y la deficiencia en el sistema en algunas regiones del país, podrían provocar un desborde de demandas y una menor eficiencia en la atención en enfermedades como cáncer, VIH, además de patógenos huérfanos o raros.