La salida de María Corina Machado de Venezuela, mantenida en absoluto hermetismo durante días, terminó siendo una de las operaciones clandestinas más complejas que ha enfrentado la oposición en los últimos años.
La dirigente llegó finalmente a Oslo para participar en las actividades relacionadas con el premio Nobel de Paz, en medio de un viaje marcado por riesgos, controles militares y un operativo que, según reveló The Wall Street Journal, se planificó durante dos meses.
Operativo clandestino de María Corina Machado para salir de Venezuela rumbo a Oslo y recibir el Nobel de Paz
De acuerdo con la reconstrucción del medio estadounidense, la travesía empezó el lunes en horas de la tarde, cuando Machado abandonó un suburbio de Caracas disfrazada y usando peluca para evitar ser reconocida. Su primera meta era llegar a un pequeño pueblo pesquero en la costa venezolana, donde la esperaba una embarcación. Para lograrlo, tuvo que atravesar al menos 10 puestos de control militar, en una ruta que tomó cerca de diez horas. El objetivo era claro: alcanzar la costa antes de la medianoche del 8 de diciembre.
Una vez en ese punto, descansó brevemente antes de enfrentar la etapa más delicada: un viaje en lancha por el mar Caribe hacia la isla de Curazao. Según las fuentes citadas por The Wall Street Journal, la red venezolana que ha facilitado la salida de otros opositores y perseguidos se comunicó con el ejército de Estados Unidos para advertir que la embarcación transportaba a Machado. Era una medida preventiva para evitar que fuera interceptada o atacada en un contexto de tensiones crecientes entre Washington y Caracas.
“Coordinamos que ella iba a salir por una zona específica para que no volaran la embarcación”, aseguró una persona cercana a la operación al medio estadounidense. Durante parte del trayecto, dos aeronaves F-18 estadounidenses sobrevolaron el Golfo de Venezuela, un movimiento inusual que, según el reportaje, representó la aproximación más cercana de aviones militares de EE. UU. al espacio aéreo venezolano desde septiembre, cuando comenzó la intensificación de la actividad en la zona.

La lancha con Machado llegó a Curazao alrededor de las tres de la tarde del martes. Allí fue recibida por un contratista privado con experiencia en operaciones de extracción. Agotada, se registró en un hotel y permaneció en la isla hasta el día siguiente. Mientras tanto, en Oslo ya comenzaban a reunirse los asistentes a la ceremonia del Nobel, sin conocer aún la ubicación exacta de la líder opositora. De hecho, el Instituto Nobel también afirmó que desconocía su paradero en las horas previas.
Desde Curazao partió hacia Noruega en un avión ejecutivo facilitado por un socio radicado en Miami. El vuelo la llevó finalmente a Oslo, donde aterrizó en la madrugada del jueves. Ya en la capital noruega, Machado confirmó públicamente que recibió apoyo de Estados Unidos para abandonar Venezuela, donde permanece en la clandestinidad desde agosto de 2024.
Su llegada a Europa abre una nueva fase en su agenda internacional. Según personas de su entorno citadas por el reportaje, la dirigente buscará respaldos en distintos gobiernos europeos y, más adelante, podría viajar a Estados Unidos para reunirse con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca. Su salida no solo le permitió asistir al evento del Nobel, sino que también reposiciona su figura en el tablero político internacional en un momento de alta tensión para la oposición venezolana.
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