Las alertas de seguridad en Bogotá volvieron a encenderse luego del atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay el pasado 7 de junio. En medio de las investigaciones por este hecho, surgió la hipótesis de que otro líder político, Carlos Fernando Galán, alcalde Mayor de la capital, podría estar en la mira de organizaciones criminales.
Panorama general: La preocupación se desató cuando uno de los detenidos por el ataque a Uribe mencionó la existencia de un plan contra un “hombre que se moviliza en camionetas blindadas”, descripción que coincide con el perfil del alcalde de Bogotá. Galán no tardó en pronunciarse públicamente, manifestando su preocupación y asegurando que confiaba en las autoridades para esclarecer la situación.
Sin embargo, la Fiscalía General de la Nación, que había ordenado interceptaciones telefónicas como parte de la investigación, entregó una conclusión sorpresiva: no había tal plan. Las conversaciones interceptadas correspondían, en realidad, a una charla entre presuntos expendedores de droga en Bucaramanga que, según el ente acusador, “estaban bromeando”.
Por qué es importante: Dos días después del atentado contra Miguel Uribe, en medio del monitoreo de redes criminales, se registró una conversación telefónica entre un hombre apodado ‘Mono’ y otro individuo no identificado. En la charla, uno de ellos decía: “Se me cayó el sicario de Bogotá, el que mandé a matar al alcalde de Bogotá. Se me cayó en Bosa, tiene 13 años. Entonces para que me ayude a sacarlo”.
A lo que su interlocutor respondió: “Estoy al lado suyo, ojo con lo que está hablando. El chino se cayó, hizo la vuelta del concejal, pero los escoltas lo cogieron ¿usted dónde está?”
El lenguaje, el tono y el contexto generaron sospechas en los investigadores, quienes inicialmente no descartaron un vínculo con el atentado que acababa de sufrir Uribe Turbay. El hallazgo de fotografías del alcalde Galán en el celular del menor de edad capturado por el ataque reforzó las sospechas.
Atentado contra Carlos Fernando Galán fue descartado por Fiscalía tras análisis de llamada interceptada
Pese a las coincidencias y a la seriedad del contexto, la Fiscalía concluyó que no existe evidencia real de un atentado en curso contra el alcalde de Bogotá. Según el análisis de los investigadores, la conversación fue una “broma” entre expendedores de droga y no guarda relación directa con el caso del senador Uribe ni con un plan estructurado contra Galán.
El anuncio, aunque alivia las tensiones inmediatas, no elimina del todo las preocupaciones en torno a la seguridad de las figuras públicas en Colombia, especialmente en un contexto de creciente violencia contra líderes políticos. El propio Galán, al conocer la información, reiteró su llamado a mantener la vigilancia y continuar con las investigaciones.
A pesar de que se descartó el atentado en contra de Galán, las autoridades no han dejado de lado la declaración inicial del detenido en el caso Uribe, quien habló de un plan contra una figura que se moviliza con escoltas y vehículos blindados. La frase “el hombre de las camionetas” sigue rondando en los informes de inteligencia.
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