La tensión aumentó esta noche en Venezuela con la alta actividad aérea que se registra en islas cercanas a este país, actividad que corre por cuenta de aviones de combate de Estados Unidos con maniobras que no se habían visto en cercanías al país venezolano.
Cuatro aviones cazas Boeing EA-18G Growler y un avión de inteligencia de los Marines de los EEUU entraron a espacio aéreo venezolano y se encuentran sobrevolando las islas de la orchila y los Roques.
Estos movimientos se dan luego de varias semanas de tensiones entre ambos países y con las constantes frases y cruces de palabras entre Donald Trump y Nicolás Maduro.
¿Cómo son los aviones de combate EA-18G?
El EA-18G Growler es la principal aeronave de guerra electrónica de la Marina de los Estados Unidos y una de las más avanzadas del mundo en su categoría. Derivado del caza F/A-18F Super Hornet, este avión fue diseñado específicamente para misiones de interferencia electrónica, supresión y destrucción de defensas aéreas enemigas, protegiendo a otras aeronaves durante operaciones de combate. Su rol es clave en escenarios modernos, donde el control del espectro electromagnético es tan decisivo como la superioridad aérea.
Esta flota de aviones de combate, Equipado con el sistema AN/ALQ-218 y cápsulas de interferencia AN/ALQ-99 —y progresivamente con el más avanzado Next Generation Jammer (NGJ)—, el EA-18G es capaz de detectar, identificar y bloquear radares enemigos, así como sistemas de comunicación y defensa antiaérea. Además, puede emplear misiles antirradiación AGM-88 HARM, lo que le permite no solo interferir, sino también atacar directamente las amenazas electrónicas, combinando inteligencia, ataque y protección en una sola plataforma.
Gracias a su versatilidad y alta integración tecnológica, el EA-18G Growler se ha convertido en una pieza fundamental en operaciones conjuntas y aliadas, siendo utilizado también por países como Australia. Su capacidad para operar desde portaaviones y bases terrestres le otorga una flexibilidad estratégica única, consolidándolo como uno de los aviones más determinantes en la guerra moderna, donde dominar el espacio aéreo implica, cada vez más, dominar las señales invisibles del espectro electromagnético.