Así es la biofábrica San Fernando de EPM, concepto evolucionado de una planta de tratamiento

360 hizo el recorrido permitido por las autoridades de EPM con el fin de ver no solo su estructura sino para entender su funcionamiento que, ciertamente, es en beneficio de la ciudadanía.

Foto: Cortesía EPM

Precisamente en el mes cuando la PTAR San Fernando de EPM cumple 25 años, esta es llamada de una nueva forma, como biofábrica, por su uso de biosólidos, la producción de biogas y la cogeneración de entre el 25 % y 30 % de energía. De la misma manera, esta planta ha producido 140 millones de kWh energía eléctrica generada, equivalente al consumo mensual de energía para 560.000 viviendas en Medellín.

Localizada en el barrio San Fernando de Itagüí, municipio del sur del Valle de Aburrá, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de EPM cumple un cuarto de siglo de creación y funcionamiento, que entre mayo del año 2000 y abril del año 2025, ha tenido 720 mil toneladas de biosólidos. 360 hizo el recorrido permitido por las autoridades de EPM con el fin de ver no solo su estructura sino para entender su funcionamiento que, ciertamente, es en beneficio de la ciudadanía.

Y no solo de la ciudadanía de Itagüí, Envigado o Medellín, sino de casi toda el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y hasta parte del Valle de San Nicolás, teniendo en cuenta que con el municipio de Caldas se encuentran en negociaciones para que pase el cubrimiento de un 93 % a 100 %.

Así es la biofábrica San Fernando de EPM, concepto evolucionado de una planta de tratamiento
Foto: Cortesía EPM

EPM, aclarando que no hacen el proceso de potabilización del agua en esta biofábrica

La fotografía abajo registrada por este medio es con el fin de notar la diferencia entre agua residual sin tratar, y agua residual tratada (todavía no potable). EPM, aseguran no trata agua del río Medellín, trata aguas de las viviendas a través de redes para luego descargarla al río ya tratada; cabe recordar que no es agua potable. El tratamiento de potabilización lo hacen en Ayurá, Manantiales, entre otros puntos con que cuenta EPM.

Foto: 360

Es preciso remarcar que con el crecimiento de la población, actualmente la planta San Fernando -llamada biofábrica- elimina cada día cerca de 150 toneladas de materia orgánica, evitando que lleguen al río Aburrá-Medellín Con el fin de proteger los ecosistemas de la región.

Esta labor ha permitido que el río Medellín se convierta en eje articulador del Valle de Aburrá, con desarrollos urbanos, industriales y comerciales a su alrededor. Adicionalmente, ha permitido articular un espacio para el deporte, el entretenimiento y la cultura, sede de grandes eventos de ciudad, como los Alumbrados Navideños de EPM o el tradicional Desfile de silleteros.

Es clave señalar que EPM con las plantas San Fernando (sur) y Aguas Claras (norte) logra tratar en la actualidad el 93 % de las aguas residuales generadas de los usuarios de la Empresa en el Valle de Aburrá, ¿y el restante 7 %? El gerente de aguas residuales, León Yepes, señala que en la actualidad trabajan con el municipio de Caldas para lograr la total cobertura.

Dicha cobertura del 93 % ha sido decisiva en la recuperación de la calidad del agua del río Aburrá-Medellín, reflejada en un aumento sostenido de la concentración de oxígeno disuelto en 6.6 miligramos por litro (mg/l) en algunos sitios del río, indicador que se mide de 1 a 10 y se considera un factor clave para el equilibrio ambiental.

Es pertinente hacer la diferenciación entre el antes y el después en relación con la Planta de Tratamiento Aguas Residuales (PTAR) San Fernando, ahora llamada biofábrica San Fernando.

Y es que, en el año 2000, cuando se creó esta PTAR, el caudal era de 1800 l/s en primario y 900 l/s en secundario; para el año 2022, el caudal sigue siendo de 1800 l/s en primario, pero en secundario cambia: se sitúa también en 1800 l/s.

Foto: 360. Maqueta PTAR San Fernando, ahora llamada biofábrica.

En cuanto al tipo de tratamiento del agua, hace 25 años era biológico (lodos activados); ahora, no solo es biológico con lodos activados, sino también con Bio+P Y Bardenpho de 5 etapas; entretanto, en el año 2000 la inversión fue de US$100 millones, equivalentes a US$185 millones del año 2025, que se traducen en COP $770 mil millones; en tanto que para el año 2022 la inversión sigue siendo la misma, pero con una modernización hecha por un valor de COP $135 millones y una ampliación de COP $50 millones.

Así las cosas, la visita efectuada por este medio de comunicación aclaró el panorama con respecto a esta planta que, ciertamente, se convierte en una biofábrica que tiene como objetivo contribuir al desarrollo de las ciudades entendiendo que cuentan con subproductos en ese tratamiento de economía circular que permiten generar beneficios a los ciudadanos, como generación de energía, poder limpiar el biogás, inyectarlo a la red del gas, tener biosólidos que los podemos entregar para mejoramiento de suelos en la agricultura, en la ganadería, son condiciones de biofábrica que se pueden sacar como subproductos de una planta de este tipo.

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