La movilidad en Bogotá y Cundinamarca arrancó este lunes 8 de septiembre de 2025 con una noticia que ya empieza a ser recurrente: la Vía al Llano, principal conexión entre la capital y los Llanos Orientales, se encuentra cerrada por deslizamientos de tierra a la altura del kilómetro 18, en jurisdicción de Chipaque.
El fenómeno de remoción de masas obligó al concesionario Coviandina y a las autoridades de movilidad a decretar un cierre total preventivo desde el kilómetro 0 en el sector del Uval o Puerta al Llano, en Usme, lo que complica la salida hacia el oriente y sur del país.
Según los reportes oficiales, no hay día ni hora estimada para la reapertura del corredor, pues las labores de remoción del material continúan mientras se evalúan posibles riesgos de nuevos desprendimientos. Sin embargo, el Gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, ha sido claro en que la reapertura podría tardar varios días, expertos aseguran que se trataría de cinco días como mínimo.
Las maniobras de remoción del material que cayó sobre la vía al Llano continúan por parte de la concesión @CoviandinaSAS; sin embargo, en la zona del K18+600 se registra un deslizamiento rotacional que mantiene bloqueados los cuatro carriles, significa que debido a la alta… pic.twitter.com/kzP0k9FMcV
— Jorge Emilio Rey Ángel (@JorgeEmilioRey) September 7, 2025
Vía al Llano: cierres, puntos de control y desvíos
Los cortes más recientes confirman que la Vía al Llano permanece totalmente cerrada entre el kilómetro 18+300 y el kilómetro 18+600, con control de paso en dos puntos estratégicos: kilómetro 0 en Bogotá y kilómetro 82 en Villavicencio.
Además, en el kilómetro 39+600 se mantiene una reducción de carril y tráfico bidireccional en los túneles de la nueva calzada, lo que agrava aún más la movilidad cuando se registran aperturas parciales.
La Secretaría Distrital de Movilidad informó que agentes de tránsito se encuentran en el sector del Uval, regulando el tránsito y orientando a los conductores hacia rutas alternas. Entre las más recomendadas figura la transversal del Sisga, que conecta Boyacá, Casanare y Meta, aunque el trayecto implica tiempos de viaje más largos y riesgo de congestión en algunos tramos.
Un problema repetitivo en la Vía al Llano
Este tipo de cierres en la Vía al Llano no son una novedad para los viajeros. La zona de Chipaque, en particular, se ha convertido en uno de los puntos más críticos del corredor, con deslizamientos recurrentes cada temporada de lluvias.
En la madrugada del domingo, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, ya había confirmado un cierre total por caída de material en ambos carriles, lo que anticipaba complicaciones para la semana. Coviandina, por su parte, alertó desde las 2:55 a. m. sobre la situación a través de sus redes sociales.
Este panorama genera preocupación no solo para los viajeros que se movilizan hacia Villavicencio y los Llanos, sino también para el transporte de carga, que depende de esta vía para abastecer de productos agrícolas a Bogotá y al centro del país.
El cierre de la Vía al Llano ya empieza a sentirse en las calles de Bogotá. Desde primeras horas de la mañana se reportan fuertes represamientos en la avenida Boyacá, especialmente en el sur, donde confluyen vehículos que buscan salidas alternas hacia Cundinamarca y Meta.
El alto flujo vehicular podría extender los tiempos de desplazamiento en varios corredores internos de la ciudad, afectando incluso a quienes no tienen como destino final Villavicencio.
La Secretaría de Movilidad advirtió que la recomendación principal es evitar, en lo posible, viajar hacia esa zona hasta que se restablezca el paso con seguridad.
¿Qué viene para los viajeros de la Vía al Llano?
Aunque Coviandina adelanta trabajos de limpieza, no hay certeza de cuándo será habilitado el corredor. Las autoridades mantienen vigilancia constante en el kilómetro 18, considerado un punto de alto riesgo, mientras las lluvias continúan en gran parte de Cundinamarca.
Por ahora, la mejor alternativa para los viajeros sigue siendo la transversal del Sisga, a pesar de que implica mayores tiempos de recorrido. Quienes requieran llegar con urgencia a Villavicencio o a municipios del Meta deben prever retrasos y planear sus desplazamientos con antelación.
En conclusión, el panorama para la movilidad no es alentador. La Vía al Llano seguirá siendo hoy uno de los grandes dolores de cabeza para conductores, autoridades y habitantes de Bogotá y los Llanos Orientales, a la espera de que las condiciones permitan su reapertura sin riesgos adicionales.