El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se refirió en contra de los confinamientos y medidas para frenar la expansión del coronavirus en el país.
Por: Redacción 360 Radio
En un acto que fue celebrado en la ciudad de Chapeó, en el sur de Brasil, Bolsonaro afirmó que lamenta todas las muertes, aunque no mencionó los 4.195 decesos por COVID-19 registradas el pasado martes, pero habló en contra de las medidas que restringen la economía.
El mandatario insistió en que “así como es preciso cuidar la salud”, deben “salvar los empleos” y explicó que por ese motivo “jamás decretará un confinamiento nacional, como quieren muchos” y no permitirá que las Fuerzas Armadas “vayan a la calle para encerrar a la gente en su casa”.
Bolsonaro se quedó de las críticas que le llegan diariamente por parte de la prensa y del campo científico. “Me dicen genocida” y reclamó que “el enemigo no es el presidente”, sino otros, sin mencionar quiénes.
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“Creo en la ciencia, pero la ciencia muchas veces demora” y una “sociedad no puede quedarse encerrada en casa esperando a que llegue una solución del cielo” e insistió en que “la política de cerrar todo” ha agravado el desempleo y la situación económicas de los pobres, “que ya no tienen comida en sus heladeras” y empiezan a sufrir de otros problemas, como depresión.
No obstante, reiteró su temor a que prolonguen medidas que restrinja la actividad de la economía y provoque “problemas sociales gravísimos” y “explosiones” populares que serían por “necesidad” y no “maldad”, por lo que deben evitar combatir el virus de esa forma.
Finalmente, defendió el uso de medicamentos de eficacia no comprobada frente al coronavirus, como antipalúdica cloroquina o el antiparasitario ivermectina.