David Luna, candidato al Senado en Conversaciones 360: “La gente por buscar likes o votos, piensa que el insulto es la mejor estrategia”

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El candidato al Senado David Luna, estuvo en Conversaciones 360 contándole a nuestros usuarios sobre porqué quiere volver al senado, sus principales propuestas, acerca de cómo ve el panorama en la capital del país y en sobre qué es lo que percibe en el ciudadano de a pie.


Conversaciones 360

360 Radio:

Ya ha estado en el Congreso y sea la primera pregunta, la fórmula. ¿Por qué volver al Senado de la República? ¿Por qué le vuelve a picar el bicho de volver a repartir volantes, de hacer campaña y de buscar los votos?

David Luna (D.L.):

Evidentemente llevaba un poquito más de diez años por fuera del mundo electoral, pero siento que evidentemente estamos atravesando una crisis muy compleja, donde hay desconfianza, donde el congreso es la entidad más desprestigiada del país, donde la política requiere volver a retomar algo tan importante como es el prestigio; y yo tomo la decisión de regresar, no solamente para poner a consideración mi hoja de vida, sino los resultados, los resultados conseguidos en tantos años de trabajo en el servicio público; y dos, porque siento que en política el fondo es importante, pero la forma también, ¿Qué quiere decir eso? Que es muy clave construir sobre lo construido, rendir cuentas; por supuesto, solo comprometerse con lo que uno es capaz de cumplir.

Entonces estoy en este ejercicio y vamos a muy duramente para regresarle la dignidad a la política, y sobre todo, bajarle la temperatura al pesimismo; todo el mundo está cabalgando sobre la agenda del pesimismo, sobre la agenda del insulto, y de alguna otra manera pues lo que está pasando, siento yo, es que estamos desaprovechando una oportunidad grande para poder avanzar en algo como es la construcción de consensos.

360:

¿Qué representa usted en cambio radical? ¿Por qué llegar a cambio radical? ¿Qué le dice a ese joven que es repelente a la política de los partidos, que vote por usted y vote por Cambio Radical?

D.L.:

Dos cosas. lo primero, yo soy el cambio dentro del cambio radical, yo he demostrado con trayectoria, que hay hacer la política siempre de manera decente, de manera honesta; pero lo más importante, con resultados sin cabalgar sobre la indignación, cabalgando siempre sobre cómo resolverle los problemas a la gente. Cambio radical como todos los partidos tiene problemas, evidentemente tiene que resolverlos, y tiene que abrirle las puertas a las nuevas generaciones, a un recambio, un recambio generacional, a una posibilidad de pensar en una agenda distinta; y yo estoy hablando de temas distintos, de tecnología, de innovación, de emprendimiento.

Pero lo segundo, es que yo toda mi vida hice campaña por firmas, y obviamente es mucho más rentable salir a la calle, y decir que tú tienes un movimiento ciudadano; pero cuando llegas a la curul del congreso, o cuando llegas a la curul del consejo pues claramente no eres capaz de realizar las transformaciones que quieres porque tienes una minoría.

Cambio Radical es un partido mayoritario que por ejemplo hundió la reforma tributaria del exministro Carrasquilla, es un partido que logró salvar el proceso de reconciliación y de paz cuando no estuvo de acuerdo con las objeciones del presidente Duque; entonces yo siento que las mayorías son importantes para llevarlas a defender los intereses de los ciudadanos, y no a defender los intereses de los partidos.

360:

David las facultades de un senador son muy limitadas. Un senador no tiene un mayor poder de solucionar un problema estructural profundo del país pero tiene la capacidad de liderar en solitario con su partido o con el gobierno de turno, pues una agenda, un paquete legislativo que contribuyan a la calidad de vida de los colombianos.

Hoy nosotros miramos a los candidatos o precandidatos presidenciales hablando de algunos temas quizá muy nórdicos, muy rosas, alejados de lo que está viviendo el colombiano en el día a día, que es en Bogotá, en su ciudad, la ciudad que a usted le duele; David es que están matando y luego te roban y es un problema que va en aumento, la cifra que ha salido recientemente es escandalosa acerca de los homicidios por cuenta de robos en Bogotá. Y nadie habla eso, nadie habla de atacar esa causa raíz que es la crisis de la justicia que es la crisis de la seguridad y por ende una reforma que nunca ha existido. Y usted desde el senado -futuro senador seguramente- ¿Qué va a hacer para mejorar la calidad de vida de los colombianos?

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Lema de campaña de David Luna

D.L.:

Pues lo importante es lo que ustedes acaban de decir, lo primero es que un senador no puede bajo ninguna circunstancia comprometerse con lo que no es capaz de cumplir; yo siento que es indispensable que la gente entienda cuáles son las competencias que se tienen, y de esa manera obviamente no dar explicaciones distintas a las que uno pues tiene la posibilidad de resolver. Hay senadores que dicen -o candidatos, mejor-, que dicen que van a bajar las tarifas del agua, esa no es una competencia del congreso, y ahí es donde hay capacidades y posibilidades evidentemente de mejorar.

Dos, evidentemente como ustedes dicen, el congreso pues sí, puede liderar procesos; y yo creo que uno muy importante, es el de bajarle la temperatura al pesimismo, de bajarle la temperatura al odio, porque esa agenda que da réditos seguramente en Twitter, pues no está dando réditos en la reconciliación, y es lo que el país está requiriendo.

Entonces pues bueno, seguimos trabajando en eso y vamos a hacer un esfuerzo grande para poner la forma, como pieza fundamental de algo tan importante como puede llegar a ser la nueva política, construir sobre lo construido, lograr ver de qué forma y de qué manera se puede algo tan importante como rendir cuentas permanentemente, que puede ser esencial en un proceso clave como el que estamos viviendo.

360:

David la tecnología ha estado algo ajena al desarrollo de nuestro país, sin embargo, como no destacar lo que usted como ministro hizo hace algunos años, lo que se ha venido haciendo: esfuerzo y esfuerzo para lograr mayor conectividad, mayor cobertura, cerrar la brecha digital entre los colombianos; sin embargo, seguimos estando muy muy rezagados.

Usted ha hablado de que la corrupción no le tiene miedo a los jueces, pero sí le tienen miedo a la tecnología. Y le preguntamos, ¿Cómo la tecnología puede impactar certeramente -no solamente la lucha contra la corrupción- sino al estado colombiano y la vida de los ciudadanos?

D.L.:

La tecnología evidentemente, va más rápido que la legislación, la tecnología evidentemente tiene unas proporciones importantes que vale la pena tener presente y eso es lo que yo quiero mencionar: una cosa es la conectividad, en la cual tenemos que seguir trabajando para que todo el país termine de avanzar en ese proceso para lograr, que sobre todo en las zonas más alejadas del país, esto pueda ser una realidad, para fortalecer las empresas regionales que pueden llegar a los corregimientos más alejados.

Y otra cosa es aprovechar las tecnologías como: block trade, como inteligencia artificial, como Internet de las cosas, para avanzar en los procesos, por ejemplo, de agroindustria, o de ecoturismo, o de lucha contra la corrupción, o de facilidad en los procesos educativos; de eso es que se trata este ejercicio. Y por esa razón me parece a mí que los candidatos presidenciales no estén hablando de tecnología, pues resulta casi que absurdo, hay que pensar que esto ya hace parte de la nueva agenda, y Colombia sigue como lo decías tú, en los temas tradicionales y no avanza en unos temas tan importantes como son las nuevas economías, y ahí tenemos una oportunidad grande.

Déjame ponerte un ejemplo: de cada diez jóvenes que se gradúan de bachillerato, seis se quedan por fuera de la universidad pública ¿Por qué? Porque no hay infraestructura. Con tecnología podríamos reducir esa brecha y generar clases sincrónicas a sincrónicas, parcialmente para avanzar; o te pongo otro ejemplo, si les enseñáramos pensamiento computacional a nuestros niños entre cinco y diez años, vamos a lograr mejores estándares de aprendizaje y de complementación con el trabajo. Ese tipo de temas, siento yo, que son los que hay que incluir en una agenda que en estos momentos no se está desarrollando, como la programación.

360:

Te hacemos una pregunta sobre Bogotá, volvemos a Bogotá. Un senador saca votos en todo el país: por ti pueden votar en la Guajira, en La Vichada, en Vichada, en Guainía, en Caquetá, en Antioquia; pero Bogotá nunca ha tenido un senador que la defienda, no ha tenido un doliente en el congreso. David y usted conoce Bogotá como pocos ¿Usted va a defender a Bogotá en el Senado?

D.L.:

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Pero por supuesto que sí, entre otras porque es muy importante recordar que Bogotá se queda sin senadores por primera vez en muchos años, muchos de ellos están en estos momentos aspirando a la presidencia; muchos otros, están en estos momentos retirados, y lamentablemente la ciudad pues tiene que tener una representación. Acá vienen muchos a buscar los votos, y pues lamentablemente no defiende los intereses de la ciudad; vamos a trabajar en ello, y en ese sentido vamos a lograr algo tan importante como es defender los intereses de la ciudad. Ya lo hice cuando fue cuando fui representante.

Te recuerdo dos temas: el primero, no estuve de acuerdo con la modificación de las transferencias, ya que Bogotá es la ciudad que más aporta y que menos recibe; podría generarse mayor equilibrio. Y dos, cuando Bogotá perdía cien niños por cada mil nacimientos, producto de la contaminación del aire, obviamente fuimos quienes tramitamos la ley del diésel; y en ese sentido siento que los intereses de la ciudad hay que defenderlos, porque Bogotá es una ciudad que decimos es de todos, pero que a la hora la verdad: pocos la caminan, pocos la entienden, pocos conocen sus localidades; y requerimos que eso pues mejore.

360:

David para que pasemos más a la parte ciudadana ¿Cuáles son esas principales quejas, los comentarios que a usted le dicen, los que usted escucha? Hoy ¿Qué está pensando el colombiano del común?

D.L.:

Pues yo creo que hay tres cosas: Uno, evidentemente hay indignación en las calles porque hay desconfianza por el congreso y porque hay mucho pesimismo, y vuelvo y repito, la gente por buscar likes o por buscar votos, piensa que el insulto es la mejor estrategia. Y en ese sentido estamos fallando. La gente está cansada de la polarización, está cansada de la pelea de los expresidentes, está cansada de algo tan importante como es que no están viendo propuestas, necesitamos propuestas, y en ese sentido pues yo estoy diciendo que hay que pasar de la política de indignación a la política de los resultados.

Segundo, la gente sabe perfectamente que los más interesados en que no voten, pues son los que compran votos, y por esa razón hay que salir a votar masivamente después de analizar hojas de vida, después de revisar por supuesto cuáles son las propuestas; siento yo que ahí hay una oportunidad grande en estos momentos . Y lo otro que se ve en las calles repetitivamente, es justamente esa pelea permanente entre la alcaldía o las alcaldías y la presidencia pues comienzan a hacer daño; es necesario resolver esos problemas de protagonismo y que más bien nos dediquemos a construir conjunta y colectivamente.

360:

David, usted dentro de todos los planes que tiene como futuro senador ¿Cuál es el que más le apasiona? ¿Cuál es del que usted se va a personar? Personalmente, el que va a cuidar y el que va a defender a capa y espada

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D.L.:

Nací en la política bogotana hace muchos años, como miembro de una junta de acción comunal, después como edil, dos veces como concejal, como representante, aspiré a la alcaldía, me derrotaron; y después tuve el inmenso honor de representar a los ciudadanos como viceministro, como consejero, como ministro.

Y nunca he olvidado tres principios que los voy a poner en práctica en el congreso todos los días: El primero, rendir cuentas, hay que rendir cuentas permanentemente para que, obviamente, la ciudadanía sepa cómo actuamos; el segundo que es esencial y fundamental, y es algo tan importante como estar en contacto permanente con el ciudadano para retroalimentarse; y la tercera que es esencial siento yo en este ejercicio de tanta desconfianza, que es pues poder lograr consensos, no con base en la pugnacidad.

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