Carlos Amaya en Conversaciones 360: “Quiero que me recuerden como el presidente de las maquinarias, pero de la maquinaria agrícola que necesita Colombia”

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El precandidato presidencial por la coalición Centro Esperanza, Carlos Amaya, habló con 360 Radio sobre cómo ve la situación dentro de la coalición, acerca de en qué campos haría reformas y qué propuestas trae para el pueblo colombiano.


360 Radio: Candidato, déjenos iniciar con una pregunta que ha sido bien importante por estos días en las redes y es la tensión que se siente dentro de la coalición de la esperanza. Es una coalición que se formó con diferentes, y que muchos dicen en estos momentos “y es que lo único diferente que tiene la coalición en este momento es que no es ni petrista ni uribista”.

Pero ha habido tensiones fuertes Alejandro Gaviria, esta semana se reunió con el expresidente Gaviria y también con el ex vicepresidente Vargas Lleras, y a ustedes no les llegaron muy bien esas reuniones, porque han dicho que la coalición de la esperanza no se reúne con expresidentes y no gobierna desde el pasado

¿Qué pasó en la coalición de la esperanza? Y pues dicen también algunos cercanos a ustedes que ustedes no se volverán a reunir hasta el 13 de marzo, ¿Es verdad eso? que la coalición de la esperanza no volverá a estar junta hasta el trece de marzo

Carlos Amaya (C.A.):

No, lo primero que hay que decir es que la coalición centro esperanza pretende unir al centro político del país que es diverso, que tiene diferentes posiciones, diferentes historias también, diferentes caminos. Allí ustedes encuentran a alguien como Robledo, que ha estado de alguna manera desde la izquierda, desde la centro-izquierda defendiendo la producción nacional, impulsando la idea de proteger la industria colombiana y la generación de empleo.

Pero también está alguien como Alejandro Gaviria, que ha defendido durante toda su vida digamos una política económica neoliberal, que cree en la apertura de mercados y que cree en el libre comercio sin ninguna restricción, y que representa de alguna manera también esa política neoliberal que impuso la apertura económica que impulsó la apertura económica que quebró a los campesinos.

También alguien como Sergio Fajardo que fue exitoso en su gobierno de Medellín, de Antioquia, y que representa una postura también de decencia en la política; Juan Manuel Galán que representa el nuevo liberalismo, el movimiento que fundó su padre asesinado por la violencia; estoy yo también que vengo del movimiento estudiantil, del movimiento social, que representa también la historia de vida de millones de colombianos que luchan día a día por salir adelante, y que viene de muy abajo.

Y digamos que esa diversidad pues no es tan fácil de sincronizarla, y de mantener esa unidad. Ese es el reto, yo siempre digo que en el ejemplo Daniel como tramitamos nuestras diferencias, está también una pedagogía o una enseñanza para Colombia, porque en últimas Colombia es esto, diversidad.

Revisemos por ejemplo frente al tema del aborto, hay diferentes posiciones pero esas posiciones no nos tienen que tildar de pro muerte, o de que quienes somos pro vida entonces estemos en contra de las mujeres y que queramos que mueran mujeres.

Pues no digamos yo creo que hay que buscar ese camino, y ese camino de unidad en medio de tanta diferencia pues es complejo pero un poco de eso es lo que necesita Colombia; un poco lo que yo creo es que si la coalición sigue haciendo el esfuerzo y logra unirse en medio de las diferencias, pues podrá darle un gran ejemplo a Colombia.

¿Cuál es el problema ahora? Que Alejandro Gaviria en parte incumples los acuerdos, porque hemos dicho que la coalición centros esperanza es oposición al gobierno Duque y representa un cambio para Colombia, y que él se reúna con César Gaviria y con Germán Vargas Lleras con miras a una posible, digamos, unión más adelante, después del 13, pues deja preocupaciones.

Yo no creo que Germán Vargas Lleras ande desprogramado reuniéndose con todo el mundo, César Gaviria también. Ellos son políticos y están haciendo acercamientos con quien creen que pueden hacer alianzas.

Me parece que hay que dejar claro que nosotros no representamos eso, eso no significa que pues vamos a satanizar o a decir que el demonio es César Gaviria, Germán Vargas; no, ellos son políticos tradicionales que tienen derecho a hacer política, ¿Cierto?, pero que nosotros somos absolutamente diferentes a ellos. Yo creo que esa situación, pues, ha generado molestias, pero yo he dicho y lo dije, que eso no le resuelve ningún problema a Colombia, que debemos dedicarnos de hablar de los problemas de Colombia.

La gente ya no puede comer carne por lo costosa que está, la gente no tiene empleo, no tiene oportunidades, hay problemas en la educación con el tema de la pandemia, muchos niños todavía siguen en su casa sin tener conectividad; entonces yo creo que hay que hablar de esos problemas, y que el doctor Alejandro Gaviria pues le responda quienes firmaron para respaldar su candidatura, y le responda a quienes tienen cuestionamientos sobre las alianzas que viene haciendo.

360:

¿Y es verdad que no se van a volver a reunir hasta el trece de marzo?

C.A.:

No, yo creo que sí. Bueno, esa es la especulación del de algunos medios, pero yo creo que sí nos vamos a reunir, yo espero que sí. Pues, se supone que somos un equipo. Yo mismo le propuse a la coalición, que pudiéramos hacer un evento en Boyacá. Por ahí el 5 de cierre, o el 6 temprano; vamos a ver si ellos van.

Bueno, me parece que está chévere que podamos hacer un una reunión de los integrantes de la coalición en algún lugar, ojalá podamos ir a Medellín también a Cali. Yo estoy listo, yo espero que sigamos saliendo juntos y que demostremos un poco lo que significa Colombia. Colombia es diversa, distinta, tiene diferencias, pero no somos enemigos. Yo creo y quiero construir un país, y ayudarlo a construir, en el que ser distinto, diferente, no sea ser enemigo; somos simplemente diferentes, pero no somos enemigos.

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360:

Precandidato, vamos precisamente a su campaña. Usted es el candidato de las maquinarias, y de las maquinarias no políticas, sino que es de la maquinaria del campo, de los campesinos. Usted propone una lucha por el por el campo, una reforma rural.

¿Qué contempla esa reforma? ¿Cómo es eso de bienestar campesino, de regulación de precios, de agro insumos, de competitividad y comercialización? ¿Qué les trae de nuevo a los colombianos usted? y ¿cuál es esa maquinaria de la que usted habla?

C.A.:

A mí en Boyacá me recuerdan mucho por ser el gobernador de la maquinaria agrícola, de los tractores; nosotros compramos con recursos de regalía 79 tractores, impulsamos un fondo que denominamos el fondo finca, que es un fondo de incentivo a la ‘sociatividad’ rural y a la producción agropecuaria que compró también 14 tractores y muchas máquinas, tuberías para acueductos, máquinas para mejoramiento de praderas, es decir, de maquinaria agrícola.

Y además, con compensaciones llegaron a Boyacá otros 56 tractores. Más o menos casi 140 tractores en nuestro gobierno, cuando antes no se compraba ni uno. Y me recuerda mucho en el campo porque fue el que le dio un gran impulso al campo. Hubo un crecimiento exponencial, y yo un poco quiero que eso pase en Colombia.

Quiero que me recuerden como el presidente de las maquinarias, pero las maquinarias de la maquinaria agrícola que necesita Colombia, que me recuerden como el presidente que modernizó el campo, y que le dio un impulso a lo que considero yo debe ser el primer renglón de crecimiento económico en Colombia. Les dijéramos tres cosas, después de aclarar esto.

Entonces digamos tres cosas, son muchas, pero voy a tratar por el tiempo de resumirlas. La primera que hay que hacer, aumentar la productividad de Colombia en el sector agropecuario; eso, ¿Qué tiene que hacer? ¿Cómo se logra? Aumentar la productividad significa darle tecnología al campo.

Es decir, que podamos tener drones estudiando el clima, que podamos tener tecnología investigando cuál es la mejor propiedad del suelo para sembrar lo que más productividad dé; ordenar los cultivos, que no haya sobre oferta de papa, o como hoy, hay una baja oferta que aumenta los precios.

Ordenar bien el territorio, pasar de 8,7 millones de hectáreas sembradas a 19; lograr que haya modernidad tecnológica, y eso tiene que ver con maquinaria agrícola, tractores, cosechadoras combinadas, darle agroindustria, poder tener agroindustrias para darle valor agregado a nuestros productos, y que pues digamos aumente la rentabilidad del campo. Eso sería lo primero, hay también distritos de riego, mejorar los sistemas de riego para que los campesinos puedan sembrar. Primero Dios, y después el agua decía mi abuelo.

Controlar precios de los insumos, que eso es aumentar la productividad, si logramos controlar ese precio de los insumos, logramos aumentar esa productividad y la rentabilidad del campo, en últimas, lo que necesitamos es que el campo sea un buen negocio para que los campesinos se queden allí, y que puedan incluso volver campesinos a seguir sembrando.

Lo segundo es mejorar la comercialización, y esto pasa por crear un sistema de abastecimiento en Colombia que garantice que la plata no se quede en la intermediación, como hoy se queda; le pongo este ejemplo, mi papá siembra papa, a él le pagan hoy un kilo de papa 2200 pesos, un bulto que trae cincuenta kilos debe estar por el valor de 180 mil pesos quizás en el mercado, pero a él se lo pagan por mucho menos. A él le llega apenas 2.200 pesos por kilo, pero el kilo de papa en el comercio está a 4.400.

¿Dónde se queda el resto de plata en la intermediación? Es decir, los consumidores finales que son ciudadanos o las grandes ciudades pagan muy caro, entonces como no tienen como pagar tan caro pues no tienen como consumir; y mi papá, que son los productores, pues ganan mucho menos del producto final.

Entonces acá con: la intermediación, generar sistema de abastecimiento; y para la comercialización, hay algo muy importante y es mejorar las vías rurales, porque si no hay vías rurales, pues no pueden comerciar los productos, es decir, no podemos con campesinos todavía sembrando y sacando a lomo sus productos porque eso no les da.

Y aquí hay un tema muy importante, sustituir esas doce millones de toneladas que entran a Colombia de comida, pero sobre todo, exportar comida. Entonces ahí tenemos que aumentar las exportaciones de comida, y eso requiere una política pública de exportación, yo crearé una agencia nacional de exportaciones que logre organizar a los cultivadores con valor agregado y facilitar el tema de las exportaciones para que un campesino no tenga que lucharla tan duro para poder exportar sus productos.

Y lo tercero, tiene que ver con bienestar campesino, bienestar en el campo, y sobre todo también que los campesinos puedan tener su tierra. Entonces, nosotros estamos en contra del despojo, de la expropiación, pero estamos a favor de la redistribución de la tierra.

Es decir, no puede ser que Colombia, el ochenta y tres por ciento de la tierra la concentra el uno por ciento, yo creo que eso tiene que cambiar, ¿Cómo lo haremos? Poniendo impuestos considerables a las grandes extensiones de tierra y sobre todo a las extensiones de tierra que son improductivas.

Recaudar un dinero, cada terrateniente tendrá que: o pagar impuestos y poner la tierra productiva para poder pagar los impuestos o la venta, y si la vende vamos a -como estado- comprar una tierra importante para con asociaciones de campesinos, no entregarle a cada campesino y a pedacito de tierra como han fracasado en el pasado.

Sino asociaciones campesinas una tierra que puedan trabajar y que puedan ser productivos y competir porque cuando los pequeños productores solos intenta vender sus productos, pues ahí es donde el intermediario se queda con la plata.

Vamos a avanzar hacia ese camino, vamos hacia avanzar hacia vivienda rural digna, eso significa que los campesinos puedan vivir dignamente, tener Internet, que no se roben la plata del Internet, salud, educación, transporte escolar para sus hijos, y que los campesinos puedan vivir bien allá. Y así son esas tres cosas diría yo, digamos que este es un tema que conozco, que me apasiona, y que estoy seguro que va a darle a Colombia el principal motor económico.

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Cierro con esto, el sector financiero, y el sector minero energético que aportan el 13% del PIB, apenas generan 500.000 empleos, el sector agropecuario que aporta el 6% del PIB, que recordemos que estaba hace treinta años en el 26%, ha desmejorado mucho porque se ha olvidado el campo, aporta 3.500.000 empleos. Así que mi propuesta es, vamos a invertir en el campo, no en el sector financiero, no en el minero energético, en el campo, que es donde se genera mayor empleo posible.

360:

Usted habla de una gran reforma agraria, y uno de los problemas de desplazamientos en Colombia ha sido la tierra.

C.A.:

Sí, de acuerdo. Y un poco también se trata de cumplir el acuerdo final de paz, y bueno se hace una gran reforma agraria en Colombia, insisto no para expropiar a alguien; o sea yo estoy en contra de los expropiadores pero también de los despojadores. Y vamos a darle la tierra al que la trabaje, que la tierra sea para el que la trabaje y que Colombia sea un país de propietarios, es decir hay que resolver también un problema de falsa tradición que tiene la mayoría de campesinos de Colombia.

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Twitter Carlos Amaya

360:

Otro tema importante que es bandera de esta candidatura y es la educación. ¿Cuál es su apuesta por la educación? Usted finalmente en los cargos que ha ocupado, siempre ha sido un líder estudiantil, siempre ha luchado por la educación, en el congreso lo hizo y pues eso no solamente lo catalogó como uno de los mejores congresistas, sino que también pues hoy lo tiene a puertas casi de llegar a la presidencia de Colombia.

Colombia tiene una gran falencia educativa, y es que tenemos una pésima infraestructura educativa, el 50% de Colombia no tiene conectividad, vimos que en la pandemia se agudizó más esta problemática, y hoy es fácil que nosotros dos estemos conectados, pero sería un poco más difícil que me conecte en este momento con alguien de Vichada; docentes sin garantías, quieren acabar con FECODE algunos candidatos, ¿Cuál es su gran apuesta por la educación y cómo defender la educación pública? Y que tenga garantías.

C.A.:

Estas cifras: solo el 39 % de los jóvenes que salen pueden entrar a la educación superior, técnica, tecnológica, o profesional; es decir, es un desastre, cuando yo estudiaba era mucho menor. Así que, ahí hay que resolver ese problema de la oferta, no solo la superior, sino también de calidad en la base. Yo sueño con un país en donde, sin importar donde se nazca, se tenga el privilegio de estudiar.

Y con educación, que yo soy la prueba, todo se puede, hoy yo soy uno, un testigo, como muchos otros, que con la educación, todo es posible; como Antanas Mockus en la ola verde.

Pues podamos con esa educación y ese instrumento poder superar brechas, disminuir brechas, y darles oportunidades, darles herramientas a todos los jóvenes ¿Qué diría yo?, lo primero que hay que hacer es hacer una gran reforma al SGP y a la ley treinta del 92 en su artículo ochenta y seis ochenta y cinco.

El SGP en recursos corrientes hace 16 años era el 40% de los ingresos corrientes de la nación, hoy apenas llega el 25% de los ingresos corrientes de la nación, lo que quiere decir que el SGP se ha desfinanciado. Hoy que yo ya fui gobernador, puedo decirlo con conocimiento de causa, hoy en Colombia, el SGP no alcanza, los recursos que le llegan a los gobernadores y a los alcaldes que tienen secretaría de educación certificada, no les alcanza ni siquiera para pagar la nómina.

Y los de transferencia se suponía que eran para: para mejorar la calidad, para infraestructura educativa, para canasta educativa, y para el programa de alimentación escolar; hoy no alcanza ni para la nómina, lo que quiere decir que los programas de calidad, pues no existe.

La infraestructura educativa se está cayendo a pedazos. La canasta educativa no se puede ampliar, y toca con recursos de regalías de los departamentos que debían usarse en otras cosas, como en proyecto productivos. De tal suerte que hay que mejorar esa financiación y hay que mejorar la financiación de la educación superior pública, porque las universidades están desfinanciadas, tienen un déficit que se calculó hace algunos años en 12 billones de pesos.

Es decir ahí hay una deuda histórica que parte por eso fueron las marchas de los estudiantes y de los jóvenes que estuvieron protestando en el inicio del Gobierno del presidente Duque pero también en el Gobierno del presidente Santos.

Entonces esa esa financiación ¿Para qué nos va a servir? Para fortalecer la infraestructura, mejorando colegios que hoy se encuentran deteriorados, cayéndose a pedazos; aumentando la cobertura, llevando universidades a lugares donde no existen universidades; y mejorando con esto el transporte escolar, el plan alimentario escolar, mejorando el acceso de la educación que es muy importante.

Lo segundo que vamos a hacer es mejoramiento de la calidad, ¿Cómo se mejora la calidad? Esto influye, por supuesto, el mejoramiento de la infraestructura, pero necesitamos mejorar la formación docente, es decir, necesitamos más docentes, mejor preparados, mejor pagados, y eso significa un aumento de recursos que por eso hablé y demás. Y también ver cómo les podemos pagar mejor a los docentes, y cómo podemos tener más profesores para que lleguen a lugares apartados donde hoy la educación no llega.

Calidad también que tiene que ver con qué, conectividad. Nadie puede hablar de calidad si no tiene conectividad. Hoy este mundo está tan conectado que si hay un joven que en el municipio o en el barrio, o en el en el resguardo del Progreso de Leticia, Amazonas, que todos esos lugares los conozco perfectamente; y no tienen conectividad, pues no tienen como ninguna calidad y no puede ser comparable lo que está pasando en las grandes ciudades.

Que no se roben los recursos de la conectividad, es así de sencillo, que los jóvenes puedan tener computadores y estar conectados con el mundo pues mejora la calidad. Y lo tercero, que para mí es muy importante, es tener un programa de educación específica para la ruralidad de Colombia.

Es decir, mejorar la educación en la ruralidad significa reconstruir escuelas, transporte escolar, mejorar la alimentación escolar, hacer centros de agrupamientos escolares; que la educación superior, la educación media y básica y media en la ruralidad, sea específicamente dirigida a que los jóvenes se queden en el campo. Y llevar universidad, llevar educación superior al campo colombiano.

Yo propongo 10 sedes, empezar por ahí, una de ellas en Turbo, Antioquia, en esa zona bananera; esperamos que esa educación vaya con pertinencia a cada región, que los jóvenes puedan estudiar y aumentar la productividad del campo, queda muy en sintonía con lo que he dicho anteriormente.

Y también que podamos tener becas de posgrado para jóvenes que puedan ir a estudiar al exterior, 6.402 becas de posgrados, ¿Por qué 6.402?, para que ese numerito no se nos olvide, no se nos olvide los falsos positivos del gobierno de Uribe; y que los jóvenes en vez de muertos, asesinados, vestidos de militar porque los asesinaron así, estén en el exterior estudiando en las mejores universidades del mundo para venir a generar desarrollo para Colombia.

Y 12.257 becas de mujeres, becas para mujeres, que es una ley que hoy se incumple, que las mujeres en vez de ser sujetas de violencia, puedan estar estudiando en becas de posgrado, para que puedan vincularse al mercado laboral, que puedan desarrollar sus competencias, y ayudar a desarrollar la economía. Todo esto por supuesto, insisto, aumentando la financiación de la educación superior que ya dije cómo, de la educación básica media, y superior, que ya dije cómo.

360:

¿Qué piensa del programa Ser Pilo Paga? ¿Haría algo similar para que los jóvenes puedan acceder a esas becas?

C.A.:

Yo he dicho esto, no podemos con recursos públicos financiar programas como estos porque desfinancia la educación pública, y yo creo que la prioridad es la educación pública, pero yo sí invitaría a las universidades privadas que les va muy bien a que implementen estos programas de Ser Pilo Paga con los recursos y con los rendimientos y las utilidades, que aunque hoy digan que no tienen utilidades, todos sabemos que sí; que con recursos de las universidades privadas puedan hacer programas como Ser Pilo Paga: bienvenido Ser Pilo Paga, pero que lo paguen las universidades privadas.

360:

Candidato usted habla de Colombia limpia y transparente. ¿Qué es Colombia limpia y transparente? y ¿Cómo acabar con la corrupción?

C.A.:

Yo creo que Colombia debe entender que la raíz de la corrupción está en el sistema electoral, si usted se fija, hoy lo que está sucediendo con todo ese tema del escándalo es la demostración de que la corrupción empieza en el sistema electoral, y ha corroído la manera como se eligen los representantes de la sociedad del pueblo, en los órganos donde se decide. Entonces, si no cambiamos esa reforma al sistema electoral, esta es una propuesta, pues no vamos a resolver los problemas de fondo.

Es decir, Colombia es un estado inmensamente corrupto que debe un nuevo gobierno asumir con toda la contundencia, esas banderas y hacer las reformas sin ninguna dilación. Entonces, si hacemos un sistema electoral distinto, donde haya un poco lo que plantea John Suarez: que haya distritos electorales más pequeños, la gente los controle, que haya financiación estatal para que el político no pueda llegar allá a comprar votos.

Y porque el que compra votos llega a robarse los recursos de los ciudadanos, que la gente entienda que esa es una mala práctica, hay que trabajar en educación. Un pueblo que no sabe leer es fácilmente engañado, hay que educar a la gente para que la gente no se deje engañar, y que podamos elegir congresistas de manera correcta.

Lo segundo que haría yo, sería una reforma institucional, para lograr que los recursos públicos puedan ser cuidados por órganos de control independiente a los políticos, porque esto es como:

Usted le dice a los senadores, elijan procurador para que ellos cuiden los funcionarios, y eligen contralor todo el congreso, para que el contralor que eligen los congresistas, sea el que cuide los recursos públicos. Está mal, hay que elegir contralor, fiscal, defensor del pueblo, de manera ‘meritocrática’, y a través de un concurso de méritos que no dependa de los políticos.

En eso yo creo que hay que acabar la procuraduría porque se está gastando 1.8 billones de pesos, y en muchos casos se politiza la procuraduría. Lo tercero que yo haría sería tomar medidas duras y fuertes en contra los corruptos, es decir, nadie, ningún corrupto puede tener casa por cárcel, porque que normalmente el corrupto va, se roba la plata, después compra una gran casa, una gran mansión, y después desde la mansión se queda descansando lo que se robó.

Yo creo que hay que evitar casa por cárcel, pero también extinción de dominios a todos esos bienes producto de la corrupción, que nunca más pasa un Emilio Tapias, que fue condenado, y ahora aparece en el en el escándalo de Centros Poblados. Tener contundencia en esas decisiones, y sobre todo dar ejemplo, que desde el gobierno se dé ejemplo, de austeridad, de evitar privilegios, de disminuir los privilegios que tienen funcionarios del estado, y de trabajar porque la ciudadanía pueda formarse y educarse.

Si tenemos un pueblo educado, vamos a disminuir también los niveles de corrupción, porque la gente podrá elegir mejor, no al que le pague el voto, le dé un mercado, le regale algo, sino al que tenga propuestas, y al que de resultados.

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Twitter Carlos Amaya

360:

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Preguntas para finalizar, una es sobre la justicia. Colombia tiene hoy después de la pandemia -y no por la pandemia-, que se agudizo el tema de los robos, de la inseguridad en las grandes ciudades, en las periferias el estado es ausente: en el Vichada, en Guainía, en el Amazonas, en el Cauca, en la Guajira.

Y las personas están preocupadas porque en este Gobierno hubo cuatro ministros, en esa cartera no hubo una reforma fuerte y los colombianos la siguen esperando. Usted hará una reforma a la justicia y, ¿Qué piensa sobre este tema?

C.A.:

Es necesario entender que Colombia no puede seguir por la senda de la injusticia, de la falta de justicia, y de la demora en las decisiones judiciales, sobre todo cuando tiene que ver con actos de corrupción, pero también con el día a día de los ciudadanos. Yo propongo tres cosas, la primera, es hacer crear un sistema de información que permita que el reparto de tutelas en Colombia sea de manera más equitativa.

Hoy hay juzgados que están llenos de tutela y otros que no están haciendo nada, y eso se resuelve con un sistema de información. Es decir, que haya una recepción única de tutelas y que ese sistema de información reparta de acuerdo a la distribución, digamos, que lo haga equitativamente, que no haya un juzgado colapsado, y otro que no tiene nada.

Eso nos ayuda porque hay que resolver el tema de las tutelas, que es el único instrumento en ocasiones que tienen los ciudadanos para que les den buen acceso a la salud, y para reclamar digamos sus derechos, para defender sus derechos.

Y que la justicia, entonces, pueda tener más tiempo para tomar decisiones judiciales, digamos, eso frente a la base, aumentar la tecnología en los en los juzgados promiscuos, en cada uno de los juzgados de los municipios, que tengan más, que estén bien conectados a Internet, que los jueces tengan mejores condiciones, un buen equipo de trabajo para que pueda la justicia ser ágil. Y eso también tiene que ver con seguridad, para que no dejen libre a los ladrones, es decir, ahí hay que hacer una gran reforma.

Lo segundo que yo haría, que ya lo mencioné también; yo creo que el consejo superior de la judicatura sobra, yo creo que hay que dar recursos para la base de la de la justicia y evitar esos órganos que hoy no están resolviendo ningún problema, y trabajar porque la justicia pues la justicia sea realmente independiente, parece que eso también tiene que ver con los órganos de control y demás.

Y lo tercero, que nosotros estamos proponiendo es que esa reforma a la justicia pues pueda ser concertada con todos los con todos los actores de la justicia, no solo las altas cortes, sino todos los actores, que el gobierno nacional pueda liderar esa gran conversación de país frente a la justicia y que pueda hacer reformas, que probablemente son complejas, pero que son necesarias, Colombia no aguanta más y necesita una reforma de justicia urgente.

360:

Precandidato, para finalizar esas preguntas son de sí, no. Bueno, como primero, ¿Cómo tomó la decisión de la Corte Constitucional? ¿Estuvo de acuerdo o no estuvo de acuerdo? Con la despenalización del aborto.

C.A.:

Estoy de acuerdo, pero ahí no puedo estar, no puedo decir solo sí o no, esto es demasiado completo, se trata de la vida. La vida es sagrada para mí, y no solo es un principio de vida que hace parte de los principios del verde, sino que yo creo que la labor del Estado es preservar la vida.

Y yo creo que la despenalización no resuelve el problema de los abortos, de la interrupción voluntaria del embarazo, con el que yo no estoy de acuerdo, y digamos es mi opinión personal. Tengo un hijo de dos años y medio que es mi felicidad, y a mi esposa a las 6 semanas le dijeron que iba a abortar porque tenía un hematoma, yo rogué con todo mi corazón para que mi niño no muriera ese día, y fue un milagro, el doctor dice –ginecólogo- un milagro, y mi hijo hoy está sano y corriendo por todo lado.

Entonces imaginarme yo que Colombia impulse el aborto de personas que podrían estar corriendo como mi hijo David pues es complejo, pero yo también entiendo que la penalización no resolvía el problema, es decir, la penalización lo único que hacía era agravarlo, que agravaba que muchas mujeres perseguidas por el Estado terminan abortando clandestinamente y después además en la cárcel; muchas muertas y otras en la cárcel.

Eso no resuelve el problema porque ahí hay una gran desigualdad, las mujeres entonces que tienen recursos podrían hacerlo sin ningún problema y sin ningún lío, y las pobres arriesgan sus vidas y terminan en la cárcel.

Yo creo que ahí hay un problema que se resuelve con la despenalización, pero en mi criterio, lo que tiene que hacer el estado no es promover el aborto, lo que tiene que hacer el Estado es promover políticas públicas de salud sexual y reproductiva para que las mujeres no queden embarazadas de manera no deseada.

Embarazos en adolescentes, en niñas, en Boyacá disminuimos este embarazo al 50%, eso es lo que hay que hacer, para que las mujeres no tengan que estar sometidas a un aborto, a esa decisión tan difícil que es. Yo no creo que ninguna mujer en Colombia, por más libre que sea, pues esté feliz de interrumpirle la vida a un niño que ya tiene vida, en seis meses ya está formado, yo creo que ese no es el camino, el camino del estado es promover políticas públicas de salud sexual y reproductiva para que las mujeres puedan decidir.

Cierto, no creo que el estado deba promover el aborto, yo creo al contrario que debe promover que las mujeres no queden embarazadas de manera no deseada y que el embarazo siempre sea deseado, esperado, consensuado, y que ojalá muchos niños de Colombia nazcan en hogares felices, como tiene que ser.

360:

Muy importante el tema de la educación sexual, es importante tocarlo, es importante tratarlo, y pues dará para un debate larguísimo. Candidato, para finalizar con esas preguntas rápidas. Legalización de marihuana, y regulación de otras drogas, ¿Sí o no?

C.A.:

Sí de acuerdo, estoy absolutamente de acuerdo, la lucha contra las drogas falló, es absolutamente evidente que fracasó esa lucha. Hoy los grandes carteles están llenos de dinero y dinero y dinero, asesinando vidas, poniendo en riesgo a muchas familias porque es ilegal.

Si avanzamos en la regularización, más que legalizaciones, es la regularización, estamos avanzando en quitarles ese ese negocio criminal a esas grandes mafias, y sobre todo hay que trabajar por la sustitución de cultivos como lo hicimos en San Pablo, que a un campesino decida dejar de sembrar coca y pase a sembrar cacao porque es más rentable sembrar cacao, y además que están tranquilos y pueden exportar el cacao.

Lo hicimos en Boyacá, estoy seguro que lo podemos hacer en Colombia y yo creo que hay que empezar el camino, que están caminando muchos otros países en el mundo, que es regular el consumo y el comercio de este tipo de sustancias, no para promover, aquí es importante, no para promover y liberalizar el consumo, sino para disminuir o para controlar los excesos de ganancias de las mafias del narcotráfico, porque hay tanta cantidad de dinero es que se hacen tantas cosas, y se mata en muchas partes del mundo.

Si esto es un negocio de occidente, si Alemania y Estados Unidos fueran productores de cannabis, por ejemplo, ya estaría legalizado en el mundo hace mucho tiempo.

360:

Eliminación del servicio militar obligatorio ¿Sí o no?

C.A.:

Sí, absolutamente sí, yo creo que hay que tener es un servicio social que yo diría que debe ser obligatorio, pero que sea más es promoverle a los jóvenes que estén haciendo servicios sociales, ojalá servicios ambientales en el Amazonas. Bueno, ahí hay una juventud que quiere transformar este país y que yo creo que hay que volver a esa idea de que los jóvenes deben dejar de estar con un fusil, tal vez estar con una maleta llena de libros enseñando a leer en el campo y demás.

360:

¿Negociación con el ELN?

C.A.:

Sí, hay que abrir ese camino, ya es la hora de la paz, y el 7 de agosto una vez me posicione, desde mi posición presidencial les tendré la mano al ELN para que podamos iniciar un proceso de negociación que pueda darle garantía de que el fin del conflicto con el ELN llega y que vamos a pasar esa parte; por supuesto eso tiene que ver con cumplir también el acuerdo final de paz con las FARC.

360:

¿Reformaría el ICETEX?

C.A.:

Yo creo que sí. Yo incluso he pensado en que debería desaparecer, pero entiendo que esa no es una decisión que se toma un día otro, porque hay muchas deudas, pero yo creo que no podemos seguir pensando que los jóvenes se tienen que endeudar por el resto de su vida para poder estudiar. Yo pienso en que debería existir una entidad como Icetex para educación posgraduada. La educación técnica, tecnológica, y profesional, debería ser gratuita para todos los que la quieren.

Y bueno, creo que ningún joven que esté endeudado debería de estar pasando noches difíciles sin poder dormir pensando en cómo le va a pagar el estado por haber estudiado. Hay que aumentar por supuesto el empleo para los jóvenes, para que quienes estudien puedan trabajar, pero yo creo que el Icetex como hoy está pensado es una equivocación.

360:

Y para finalizar ¿Aumentaría la edad de pensión?

C.A.:

Rotundamente no, lo que hay que aumentar es la base de quienes ahorran para la pensión, quienes cotizan para la pensión, yo lo que creo es que en la medida que formalicemos empleo, generemos empleo, sobre todo que generemos empleo joven; si logramos generar empleo joven sostenible, pues ahí hay una base para que el sistema pensional pueda estabilizarse.

Yo creo que aumentar la pensión va en un camino que no es el correcto y además que pues la solución estructural no es esa, eso podría resolver en parte el problema, pero no resuelve el problema de fondo; el problema de fondo es aumentar la base pensional, formalizando empleos y garantizando también que ojalá los fondos de pensiones puedan, o que las pensiones estén en un fondo público, que no se especule con las pensiones de los colombianos por los fondos privados.

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360:

¿Cómo votar por Carlos Amaya este trece de marzo?

C.A.:

Es muy sencillo. El próximo trece de marzo en las votaciones de Cámara y Senado, pidan el tarjetón de la consulta Centro Esperanza. Si no piden el tarjetón, no se lo van a dar y no van a poder votar. Pidan el tarjetón de la consulta Centro Esperanza, cuando tengan el tarjetón en la urna, busquen al de la ruana, al más joven. Hay un loguito abajo que dice Somos Verde Esperanza.

Represento las bases de un partido -o la mayoría de las bases de un partido-, que cree que la vida es sagrada, cree que los recursos públicos son sagrados, y que cree que llegó la hora de gobernar para todas y todos los colombianos, no para vengarnos de nadie, ni tener miedo a convertirnos como otro país, sino para transformar profundamente este país y darle oportunidades a todas y todos los colombianos.

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