Según un estudio realizado por Invamer para la Federación Nacional de Departamentos (FND), el 33% de los cigarrillos que llegan a Colombia son de contrabando.
Por: Redacción 360 Radio
Sin embargo, la cifra presentó una disminución por primera vez desde el 2016. El director ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos, Didier Tavera, afirmó que, desde ese año, con el incremento del costo de los cigarrillos, aumentó el margen para que la ilegalidad encontrara una oportunidad de negocio.
Además de las millonarias pérdidas que estaban presentando los departamentos, el incremento del contrabando fortaleció a las familias que se dedican al terrorismo y al negocio ilegal del narcotráfico.
“Lo grave que se encontró con este trabajo, no solamente es que es una organización que trae cigarrillos ilegales al país y que afecta las finanzas y la salud de los colombianos, sino que se estaba financiando el terrorismo y el narcotráfico, el contrabando está ya demostrado que es un delito conexo al narcotráfico, al terrorismo”, dijo el funcionario.
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Tavera sostuvo que, así como el contrabando de cigarrillos debe combatirse, también debe hacerse lo mismo con las bebidas alcohólicas, productos agropecuarios, textiles, entre otros, que también ingresan como contrabando, ya que afecta al Estado y al empresario que de forma legal trabaja, y en general, a la ciudadanía.
El cigarrillo y el licor se han convertido en bases de la financiación en Colombia, ya que el 60% de las asignaciones presupuestales para la actividad deportiva depende del recaudo originado por estas ventas.
El cigarrillo está marcado con un “impuesto saludable”, aplicado en diferentes países y promovido por la Organización Mundial de la Salud, que buscan elevar el precio de los productos que tiene impacto negativo en la salud, para hacerlos menos accesibles a la población y aumentar el recaudo de impuestos para cubrir parte de los gastos asociados a las enfermedades que causan estos productos.